Este buenos días desde primeras horas de la mañana,
miento, me levanté pasadas las diez, pero no importa,
tus buenos días me supo a gloria, tu sonrisa a alma,
y al salir vi que eran más los que estaban en mi hora,
así pues, manos a la obra, con quien cruzaba me abrazaba,
repartí parte de este día con todos, tocaba ahora,
chuchería para niño, flor para dama, voz a amistad sana.
En este día tan de día, sin necesidad de la noche que devora
fui labrando por la calle como labra la fuente el agua clara,
fui diciéndome a mí mismo el verso que emana de otra boca,
fui llegando a los principios ancestrales que me aconsejaban,
que solo puedo amarme a mí mismo si voy compartiendo mis horas,
que solo puedo quererme si acepto toda la calidez humana,
que solo puedo aceptarme si acepto el cariño que me otorgan.
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