viernes, 12 de abril de 2013

AL FINAL

Cuando sea viejo lo primero que haré
es no darme cuenta que he llegado a serlo,
me haré justo en ese momento mi primera foto,
compraré unos zapatos nuevos
y los estrenaré después de un baño de espumas,

cuando sea viejo leeré de nuevo todos los libros,
y no repasaré, ni rectificaré,
sino que volveré a escribir los mismos poemas,
no tengo tiempo para inventar una nueva vida,
sí me queda el suficiente para dejar
adecuadamente decorosa la que tengo,

cuando sea viejo procuraré ser mas audaz
y más atrevido para saber disculpar y disculparme,
trataré a quien ame como una lucha contra la simetría,
acabaré por fin la ópera y la sinfonía,
jugaré como un niño a esconderme por los rincones,
y que sigas intrigándote en saber dónde estoy,

cuando sea viejo aprenderé a llevar
con dignidad el pellejo,
no haré como la oruga con mis arrugas:
mariposas falsas en el espejo,
cuando sea viejo buscaré cómplices
para atacar una vez más todo complejo,

querré ser simple y sencillo, buscar la única palabra,
encima de una tarima como una cabra,
por los altos rondos como el cóndor,
por las bajas nubes de la mañana,
con la flauta que se inflama,
con el viento del firmamento,
con los depravados sueños en la cama,
con la angustia siempre consentida,
con las ganas de matarme en cada empeño,
con la camisa mustia y raída,

y respetaré al poco pelo de tonto que aún tengo,
haré el payaso y sin huida,
cantaré en la noche como un memo,
me reiré de gráficas huidizas,
soñaré que soy aún tu prisionero,
y que tu amor aún me diviniza,
me envolveré como un caramelo,
y me seguirás probando con caricias,

llegaré a ser viejo arrastrándome por tu agua,
mis cantos otroras riscos agudos
pasan a ser curvas suaves,
brillantes como esporas brillantes,
templadas por la calma del viento,
seré viejo pero nunca gastado,
me quedan gritos de protestas al fango,
volveré de donde nunca vine,
iré a donde siempre he estado,
seguiré siendo la causa de mis efectos,
no admitiré más juez que yo mismo,
no haré cobardes silogismos,
me partiré en dos para verme en medio,
lanzaré palabras que nunca he dicho,
apagaré por fin las tan consabidas,
tan soberbias e insìpidas,

me doctoraré en un joven helecho,
lanzaré mi vista a ninguna huida,
repartiré mi tiempo,
sangraré mi alma,
quebraré el silencio,
te diré que no me da la gana
quererte como no te quiero,
te diré tan solo que lo que me entran ganas
es no querer saber que he llegado a ser viejo
para haberme olvidado quien eres,
o darme cuenta tarde que soy el culpable
y que ya no me amas.

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