domingo, 13 de septiembre de 2015

SONETO A LA LUNA












Anoche la Luna se doblaba,
presumía sobre el azul su brillo,
y dibujaba su sonrisa en la cara
a quien fuera a mirarla en el camino,

abajo bailaba como un tímido naranjo,
sus flores húmedas como labios fríos,
flores del azahar que en sus ramas
se susurraban al oído,

¡otra primavera! ¡cuanto milagro!
nuevos jazmines, nuevos lirios,
nacidos frescos de aquellos

otrora abril y mayo limpio,
aquellos donde tantas veces la quise
y donde tantas veces me quiso.

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