lunes, 21 de noviembre de 2016

TAMBIÉN PASAMOS

También pasamos, no hemos de ser menos,
pasan las estaciones, las lunas,
se cubren de otros los senderos.

Pasamos por la vida con cobardes intentos,
y con la valentía de perderse en la bruma,
nos devuelve su aroma lo que ya ha muerto.

El tránsito en la vida ni es triste ni es ciego,
injusticia sufrimos y amores se esfuman,
y el olvido ataca como guerrero certero.

Y las obras se quedan que dicen los genios,
más sentimos que las nuestras el viento diluya,
hasta en ella está incluso el beso primero.

Se fueron familia, amigos, con sus momentos,
que viven en nosotros, es cierto que ocurra,
más que tímido dolor nos acude por dentro.

No vamos a ser más ni vamos a ser menos,
que el brote y la flor que acaban en fruta,
que a veces por no querida se pudre en el suelo.

La vida es tan relativa que desconocemos su precio,
qué dígito razonable aguanta en la ruta
de los comercios de almas que se van vendiendo.

Qué amores tuvimos que no supimos tenerlos,
qué celos nos llevaron a ahogarnos en dudas,
dónde se fueron yendo los besos sinceros.

Desagradecidos con la vida somos por miedos,
con él fulminamos hasta la inocencia ilusa,
la del amor y la paz que tanto queremos.

Que entre nosotros se entremeten misterios,
y aunque esta certeza pocas veces se duda,
nos gastamos en un monótono valor medio.

Debería ser que gastemos segundos en sueños
traducidos en latidos, y no quimeras que ocultan
el deseo de querer amarnos sin tanto temerlo.

También pasamos, no hemos de ser menos,
pero no aquellos momentos con las manos juntas,
en la noche de los tiempos en la que dijimos querenos.

domingo, 20 de noviembre de 2016

DESVIACIONES DE UN SONETO

Que distinto todo cuando pasa,
alejándose en silencio lo vivido,
latidos del ayer que se han ido,
voces prisoneras de alma rasa.

Qué momento decide el final,
llevar lo hecho al lugar olvidado,
qué segundo se torna ya pasado,
qué futuro hay si nada es igual.

Qué decirte si volviera yo a verte,
qué me dirías si me vieras de nuevo,
qué nos diríamos superando lo inerte,

acaso si yo aún en tu alma me muevo,
si acaso yo aún en tu alma me muevo,
desearía re quererte,
partiendo de todo y de nada,
sin trama.

Yo no sé si sabes que ando por aquí
aún con el frío seco de varios inviernos pasados,
intentando mirarte sin re plantearme,
pensando por dónde se agita tu cuerpo.
La oportunidad siempre se tiene,
lo del tren que pasa es puro cuento,
solo es la excusa cobarde del ya muerto,
solo el eslabón adrede partido
para ya no tenernos.

Pasa el tiempo pero nunca pasa,
se queda quieto esperando tiempo,
por el viento y agua de línea rasa,

por tus ojos vivos que yo recuerdo,
y por aquel camino donde nos hicimos
promesas no dichas que nunca han muerto.