Voy por las tierras que me ofrecieron,
caminante como otros con los sueños,
dejando huellas que borra el tiempo,
la resulta de lo que di y lo que me dieron,
mezcla extraña de risa y llanto,
para mí desnudo, para otros manto,
voy por caminos que otros hicieron,
leyendo los versos de los atardeceres,
bellos como los ojos que tienes,
aún soy de aquellos que me vieron,
aún soy, allá donde estés en tu viaje,
luz y sombra de aquel paisaje,
soy entre raíz y hoja, viajero,
soy el alma de la lluvia caída,
el clamor del bosque prisionero,
nací para verte entre frondas,
pero siempre te espero y te espero,
la caída del dios al que escalo,
los ojos del perdido, sinceros,
brumas de noches inacabadas,
e infiernos locos, pasajeros,
y la verdina marina que me cubre
tapando mis sentidos negros,
y los besos nunca dados con reproche
y los brazos que nunca me acogieron,
y el sentido de la vida angustiada
y la estupidez de vivir con esmero,
y las normas fatales que me abrazan
y el cariño animal y sincero,
y los locos desvaríos de la mente
y la extraña prisa en la que muero,
tengo las dificultades del latido
y nunca el eterno aire
de tu maravilloso beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario