sábado, 7 de mayo de 2016

CICLO

Otra vez al punto de partida,
una manía no intencionada
por mi parte,
y las manos buscaron en otra arte
una inquietud enamorada.
Así me vi en un lugar
ya conocido,
donde sabía que nadie me esperaba,
pero es como a la noche el rocío
que deja lágrimas en el alma.
Volver es como mirar de nuevo
los caminos retorcidos
por un estar inquieto,
y en aquel punto de partida
sin saber aún quién he sido
reinicio iluso la misma vida.
Una vez, y otra, y otra,
que ni aprendo ni me entendieron,
como el vicio que tienen las olas
que inquietas por ser del mar
se fueron muriendo.

1 comentario:

  1. Quizás como esas olas que con la resaca se van quedando dormidas en la orilla de la playa.
    Un abrazo.

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