Yo, que voy por la vida arreglando la vida,
y este hombre en su cuarto esperando la muerte,
frente a mí, en el patio, su soledad me parece
todo el pasado en el hoy que desvanece.
¿Qué espera por Dios su vector de fatiga?
creo que Dios fue a ponerlo frente a mi frente,
no hay subsidio al desconsuelo o soledad de la mente,
ni nadie que acuda a un corazón que se muere.
Yo sé que esto no es ir soltando alegrías,
el amor y la risa no entienden de muertes,
más bello será decir un te quiero celeste
que un te olvido perenne de toda la gente.
Hoy especialmente aparece gris este día,
pues mirando a este hombre ¿cómo puedo quererme?
si la soledad del otro me vence y me prende,
si la soledad del otro es mi soledad a veces.
La soledad ronda a tu protagonista con una cierta nostalgia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mucho de lo que escribo es creativo, pero en este caso muestro una fotografía de una escena real que veo al otro lado de un patio, alguien en soledad desde hace años. Gracias por tu comentario Rafael, un abrazo desde el sur.
Eliminar