Inicialmente y desde la incógnita
emergen unas palabras coloquiales,
una interrogación subyacente
y alguna ansiedad a des hora,
la otra parte y aún seudo agnóstica
se marea con ciertas fidelidades,
la presa no parece valiente,
ningún plato caliente la deshoja,
y ¿esta es toda la historia?
ya se sabe como la base gótica
erige columnas celestiales,
y algún rayo de luz algo irreverente
va rayando cada loza,
un susurro decadente, una nota
se impone por desdeñosos cristales,
y el pórtico de la gloria algo indecente
se abre como una amapola,
y ¿esta es toda la historia?
toda la charla se parecía a Mónica,
un ven y vete por mundos frugales,
un quiero pero no vayas a verterte
que solo es juego de deshonra,
porque, yo que sé, aunque agónica
la ilusión se entusiasme a raudales,
el juego parecía tenderte
para que me pasearas a solas,
y ¿esta es toda la historia?
no, y aunque empiece como mórbida,
los actos de en medio se manchan de sangre,
y ya nunca más volveré a verte
con esa dulzura en la boca,
y de alguna manera, aunque ilógica,
plasmé con la tinta el desarme,
y ya nunca más volveré a verte,
y borramos de nosotros la historia,
y esta es toda la historia.
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