Jugaste con mis sentimientos
como una chiquilla tunante,
juguetona y distante,
insensible y pueril,
que alejaba románticos
expresándole halagos,
malditos versos rociados
de susurros de amor,
¡lo quieres! ¡no lo quieres!
y me ardes con plazos,
loca y despacio,
eres borde febril,
y te das por orgullosa,
como una guerrera moderna,
que baila por la tierra
quemando el corazón.
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