Abrazar, arañar, besar, golpear, hacer el amor,
en esto parece consistir nuestra historia,
un extraño juego de placer y dolor
que suena a divertido con rayos de sombras,
dos raros e inconsistentes, dos,
que elevan las palabras a la gloria,
que las sepultan con mucho pudor,
que de nuevo las retoman y se mojan,
silencios subyacentes, miradas tendidas,
soy, eres, somos culpables, esto es una noria,
en cada vuelta van advertidas
las últimas advertencias, las últimas horas,
indeseadas, indeseables, ¿a qué jugamos?
¿a ver quien pierde antes la memoria?
mientras tanto nos vamos por cada lado,
nos miramos de reojo, que cosa más tonta,
y misteriosamente nos fundimos
sobre el calor de la alfombra,
cada uno piensa que piensa el otro,
cada uno del otro toma nota,
y plasman unas gráficas cuasi económicas,
para estudiar bien inflexiones rojas,
las coordenadas se alargan astronómicas,
mientras nuestra Luna por nosotros se enoja,
parecemos infantiles jugando en el patio
al esconderse entre las sombras,
o al aquí te pillo y te mato,
o a lo de la traidora cuerda floja,
y a sabiendas de cuanto nos amamos
nos silenciamos con voces locas,
y en este tonteo, yo te quiero y reclamo
una vez más tu boca en mi boca.
Dos que riñen...son riñones?
ResponderEliminarBromas a parte me encanta, así son las historias cuando son de amor...al final todo se perdona y se sella la paz con un beso.
Gracias por el lujo de leerte