lunes, 29 de octubre de 2018

Tras años te recuerdo paseando a la noche

Otra vez inmerso en un lugar
del que creí que ya había salido,
había escapado. Otra vez enzarzado
en lo que ya no deseo.
El destino es obstinado,
pegado a mí con su instinto
de supervivencia.
Yo no sé si cada uno tenemos
un destino concreto,
una meta asignada,
una línea no negociable.
Suena a tiranía sin permiso a rebelarse,
aunque grite, mate
Y me suicide infinitas veces.

1 comentario:

  1. Y es que el tiempo puede pasar, Pepe, pero el recuerdo permanece, por suerte o desgracia.
    Un abrazo.

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