Para vivirse bastan las ganas,
una semilla diaria
y caras sinceras,
evitar la desgarra
y las simples quimeras,
para la verdad no hacen falta
las palabras,
ni montarse en las quejas,
ni soltar las amarras
cuando todo es tiniebla,
entre unos amigos no hay carta,
ni paradas
ni bosque sin senda,
la verdad solo es dada
si se quiere de veras,
si te vas entre temidas brazas
que nada abrasa,
dejas en otro una huella,
una herida sangrada
que ya nunca se cierra,
puedes hacer lo que te de la gana,
lo que más te agrada,
pero quiero que sepas
que con esta jugada
ya no lleves la queja,
y si ya agotamos las palabras
hasta desde el alma,
dime ¿qué queda?
¿historias pasadas?
o ¿maldición y pena?
no amiga, no queda ya nada
salvo la calma
tras una perdida guerra,
y una mañana
donde mal vivo sin ella.
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