Quizás, y solo quizás, después del temporal,
vengan tiempos de silencios,
y, estando con ellos,
aún sintiéndolo, nadie dirá.
Silencio que es traidora estrategia
para deambular a medias
con ambigüa verdad.
Díme pues, desde tus cerrados labios
si hay reservado un espacio
por donde volver a volar,
si esta ilusión no será en vano,
y si aún hay unas manos
que me deseen atrapar
Seguro que sí, que el silencio de esas manos tienen mucho que decir...
ResponderEliminarUn abrazo.