Yo no sé de palabras que no dicen nada,
que solo decoran algún decir vago,
solo sé que me implico sin ningún atajo
para esperar con puñal en una celada,
el verano se asoma, mi cara será vaga,
y yo no reconozco mis manos,
aquellas que tocaron como dulce piano
arpegios de cariño y alma clara,
al paisaje futuro lo oculta una llama,
los días insensibles caen del calendario,
casi todo se me antoja estrafalario,
y sucumbe con ello mi sola alma,
y es época de fruta que se torna melaza,
recoger de la altura besos agrietados,
más mi otra parte del ser está helado
del frío de la noche que tanto me amarga,
yo no sé de decires que no valen nada,
palabras de nubes en filas, quebrados
los pasos que por mí aún no se han dado,
y rayos de Sol que no vienen de cara,
podríamos andar por miles de ramas,
y ver si en ellas se enganchó algún abrazo,
pero no sé ni si quiera si hay algún plazo
que agote la vida de estas palabras,
siento en mi cuerpo el viento que me abraza,
y el tiempo romperse en pequeños pedazos,
siento moverme loco y a codazos
apartando estos días que me amenazan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario