A veces, sólo a veces, la daga que entra en el mismísimo centro del Alma, esa daga que hiere, sin herir, que sangra, sin matar, llega, y de qué manera. Soy incapaz de expresar en una sola palabra, incluso en infinitas de ellas, qué y cómo me has hecho sentir. Si te basta, te diré que te escribo desde la lágrima más emocionada... y decirte gracias, sería enturbiar la maravilla... y esto, sí, esto, que supera la categoría de poema, es una maravilla lanzada cual daga hasta el mismísimo centro de mi Alma. Un fuerte abrazo.
Me alegro que te haya gustado. Realmente es un poema apoyado en otro de Gibran aunque absolutamente alterado, donde quería describir de alguna manera esa alta sensibilidad que te caracteriza. Besos.
A veces, sólo a veces, la daga que entra en el mismísimo centro del Alma, esa daga que hiere, sin herir, que sangra, sin matar, llega, y de qué manera.
ResponderEliminarSoy incapaz de expresar en una sola palabra, incluso en infinitas de ellas, qué y cómo me has hecho sentir.
Si te basta, te diré que te escribo desde la lágrima más emocionada... y decirte gracias, sería enturbiar la maravilla... y esto, sí, esto, que supera la categoría de poema, es una maravilla lanzada cual daga hasta el mismísimo centro de mi Alma.
Un fuerte abrazo.
Me alegro que te haya gustado. Realmente es un poema apoyado en otro de Gibran aunque absolutamente alterado, donde quería describir de alguna manera esa alta sensibilidad que te caracteriza. Besos.
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