jueves, 28 de mayo de 2015

PUENTE

Abandonado por las palabras, el tiempo es yerto,
crece un desconcierto en la quietud del alma,
llovieron sobre las llamas lágrimas caducadas,
la esencia de la mirada y sin nada que expresar,

faro guía de la mar que el navegar no consuela,
el brillo y las estelas son estrellas apagadas,
todo acaba en la nada, lo que entonces era,
la vida es una senda de pasado inmaterial,

el suceso sustancial que una vez se hizo cénit,
el orgasmo, el éxtasis de alguna madrugada,
más el viento va de cara, luego es traicionero,
y yo aquí te espero, ¿tú nunca vendrás?,

dime si no es verdad que éramos como lunas,
que danzaban en penumbra con latidos,
dime si no hemos sido el sentido del vivir,
si no queríamos vivir, si no sabíamos llegar,

todo morirá y volverá en otro espacio,
y aunque tengas el cansancio o notes el olvido,
aquí estoy contigo, o allí donde has volado,
que yo ni te he olvidado ni te voy a olvidar,

que no se puede olvidar sentimiento fugitivo,
que cada beso, uno a uno, fue conquistando
los campos de cardos, la tierra baldía,
y siempre serás mía en mi forma de amar,

el que con su manos supo dar con el cariño,
sentimiento y amistad, y en susurros al oído
los tiempos testigos, y como agua y harina
ofrece amasando un mañana por llegar,

en esencia, es verdad que pasarán años
en el que iremos recordando nuestras vivencias,
en conciencia o inconciencia, segura inquietud,
pero alguna vez nos volveremos a encontrar,

y en ese momento que no se ha de forzar,
expresaremos el lamento del tiempo perdido,
nuestro reloj de lágrimas humedecido
estará parado, y no podrá volver a andar.

Aún estoy aquí, no puedo saber por cuanto tiempo,
inevitablemente alguna vez me tendré que ir,
y me gustaría saber si al otro lado de este puente
no estás ausente y aún lo quieres cruzar.

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