Caen las hojas del verano
y en el suelo pisarán
los mismos que enterraron
el sudor que con sus besos
a ellas obligaron
por sus cuerpos resbalar,
mientras ella lo recuerda
entre ese corto espacio
hacia la mayoría de edad,
casi sin saberlo,
despacio,
quiso a un joven de otro
modo
otro modo de jugar,
fue el primero y lo sabe,
entregó toda su alma
y toda su libertad,
sus ojos y sus labios,
sus risas y sus palabras,
esperando de él más,
pero la olvidó y se fue
con otra
que al parecer sabe más,
no es más que una
chiquilla,
él, entre sonrisa y
nostalgia,
le escribe un poema en
carta
ella, le
remitió una tarifa.
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