Confieso no haberte amado
como aman los prisioneros,
los cautivos de los cantos,
o la tristeza del jilguero,
acepto no ser ya esperanza,
ni de tus días los sueños,
ni el rescoldo de las brazas
ni los nervios del silencio,
no pienso que tus abrazos
me acogen con amor sincero,
me he ido yendo tan despacio
que ya ni miras de lejos,
ni un adiós mal expresado,
ni una huella o un acento,
tan solo un vacío vaso
lleno de lagrimeo,
llegará de nuevo el verano
y esta vez si va en serio,
que su calor envenenado
borrará lunas del cielo,
confieso haberte amado
en el celo de mi terreno,
y con la lluvia van bajando
los estériles y tristes tiempos,
no se perderá nada
pues ningún logro era hecho,
tan solo inventadas palabras
entre los planos desechos,
entenderte era fácil,
dejar de ser quien fui siendo,
dejar de ser loco y hábil
con mis bobos pensamientos,
vidas de dos medio cruzadas
clamando amor y besos,
pero la vida es una batalla
donde quizás ambos perdemos,
el fin de toda esta historia
es que se parecerá a un cuento,
que lo meteremos en la memoria
para que nos queme por dentro,
confieso no haberte amado
como deseabas con anhelo,
pero te amé aún fracasando,
y con besos, con mis besos.
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