miércoles, 27 de marzo de 2013

A mi diosa

Puedo ir recordando todas las cosas hechas,
Las medio hechas, las que quedaron
Y las que me quedan por hacer,
¿Meto las primeras en una coleccionapedia?
¿Y me planteo mientras presente y futuro?

Si ahora solo me quedo absorto
De las opus facta que laboráis,
De los poemas que imprimís tan odiados
Porque yo quiero que sean míos,

Es muy fácil escribir
Cuando tenéis muslos dislocados
Y mil falsos sabios en alabanzas
Y devotos de María desvirgada
Y hormigas negras al acecho
Y hasta tu estornudo tan deseado
Y hasta tu mirada de jodida
Tu hostia ennegrecida y levantada
Tus alas nebulosas e invertidas

Te robo tus versos publicados
Para envolver con ellos mis besos
Serás la diosa en mis rezos
Y sabré que seré eterno pecado
Entre tus manos.

viernes, 22 de marzo de 2013

LA EXPENDEDORA

Salí de aquel agujero mal sano casi vomitando,
y la ví marcando en una esquina un espacio,
me detuve sediento, estaba sudando,
miré primero su reloj rojo y cansado,

con mi dedo tímido pulsé nervioso y frotando,
la hora cambió, no me pareció un precio caro,
busqué por mis piernas dinero medio oxidado,
no era el justo, sobraba o faltaba, no hay caso,

es que esta mañana no había desayunado,
alguien me ordenó una analítica, y vaciado
el deseo de un dulzor y un sabor acalorado,
ya me ponía nervioso, ¡que rollo me traigo!

"push" o "view price" y "vaya marcando"
estos mensajes preliminares grabados,
me parece tan increíble que tantos ratos
echen los diseñadores en grises planos,

el trapicheo de la barra con grasas de dedos,
o perfumes o esencias de azahar de euro y medio,
mil millones miran móviles, que ojo enfermo,
alto los triglicéridos, vaya usted comiendo menos,

yo solo quiero ahora comerme una rosca, ¿qué debo?
soy un ave maría de una confitería, no hay remedio,
el codo la apoyo en ella, y pienso y pienso,
si le pago o no le pago, si mejor como o bebo,

como la inexistente manzana de Isaac me devaneo,
noventa grados, váyase usted moviendo,
- la vuelta dice - la jodida, y yo me vuelvo,
me gusta su tubito fluorescente, todo es viejo.

YO COMO YO

Como otros pueden ser otras, yo soy Penélope,
ese ser que analiza todos los amores posibles
para acabar enamorándose de los imposibles,

como otros, puedo ser otra cosa, chopo u olivo,
recto como una norma, retorcido como un ovillo,

como otros, puedo ser otro, puedo incluso
hasta dejar de ser yo mismo,
como los demás, tengo derecho a ser los demás,
los demás podrían ser también yo mismo,

los brazos sirven para abrazarse,
las cabezas para permutar silogismos,
los besos llevan mensajes extenuantes,
los pies permanenecen infra fríos,

como otros también puedo ser yo,
tengo derecho a ser tan yo,
tengo un yo incluso sin saber para qué lo tengo,
soy un yo yo que sube y baja como un mimo,
soy el pariente de mis payasos,
y un tempranero campesino,
y un mordaz tornillo
caído en el regazo,
en la falda de ella, ¿qué ella?,
ella siempre va conmigo.

jueves, 21 de marzo de 2013

MAÑANA

¿No tuve yo alguna vez una juventud amable, heroica, fabulosa, como para escribirla en hojas de oro? ¡Demasiada suerte! ¿Por qué crimen, por qué error he merecido mi actual flaqueza? Vosotros, que pretendéis que las bestias exhalen sollozos de pesar, que los enfermos desesperen, que los muertos tengan pesadillas, tratad de relatar mi sueño y mi caída. Por mi parte, no puedo explicarme mejor de lo que lo hace el mendigo con sus continuos Pater y Aventaría. ¡Ya no sé hablar!

No obstante, hoy, creo haber terminado la narración de mi infierno. Era de veras el infierno; el antiguo, aquel cuyas puertas abrió el Hijo del Hombre. Desde el mismo desierto, en la misma noche, mis ojos cansados se abren siempre a la estrella de plata, siempre, sin que se conmuevan los Reyes de la vida, los tres magos, el corazón, el alma, el espíritu. ¿ Cuándo iremos, más allá de las playas y de los montes, a saludar el nacimiento del nuevo trabajo, de la nueva sabiduría, la huída de los tiranos y de los demonios, el fin de la superstición; a adorar -¡los primeros!- la Navidad sobre la tierra?

 

¡El canto de los cielos, la marcha de los pueblos! Esclavos, no maldigamos la vida.

LOS TRES TIEMPOS

Eramos tres, una sombra, un sonido, un papel,
tres líneas y sus sendos colores,
cita y en tal convergente llamada,
doce voces, todas enamoradas
durante el año que arruga la piel,

eramos tres, sí, siempre eramos tres,
el pasado, el presente, el futuro,
sentimientos que vuelan, otros con nudos,
tercos, asidos a cualquier sabor,
y uno en los otros los mundos se ven,

se perciben tiempos, a veces a la vez,
como si lo evolutivo se diera un descanso,
como aves que anidan, como lobos cansados,
la vida se dualiza en dos clamores, dos,
y ninguno se va a reconocer,

lo amargo de todo es que quizás todo es
un presentimiento de lo vano e inútil,
una desesperación, que todo será sutil
paralizacion de unas agujas de un reloj,
y quien cuerda le dio se va a enloquecer,

lo amargo será que la sombra sonora de este papel
pasará sin una marca que alguien le llore,
pasarán y ni siquiera llegarán a ser flores
estas palabras en su apagado color,
inmisericorde de no llevarla a la miel.

miércoles, 20 de marzo de 2013

MOTIVOS DE UN PASEO POR LA CALLE

Me mareé por la ciudad que me alberga,
ramblas largas de sombras pardas,
tiendas sin objetos, y sin objeto,
lunas de escaparates acuáticas,
apilados periódicos nunca leídos,
jirones de reflejos en balcones hundidos,
soleados océanos sobre tejados ardientes,
blancas alamedas sudan ambiente,
y sin pensarlo ni un momento
atisbé espejos mirándome al viento,
tú navegabas como sonda invisible,
era firme tu ausencia y tan plausible,
un rumbo que funcionaba como una ventana
que lanza hacia fuera lo de dentro, nada,
sobre agua limpia flotaban las ramas,
las hojas caían y caían con ganas,
como una bandera aves inquietadas
por el paso cansado de la luna surgida,
mi brújula enloquecía, se venían encima
sucesos dormidos, el mundo era un pozo,

debatía mis asuntos, entre ellos, un rezo
bendecía la lumbre acosando la culpa,
una larga noche me rompí en dos trozos,
el que algo buscaba, y el que nada quería,
nunca jamás he andado tanto una calle,
nunca jamás sentí tan pocas prisas,
esperaba las tiendas que abrieran deprisa,
no me percaté que nada vendía, que todo era poco,
que poca fe tuve, cuanta ruina,
cuantos intentos casi todos fallidos,
una vez acerté, estaba como loco,
me di cuenta que nunca fui yo mismo,
por eso siempre pinto donde nunca he vivido,
donde estoy siempre me escapo poco a poco,
las sondas me llegan, sé que son tímidas,
y yo las veo como si no fueran de otros,
las hojas partidas de todos estos versos
se anudarán entre ellas, entre ellas se animan,
mirarán de soslayo quien fue este tramposo
que deseaba desapegarlas con tanta ira.

martes, 19 de marzo de 2013

ECOS DEL TIEMPO

Será por qué cuando te fui a llamar ya no estabas,
mis palabras quedaron colgadas de la interrogación,
puede que éstas esperen siempre las respuestas,
puede que repondan asuntos que son ajenos,

los ojos brillan si quieren cegar a otra luz,
no me doy la oportunidad, ahí estás tú,
sí, puedo, sí, quiero, qué, ¿lo evita?
el problema no se plantea como una cuestión,

es una odisea de cuadros y giros revertidos,
es bajo el clavo, detrás, donde se hiende la verdad,
las palabras serán siempre la eternidad,
lo eterno es el frío y es el sin calor,

los momentos no se construyen, se encuentran,
¿alguien ha planeado traer cantos rodados?
¿como han llegado? se sostienen y rebuscan
en controvertidos idilios de dolor,

siempre quedamos encima, debajo hay ceniza
de fuegos devanando simuladas cabezas,
el tiempo no atiende a ninguna destreza,
se conoce, se sabe siempre ganador.


lunes, 18 de marzo de 2013

LA NATURALEZA

Cuando por la tarde paseo por los bosques,
de un día frío soleado de la primavera,
me gusta esconderme tras los árboles
y espiar a los rayos que las hojas dejan,

y ver las flores como se orgullecen,
y las no cortadas y húmedas hierbas,
esperar pacientes a la noche con su Luna
y brillar con el canto de grillos que se quejan,

me gusta esta soledad abrupta y callada
que me da un rincón de la naturaleza,
me gusta la vida de los seres no humanos
que tan generosamente me embelesan,

soy feliz cuando me vuelvo cómplice
de las hojas que a los rayos apresan,
porque me hacen su amigo todas estas cosas,
porque se saben necesitadas, porque besan,

son jardines que nunca debemos tocar,
son aguas que pos sí solas saben lo que llevan,
son piedras sedientas que nos dejan andar,
son cantos rodados que juegan y juegan,

los árboles rectos dejan al helecho
pues bajo él suelo de vida se llena,
cosas diminutas, sensibles y calmadas,
rumores de burbujas de vida sub tierra,

quien sabe si fenicios, romanos o etruscos,
nadaron por este mar que se muestra,
si poco a poco las huellas por los caminos
fueron dejando mensajes sin letras,

somos del aire, la tierra, el fuego, del agua,
y lágrimas futuras que el alma encierra,
y la base de roca de la tierra muda
y el aire que necesita para el fuego la leña,

somos también como ellas elementos
y por más que cambiemos no podemos con ellas,
porque no se mueven por ningún breve momento,
porque si se entierran, germinan y se muestran,

no deberíamos ser humanos vanidosos
de creernos cimas de la naturaleza,
deberíamos aprender a no ser ruidosos
y deberíamos aprender a meditar como ella.


ALMA ASESINA

Truena el agua como las últimas aguas
y se llevará el color de la perdición,
las calles descubiertas sangran ganas,
muere la tarde en su eterno sopor,

impías las luces de bares se estremecen,
gente se citan como si no fueran jamás,
nunca más pensaré que me parecen
las órbitas de mis ojos razón de un amor,

miro ya todo como si estuviera perdido,
irrecuperable todo lo que fuí y sin honor,
me cuento mis pedazos impropios y vencidos,
acudo a historias que jamás me vendrán,

me cité y yo no estaba, que historias pasan,
iba por mí alguien que parecía hablar,
el bullir de la noche parercía grabada,
contaba lo que hacía pero no era yo,

mis pies son de otro, por ahí andaban
sobre gotas de hulla de carril sin fin,
las líneas doradas gritan, la angustia
de no andar un metro en mi estúpido andar,

dame los cuatro y te pago cinco,
dame tus gritos y te cambio el amar,
dame tus palabras, quédate con mi silencio,
me doblo, me sobro, esto no es honor,

honor sería que yo fuera una causa,
la vanidad maldita me impide el dolor,
el silencio de la tarde se me hace broma,
mi historia de nuevo se vuelve a parar,

¿por qué no me dedico a algo concreto?
tanta divagación vana me acabará por matar,
tantas palabras sin sentido y sin miedo
no serán el remedio de mi eterna ilusión,

las cosas son como son, o puede que no,
pues ¿qué hago para que sean de otra forma?
¿me revuelvo? ¿me cambio? ¿imagino viento
que cambia siempre en la línea del mar?,

si soy nave debería anclarla por un tiempo,
y allí sin reloj en la inmesidad pescar,
algo que pase punible y sereno,
y sin los fríos aceros de mi extraño dolor,

si llueve, que llueva un poco también para mí,
que las aguas tan altas no saben que son
dulces sanadoras de heridas interiores
ni amores nuevos que traen al brillar,

las lágrimas vertidas se vierten por todos
y por todos se mueven, y en tanto girar
como olivo se retuercen de la ansia de la vida
de sus hojas por su refulgente Sol,

nunca seremos dos si el alma es solo una,
no existen dos almas en un mismo dolor,
ni las naúseas serán nunca compartidas
ni los besos de dos se recuperarán,

solo se sabe dar lo que se lleva consigo,
no se puede robar a otro, no se puede robar,
el hurto del alma es tan asesino
que es capaz de matar sin decir una voz.



viernes, 15 de marzo de 2013

MEDITACIÓN BAJO LA LLUVIA (FRAGMENTO)

Ha besado la lluvia al jardín provinciano
dejando emocionantes cadencias en las hojas.
El aroma sereno de la tierra mojada
inunda el corazón de tristeza remota.

Se rasgan nubes grises en el mudo horizonte.
Sobre el agua dormida de la fuente, las gotas
se clavan, levantando claras perlas de espuma.
Fuegos fatuos que apaga el temblor de las ondas.

La pena de 1a tarde estremece a mi pena.
Se ha llenado el jardín de ternura monótona.
¿Todo mi sufrimiento se ha de perder, Dios mío,
como se pierde el dulce sonido de las frondas?

¿Todo el eco de estrellas que guardo sobre el alma
será luz que me ayude a luchar con mi forma?
¿Y el alma verdadera se despierta en la muerte?
¿Y esto que ahora pensamos se lo traga la sombra?

¡Oh, qué tranquilidad del jardín con la lluvia!
Todo el paisaje casto mi corazón transforma,
en un ruido de ideas humildes y apenadas
que pone en mis entrañas un batir de palomas.

Sale el sol. El jardín desangra en amarillo.
Late sobre el ambiente una pena que ahoga,
yo siento la nostalgia de mi infancia intranquila,
mi ilusión de ser grande en el amor, las horas
pasadas como ésta contemplando la lluvia
con tristeza nativa. Caperucita roja
iba por el sendero...

Se fueron mis historias, hoy medito, confuso,
ante la fuente turbia que del amor me brota.

¿Todo mi sufrimiento se ha de perder, Dios mío,
como se pierde el dulce sonido de las frondas?

Vuelve a llover.
El viento va trayendo a las sombras.

(a José Mora, Federico García Lorca)

CUANDO VOLVÍ A VERTE

Yo confieso no haber vivido,
no haber estado aquel momento,
estuve lejano, indiferente,
malgastando sentimientos,

no vi en tus ojos una mirada,
no oí la música de tus labios,
no me aconteció tu demanda,
no fuí a aquel café en mayo,

no supe vivir aquel curso
donde parecía que me andabas,
no corrí el riesgo, me acuso
por todo y por nada,

esto es un lamento casi inútil,
vago, estúpido, pretencioso,
y aquello se olvidó tan sútil
como en la mar el viento sordo,

confieso ahora en esta escena
de mi cuerpo decaer, la destapo,
mis horas de ahora no son por penas
ni pienso que son desengaños,

solo confieso no haber vivido contigo,
entonces y ahora perduro extraño,
y te estuve tan cerca de decirlo
como me callé y seguí alejado.

Tenía un motivo, tenía un motivo,
era incluso una excusa objetiva,
y las idas y vueltas pensé ¿te lo digo?
¿qué mirada que entonces no vi me pondrías?

me entró de nuevo tanto pánico
como el terror en mi juventud mal tratada,
que pena que nunca tuve el ánimo
que ahora tengo y que no me vale de nada.

jueves, 14 de marzo de 2013

ALGUNA VEZ

No soy tan oscuro, también tengo alma de flor,
rezuma como en la primavera el ámbar,
me vuelan las gaviotas de la mar a la bahía,
y siempre brillan y siempre se vacían,
por los fondos hasta el frío es vapor,

mi ser se devana en soportable dolor,
puedo irme y llevarte a tierras que sangran,
y cantarte a solas mil noches seguidas,
y grabar en mi mente tu mirada cautiva,
y podría quererte hasta con celos, amor,

puedo renacerme casi como si fuera dios,
crear bosques y campiñas claras,
sudar bajo el sol y recolectarte vida,
sondearte con mis manos como en la salinas
arañan los brillos del eterno Sol,

puedo esperarte años y años, así soy yo,
paciencia infinita que aparenta casi nada,
y, ya ves, no se larga, no busca huidas,
siempre te lo tropiezas por las esquinas,
y siempre que giras, ea, otra vez yo,

otra vez no, otra vez no, ¿otra vez no?
pared que se tira, pared que se levanta,
no maldigas por dios la inocencia prohibida,
y esperemos los dos que en alguna cita
seamos capaces de traducir el amor.

miércoles, 13 de marzo de 2013

NO QUIERO ROMPER ESTE SILENCIO

No quiero romper este silencio
que se ha esculpido con tanto trabajo,
como el goteo en la cal de una gruta,
y aún pareciendo palabras que insultan,
pelean, culpan a las otras
y tras los silencios se trituran,

si rompo el silencio es con el silencio,
se callan los vientos, se anudan,
como esferas que por los desiertos
giran hirientes, giran y giran,
el silencio es noche hirviente
que no avisa, que llega y urga,

clava en la herida incandescente
la sangre negra de la noche oscura,
el ocaso se disloca, se vierte
por el espectro de nuestras vidas,
por los temas eternos, prohibidos,
por la mediocridad cotidiana, absurda,

si me callo y me callo de por vida
será porque ya sé que no hay causas,
que no hay razones de aclaren nada,
que nada queda en esta herida,
que no seré social, que no me basta
decir lo que sé, que lo que sé me irrita,

andar por andar, estúpida aventura,
tocar por tocar, los nervios no chirrían,
a las veinticuatro horas nunca desembocan
la buena voluntad de cada día,
salvo sombras ajenas, las sombras
de las imposibilidades vertidas,

si me callo es por no hablar
de lo que me interesa o me excita,
de no querer actos con las palabras,
ni palabras que por decirlas se digan,
ni más argumentos ni más trampas,
ni más respuestas que la vida misma,

si me callo no es porque no tenga ganas,
yo quiero ganarme lo que me digas,
yo quiero que me lluevan tus aguas claras,
yo quiero que me truene tu boca huidiza,
¿por qué no me dices lo que quiero que me digas?
¿por qué me dices que estás vencida?,

vamos a hablar ¿quieres que hablemos?
hablemos pues de mis manos atadas,
de mi cuerpo hipotecado y estéril,
de mi sueño inútil y débil,
de no poder sentirte en mi cuerpo,
del desapego de mi piel en tus equis,

de mi inportunidad para contigo,
de mi frustración de no estar contigo,
de mis ojos con los que no te miro,
de mi piel y tu piel en distintos sitios,
de volverme loco al hablar contigo,
de, lo inaccesible de estar contigo,

hablemos de lo inútil de esta droga,
de todas nuestras millones de horas,
del mundo imaginado en nuestras cabezas,
de las calenturas, de la siniestra
maldición que nos aleja,
de la maldita distancia que nos ahoga,

de lo que no nos podremos dar,
de todas las miradas que vamos a perder,
de todos los no paseos por el mar,
de todos los no café en el boulevard,
de ningún vello tuyo poder contar,
de ninguna mueca de tu risa poder rozar,

¿cómo podría vivirte así?
¿cómo solo, por la noche, seré feliz?
¿cómo aceptar que ni siquiera hay fin?
que ningún inicio lo fue a buscar,
que jamás te podré amar
sin necesidad de las palabras para amar,

¿no te das cuenta de mi necesidad por tu presencia?
¿no te das cuenta de esta indecencia?
yo prefiero el silencio como el de una estrella
que brille en la oscuridad inmensa,
callada, pequeñita y muy quieta, muy quieta,
que se irá apagando, muy quieta, por esta pena.

EL FRÍO DE LA NOCHE

El frío de la noche
no parece buen compañero,
pero es el que tengo
y es constante y sereno,

todo este frío me calma
con silencio y esmero,
cristaliza mis palabras
y me las devuelve luego,

tres luces rompen la noche,
la tímida, la pálida y la blanca,
se deslizan despacio
humeantes por mi espalda,

y yo manifiesto ahora
el solemne momento
en que este frío no me ahoga
y me lo llevo dentro.

lunes, 11 de marzo de 2013

SIN ROSTRO

UN CUADRO DE MI MUJER REALIZADO SOBRE TABLET IPAD. ES UN TRABAJO DE PINTURA COPIADO A PARTIR DE UNA FOTOGRAFÍA PERO NO SOBRE ELLA.

11 M

11 M  (Pintado en IPad) Era una mañana fría, una mañana como cualquiera,
no me dio tiempo esta vez de hacer la cama,
¡como se pondrá mi madre! tiene razón,
aunque esta vez quizá no tanta, estaba preocupada,
se acercaban los exámenes finales, ¡que agonía!
tampoco había mucho motivo para ello,
había estudiado mucho y gastando mi vida
para lograr mis sueños, como los de cualquier otro,

es curioso, ya me parece una familia,
toda esta gente que espera para tomar el metro
que penetra cada mañana en la ruidosa Madrid,
necesitaría tanto ahora la pequeña casa
de mi abuela, tan solariega, tan clara,
y sus manos, y viéndose en mi cara,

pues esa gente inmigrante que por aquí estaban
que anidaron y aún riendo mostrando nostalgia,
esos africanos brillantes de camisas blancas,
ese padre que lleva a su hijo al colegio,
esos ancianos que siempre
tan temprano se levantan,
compis y colegas que también estudian,
Luisa va para veterinaria, ¡hola Luisa!
¡que frío niña esta mañana!,

nos acercamos al borde, la puerta se desliza,
nos cobijamos en el interior, rectas sillas,
el runruneo del metro me hace cosquilla
sobre el sueño que aún me perdura,
¡que vaya tres noches! ¡tres nochecitas!
ya me vengaré, la primavera ya viene,
en ella soñaré, los paseos calurosos por julio,
también soñaré en Julio, pero esta vez con él,
es de Toledo, tenemos algunos planes,
algunos futuros y muchos sueños,

frente a mi una rumana y creo
que una ecuatoriana, y un chino o coreano,
o wietnamita, no los distingo,
cuánta gente diversa en este mundo,
en este metro, cuánta gente trabajadora,
madrugadora, ilusionadas en sus sencillas vida,
a veces casi nunca pasa nada,
a veces los días siguen y siguen como si nada,
el árabe o algo así está como un poco ido,
como yo mira los últimos mensajes o los guardados,
mensajes que por ahí irán volando,

ya estamos llegando, como todos los días,
nos iremos por lor túneles desviando,
buscando cada uno su lugar, ahora, en este sitio,
nos iremos hasta dentro de un rato,
¡vaya! el árabe se bajó, y se lo dejó olvidado,
a quien se le ocurre ponerlo debajo del asiento
y estar con el móvil distraído tecleando...

ya casi estamos, estamos llegando,
pasaremos un día como cualquier otro día,
y el de mañana nos está esperando
el de mañana nos está
el de mañana nos
el de mañana
el de
el
.........................
.........................
.........................
esperando
se nos quedó esperando.

jueves, 7 de marzo de 2013

NO PENSAR

¿Se le ha ocurrido a usted pensar
que quizás la vida no es lineal?
que es en realidad una espiral.
donde no se reconoce
el sentido orientativo,
mejor dicho
¿el sentido del camino?

de si vamos para el centro
o nos difundimos
por los infinitos del universo,

¿Se le ha ocurrido a usted pensar?
¿una vez al menos pensar?
puede que las líneas
aparentemente paralelas
sean desgraciadamente divergentes
con un ángulo mínimo y opaco,
unas milésimas
milimétricamente indetectables,
polvos atómicos
entre lo indeseable y lo deseable,

¿Se le ha ocurrido a usted pensar
que alguien por ahí también piensa?
que en su espiral o en lo que sea
muestra por el vacío su extrañeza,
¿ha pensado que las líneas
pueden ser curvas o rectas?
que lo recto no es siempre manifiesto,
que las curvas no siempre son absurdas,
que los desvíos de los caminos
no tienen porque sernos prisioneros,
que la lluvia no sabe de sus cortos segmentos,
que el Sol lanza rayos
curvados por los deseos,

¿Se le ha ocurrido a usted pensar
en la eternidad?
¿o en los breves momentos?
cuantificados en otra realidad,
partidos como demonios abstractos,
en el paso por aquí ¿piensa usted en mí?
pienso yo en usted ¿qué debo pensar?,
que bate espacios de sombras,
que rompe moldes, que no llora,
que llora porque ¿no hay horas?
que no hay horas de profundidad,
que en el fondo todo se nos va,
que no vamos porque no hemos partido,
que no salimos porque todo ¿bien está?
que lo está bien es cuasi bondad,
que somos buenos si nos hacemos
de otros prisioneros,
que apresamos las manos para que no naden,
que no nadamos por que el agua nos lleva,
que nunca llevamos lo que de verdad nos arde,
que somos colillas en los ceniceros,

¿Se le ha ocurrido a usted pensar
que no hay mayor ruina
que la falta de capacidad
para no pensar?

MALDITA LA HORA

Maldita la hora que hablé contigo la primera vez,
malditas cada una de las horas vividas contigo,
y cada instante de mi vida donde te he sufrido,
y las duras esperanzas de que te vería otra vez,

y aún más aquella extraña noche en que
te dije hola sin saber ni siquiera si eramos amigos,
y que en aquel paseo extraño por aquellos sitios
vi tantas estrellas de la noche aparecer,

maldita sea yo, no tu, no tienes nada que ver,
dejaste las cosas muy bien puestas en su sitio,
desordenadas por mí en un alocado vicio
de apoderarme de las dudas de tu ser,

cada vez que lo pienso, y te pienso, yo sé
que me guardaste en algún olvidado rincón limpio,
que me marcaste la hoja y que guardaste el libro,
que lo enterraste en algún esquina de tu ser,

mandé el mundo a no sé donde y todo por ver
dónde me llevaría mi corazón de eterno niño,
hasta dónde podría yo ser ese mago divino
que rompe los muros de mi pesado ser,

yo no te condeno, yo condeno que eramos tres,
tú y yo, y alguien más que no habíamos visto,
aguanto el presente y el pasado, pero yo no resisto
pensar que el futuro te va a disolver,

estarás en algún lugar, claro que eso lo sé,
pero ¿qué haces con tus gestos? ¿cómo te visto?
¿que haces por las mañanas y las noches? insisto
en querer saber lo que nunca sabré,

maldito aquellos días donde te fui a querer,
y aquellos paseos que me traías con tu amigo,
y aquellas despedidas donde tanto te he sufrido,
y aquel no que te dije una vez,

maldita la hora en que me ofreciste tu ser,
tus labios calientes huyendo del frío,
aquellas manos finas con sus dedos tibios,
y la mirada asesina de tu amor de mujer,

seas por fin dichosa, déjame de una vez,
deja de asaltarme en cada persona que asisto,
deja de llevarme por aquellos caminos
que nunca llegarán a tu endiablado ser.



lunes, 4 de marzo de 2013

PINTURAS DIGITALES


TRABAJOS DE PINTURA DIGITAL SOBRE TABLET IPAD DE MI MUJER

PINTURAS AL ÓLEO


PARQUE NACIONAL Y ACANTILADOS DE SOPELANA (ÓLEOS SOBRE LIENZO)

viernes, 1 de marzo de 2013

YO NO SÉ

Yo no sé en realidad por qué escribo poesía
si de verdad nunca me he considerado poeta,
es una pregunta que nunca me hago, un día
quizás me la haga, puede que pasado de meta,

vierto en ellos, de veras, mis filosofías,
y ninguna de ellas pensadas de ninguna manera,
mi historia es la de cualquiera de cualquier día,
mis pasos normales por las alineadas aceras,

sin embargo descubro que de lo que mi salía
alguien de otro lado lo siente como si lo sufriera,
y entonces, mi sorpresa me llegaba y producía
en mí mil preguntas de qué es lo que hacen ellas,

¿qué es lo que hacen ellas? mis poesía
será que es cierto que una vez escritas y manifiestas
lentamente se me alejan y como que no son ya mías,
como las hojas de sus árboles se alejan,

soy árbol pues y a veces de sangre fría,
y con la savia que otras cosas la calientan,
los ojos de una mujer o quizás su bella sonrisa,
o los vacies regulares que mi mente sueltan,

yo no sé en realidad por qué escribo poesía,
tampoco debe ser una pregunta que quede abierta,
porque no habrá respuesta y si la hay un día
que me la diga entonces, una a una, cada estrella.

UN BUEN CHAVAL

Realmente no me dijiste eres un buen tipo,
sino "eres buen chaval", es casi igual,
perdóname, la memoria me va fatal,
los años no pasan en balde, o ¿si pasan?
¿algo de aquello está en alguna parte?,

ya con el frío escarchado del otoño,
y sobre una tarde ya anochecida,
paré el coche un momento,
tuve dudas de idas y venidas,
mi novia me llamaba
y yo estaba loco,
y el click no fué ejecutado,
para algo me tiene que servir
parecer despistado,

tras dimes y diretes me enrutaste,
las calles se prensaban como una lasaña
de pasta dura y de carne,
nunca jamás estuve allí,
en un extraño fin del mundo tan cercano,
cuando llegué y miré a todos lados,
unos ojos rectos venían hacia mí,

como actor de una obra conocida,
levanté mis brazos para abrazarte,
con euforia desmedida
y a sabiendas que pondrías esa cara
de sorpresa tan chocante,
no me las rehusaste,
te metiste en ella
y en breves segundos sentí
mi vida entera, quise llorarte.

Me paseaste,
por las calles que tu paseas,
esta es la ermita de san no sé cual
y este el ayuntamiento legañoso,
aquí antiguamente había un pozo,
y el mercado está casi igual,

o algo así, no recuerdo todo eso,
solo te recuerdo de perfil
siempre duro,
tan insultantemente febril
como tus ojos perezosos,

tomemos una copa, esta vez sí,
esta vez teníamos abiertas
casi todas las posibilidades,
y entre cervezas y vanalidades
me contabas que estabas bien
pero que todo estaba muy solo,
que de vez en cuando con tus compis
haciais sesiones de amiguismo,
y una alumna te curioseó
y me presentaste como amigo,

salimos,
a tu casa, esta vez
solo dominada por ti,
aquí mi cuarto, aquí una mesa,
aquí mis libros,
aquí el sofá donde yo me aplasto,
- ¿por qué no te quedas? -
ya se ha hecho tarde,
- mañana madrugas y te vas -
(sin analizar demasiado que solo poseías
tu cama y el sofá, sin mucho pensar,
dónde me ibas a colocar, daba igual,
yo pensé)

esto, en todo caso,
es como una dosis final,
a sabiendas
que ninguna otra vendría detrás.

- No, mejor me voy -
- eres un buen chaval -

y pensé que pasé,
de soñado y anhelado,
de requerido por mis manos,
por mis ojos y mis charlas,
por mi cuerpo sin escrutar,
por casi todo conocido ya,
por un buen tipo,
y, finalmente,
por un buen chaval.

Te di el que sería,
mucho más que probablemente,
el útimo beso.

Creo ya que todos los besos
nos lo hemos dado,
y si queda alguno detrás,
quien sabe si te lo dará
alguien por ahí
que también sea un buen chaval.