sábado, 31 de enero de 2015

UN SEGUNDO

Solo te pido un segundo de tu eternidad,
solo un latido de tu corazón, 

solo te pido un segundo de temblor,
solo un pequeño aroma de tu flor,
 
solo te pido una simple sonrisa
de las muchas e infinitas,
aunque sea por compasión, 

solo te pido una de tus noches calmadas,
o agitadas, tu estrella enamorada,

solo que quieras, un segundo,
desearme con pasión.

SIENTO CÓMO LA VIDA ME ESTÁ LLAMANDO

Siento como la vida me está llamando,
siento sus alaridos y sus risas
escapando de mis manos,

miradas pasajeras, deseos callados,
la complicidad, una sonrisa
que engaña la soledad, 

siento como la vida me está llamando
todo se me va, sin saber, de las manos, 

compartir una tentación,
coincidir en una ensoñación,
despertar el corazón, 

siento como la vida me está llamando
y al sentirlo, lo estoy ignorando, 

deseando, siempre deseando,
¿resurgiendo? más bien matando, 

siento como la vida me está llamando, 

y sin decirte te quiero,
¡qué estúpido!,
me has abandonado.

jueves, 29 de enero de 2015

LA CAJA DE LOS ABRAZOS

Lo tenía arropado y protegido como un tesoro,
sin ser de oro, su caja de los abrazos,
junto a un trozo de raso, y varias fotos,
y entre otras cosas de todo, arena acaso,

era como un seguro de vida, más de sueños,
para defenderse del dueño de todos los olvidos,
el que sella desaparecido con tenaz empeño,
el cruel dueño que acaba con lo vivido,

y de vez en cuando, alguna vez que otra,
lo abre, y brotan, cariños que una vez fueron,
mundos de linderos con riberas y hojas,
amores que se arrojan, y besos primeros,

tímido lo hace pues teme que se vuelen,
o se gasten o quemen como todo lo que pasa,
que el tiempo rápido arrasa cuanto amor se tiene,
que la ausencia se mantiene eterna y falsa,

es lo que le queda con su caja de abrazos,
con la que vela sin plazos su pasado formado,
el tiempo de enamorado, su paz y remanso,
el oro de su descanso, sin ser brillo aureado,

¿quien no mira las fotos de lo que una vez sucedió
y un pequeño temblor en sus manos delata?
¿quien no reflota la barca que se hundió
y la embadurna de amor, de sudor y lágrima?

su vida diaria ya no acontece, larga y pesada,
sin contenido, si nada, y así pasan los años,
y así mueren los años, pero en su caja se guardan
las únicas miradas que sinceras se amaron,

y los únicos plazos donde la vida explotaba,
verso o prosa enamorada, o amor acaso,
y aún temblorosos los brazos, siempre se cruzaban
al abrir la caja, sin ser de oro, su caja de los abrazos.




miércoles, 28 de enero de 2015

EN TU MEMORIA

En un solo paso no te alcanzo,
nunca supe cómo hacerlo,
vueltas y vueltas,
de extraperlo
con todo lo que tengo,
por un abrazo,

me siento tan lejano,
tan iniciado, tan nuevo,
que cada día yo renuevo,
en mi recuerdo,
tus pecados,

contínuo amanecer
de este hombre,
extraño empeño,
reconquistar tu historia,
para esconderme, luego,
en tu memoria.

MONEDA

Lo mismo no vale mi moneda,
mi crédito o certificado,
ni un bilinguismo natural,

érase una vez una isla artificial,
una curiosidad para un breve rato,
alguien de quien te quejas,
que tira y esconde la teja,
igual, de extraño calado,
no te soy ya familiar,

preguntas si está bien o mal,
si se ríe o anda mal humorado,
o más simple, no te interesa,
no es dedo de santa Teresa,
ni va con reglas al dictado,
o solo alguien superficial,

una vieja cita inmaterial,
un etéreamente flipado,
que ni cumple, que ni reza,

y por eso, cuando entras,
te vas para otro lado,
pues parece que te huelo mal,
y casi nunca un hola o que tal,
como si te hubiera pellizcado
una avispa grotesca,

aunque me anda la sospecha
que me has dado por chalado
en un rincón en soledad,
rara cosa en su pensar,
así que caminito
y echar a andar,
no sea que te rocíe
de frustración con destreza,

lo sorprendente y que me pesa
es que cuando a otro lado
me he acercado,
llevas flores a raudales
vertiendo admiraciones en canal,
siendo genial ahora lo que hablo,
¿es a mí? ¿es por otros?
no te entiendo, ¿con qué moneda
te las gastas?
no te entiendo,
vaya prenda.

1 ENERO 2015

Rómpeme por dentro
y deja mi dignidad externa,
con tu ausencia extrema,
con tu plan de no ser,

yo siento arder
con tristeza o pena,
lo hecho por la vida
y lo olvidado por hacer,

no me quejo ¿tú te quejas?
eso quisiera,
el tiempo va pasando
esas cosas perecer,

un año más
que no lo olvida,
que no te olvida,
que me vuelve a vencer,

uno de enero
de dos mil quince,
mi tributo a esa vida,
y a esa misma mujer.

martes, 27 de enero de 2015

OTRA MANERA DE DECIRTE LO MISMO

Dime, ¿podríamos hablar?
aunque no sé muy bien qué decirte,
mejor dicho, por dónde empezar,
y creo que es posible que es
porque pienso más
en cómo puede acabar.

Yo creo que yo te espero,
y pienso que tú me esperas,
a ver si hilamos algo,
aunque sea a base
de frases pueriles,
sin importancia,
que puedan ir volcándose
a algo más pasional,
lavado de los perdones,
del intento de raciocinio,
de cosas anteriores,
de reconstruir precipicios,
de la fugacidad del ser,
y más lindezas, y más principios,

dime ¿podríamos hablar?
podríamos hablar porque en mi boca
emergen sentimientos y me desquicio,
porque se me seca la saliva
o porque ella ahoga mis delirios,
porque te dije lo que te dije
en medio de lo que nos dijimos,
porque íbamos hacia delante
como se desangran los ríos,
porque una vez tú y yo cruzamos
los dedos en algún sitio,

dime si podríamos hablar
de otras cosas y de lo mismo,
de por qué hemos dejado de querernos,
sabiéndonos aún más queridos,
de por qué aún guardamos aquella flor,
y aquel Sol, y aquella mirada, y aquel signo,

yo no sé si te sientes tan extraña
como me siento yo contigo,
como si acabara de descubrirte,
como si descubrieras que no soy el mismo,

tu aurora se expande en ocasiones,
hago devociones,
sucumbo en un olvido,
y cuando digo que quiero hablarte
no es para hablarte de lo mismo,
sino para hablarte de lo mismo,
con las mismas palabras,
por ver si descubrimos
cuál de ellas fue la asesina
de las que venían de camino.

Díme si podemos hablar
ahora y para todos los siglos.

domingo, 25 de enero de 2015

COMO LA NOCHE

La máquina infinita con su engranaje
rocía en el espacio tiempos que matan,
de la nada puede que nazca la vida
que ya se encarga de desangrarse en la nada,

porque solemos gastar nuestros tiempos,
la mayor parte de nuestros tiempos,
en ir pensando qué hacemos,
en hacer planes futuros,
en descartar caminos abiertos,
en no gastar de momento un regalo,
en no gritar cuando oímos silencios,
en guardar la sonrisa primera,
en sentarse a estudiarse primero,
a evitar por si quizás nos frustramos,
a cuidarnos poco a poco por miedo.

Y mientras todo esto se desgrana
se va quitando la vida de en medio,
sin permiso ni carta que acuse,
sin la premisa que decide el silencio.
Vivimos a golpes de espada,
más que bravía, con mancha de fuego,
vertiendo la vida que parecía oro
en un oxidado cofre de hierro.

Rebelde sin causa, está escrito en el mapa,
el relieve agudiza, el calor del viento,
y en el reposo que mi alma soñaba
se va cubriendo, como la noche, de negro.



miércoles, 21 de enero de 2015

EL RECUERDO

Ni siquiera me acuerdo que se me van los recuerdos,
los dulces, los perversos, y los intrascendentales,
de las manos me sale sangre de clavo ardiendo,
que lo apaga un invierno escribiendo a los mares.

De repente pensaba que era otra cosa el tiempo,
no un bullir que se desgrana irreversible en sus sales,
sino un batir de la nave derivando en desierto,
sino un volar medio muerto hacia ninguna parte.

Y que es solo fugacidad que una vez te hiciste hecho,
que palpitaba en mi pecho con intenso coraje,
que aquello que era amarre de color intenso,
se va diluyendo como un nombre innombrable.

Ni siquiera puedo saber cuántas veces fuiste recuerdo,
se hiciera amargo, se hiciera bello, ¿es que ya no me vales?
¿es que ya no vales? ¿no vales? no me lo digas en serio,
ya sé que me voy mintiendo sin saber a qué sabe.

Está tan cercano quizás, y sin embargo tan lejos,
que poco a poco entretejo una sombra y me barre,
soy en este mundo cobarde, y ya no hay remedio,
que lo que no fue empeño se perdió con su lastre.

Ni siquiera me acuerdo que se me van los recuerdos,
y ni lucho ni pretendo recuperar el color de una calle,
aquella en que aquella tarde yo te diera aquel beso,
no sé a qué sabía eso, ese recuerdo que tú no sabes.

martes, 13 de enero de 2015

YA NO SÉ HASTA CUÁNDO TE QUERRÉ

Me di cuenta que vivía en otro mundo,
de gente que yo me imaginaba,
y el realismo de la historia me contradice,
me quemó primero, luego me apaga.

Me di cuenta que vivíamos aislados,
o descontrolados por vidas separadas,
que la inmediatez del hecho era breve,
que el cariño o el amor se alejaban.

Sentía venir un tiempo desolado,
una cantina cerrada en amalgama,
una sábana inconsútil sin la sangre,
y un desconocimiento en la mañana.

La soledad podrá a veces estar bien,
pero en otras te quema y te amarga,
y ya no sabes si decirlo a destiempo,
temiendo que el decirlo sea nada.

Esperaré para un tiempo futuro,
hasta donde se te olvide mi cara,
y transitaré por las calles de al lado,
y me apenaré por verte alejada.

Pero entiendo que la vida a diario,
se vuelve anodina y extraña,
y que o tú vives en otro mundo,
o seré yo quien quizás no se aclara.

Los poemas escritos de noche,
obedientes a una luz que se apaga,
no pueden vivir para siempre,
que la vida exige otras pausas.

Ya no es desinterés, sino tristeza,
saberme camino de nada,
el vuelo del ave se encora,
la brisa antes suave, ora inflama.

Me quedaron aún muchas sonrisas,
y no sé ahora dónde guardarlas,
y quien sabe si se tornan semillas
que brotarán alguna mañana.

Y quisiera saber, si aún no es tarde,
si también tú guardaste las lágrimas,
aquellas venidas desde el emotivo
abrazo que una vez yo te daba.

Y pienso que hace ya varios años
que nos conocimos en una madrugada,
y tú anunciabas con la luz en el pecho,
poemas que el alma atrapaba.

Y yo pensé ¡qué momento!
hay alguien parecido a mi alma,
y me hice contigo prisionero,
y en mi celda mi alma volaba.

Pero sin embargo, y sin entenderlo,
sentenciaste liberarme las alas,
y ¿para qué quiere este pájaro triste
revolotear por las tierras áridas?

Si es tu designio, yo lo respetaré,
pero no pretendas que olvide tu alma,
aquella que cariñosa me diste,
ni esta que cruelmente me mata.





viernes, 9 de enero de 2015

CADA NOCHE


SER HUMANO

Soy persona ¿sabes? ser humano, tengo que dormir por aquí casi siempre, entre cartones, en algún banco del parque, en la puerta de un banco, hasta que me echan a las seís, no es algo a lo que me acostumbro, ¿sabes? persona, ser humano, a veces me dan algo, ropa o pan, ¿entiendes? echo de menos una ducha caliente, una cama caliente, un plato caliente,

no me han ido bien las cosas, no es culpa mía, lo he intentado, he buscado trabajo, pero no buscan a alguien como yo, me limpio los dientes como puedo, lavo la ropa a veces, en la orilla, en la fuente, intento que nadie me vea, también intento que me vean, ¿me entiendes? me refiero como a un ser humano, sé que lo soy, agradezco que me lo digan, pero sé que lo soy,

¡trabaja! me dicen ¡eres un parásito! yo respondo, con educación, que no lo soy, no quiero serlo, -discúlpeme si le molesto- en ocasiones, se vuelve, y se disculpa, y me da algo para comer, o buscar una sencilla habitación con una cama vestida, alguna noche, cinco o seís veces al año,

bebo agua, prefiero una cama, una comida, antes que alcohol, ¿sabes? también me arde la sangre, siento tristeza, cuando van a casa, no entiendo a Dios, a veces, a veces debería mirarme, me escondo en un rincón, y oigo plegarias, y amor para el prójimo, amo a Dios y al prójimo, ¿me ama Dios y el prójimo? necesito decirlo, es lo único digno que me queda, cuando no tienes nada, no tienes ni la dignidad, para decir eso, no tienes el derecho,

no soy el único ¿me entiendes? somos muchos, demasiados, pero somos humanos, seres humanos, explícame que es la humanidad, ¿son deseos que vuelan? ¿que desaparecen? ¿falsos? no me basta que el pobre más mísero sea el primero en entrar, no hay hermanos en la miseria, solo miradas, miradas de incomprensión.