sábado, 12 de octubre de 2013

NO ES BUENO EL ADIÓS

Tu vida es un asco ¿verdad? todo el mundo ha conspirado contra ti, tú no tienes culpa de nada. Eres inocente. Los demás son los que no te comprenden. No has dado motivos para que te traten así. Tu ex te dejó, realmente no te quería, simplemente necesitaba alguien al lado que le resolviera sus pequeños problemas de cada día. Pero nunca te consideró como algo interesante.
 
Pero, ¿cierto? tampoco haces nada por resolver esto, tú no eres culpable. ¿Por qué tengo que resolver algo de lo que no soy culpable? ¿Qué culpa tienes tú de que hayas dejado de ser interesante? También el otro o la otra ha dejado de serlo y tú no se lo has tenido en cuenta. ¿Qué culpa tienes tú verdad? Entonces ¿para qué seguir con esta temática estúpida? No te sientes acusado o acusada. Es mejor entonces que cortes aquí y dejes de leer.
 
Este estúpido que me está medio bronqueando que se vaya por ahí.
 
¡Adiós!
 
¿Acaso volviste? ¿qué más tiene este prepotente que decirme? ¿Acaso te interesa realmente?
 
Crees tener buenos principios y buenas bases de comportamiento, crees actuar con ética, tener consideración y respeto, porque crees respetar a los demás tales como son. Crees que es injusto que no te traten a ti como tú tratas a los demás, porque crees que eres ejemplar en tu comportamiento. Sin embargo eres tan vulgar como cualquier otro. Hasta tus arrugas son bellas. Y tan feas como las de los demás pero no te gusta que te lo digan. Prefieres que lo decoren con hermosas palabras. Eres tonta o tonto de verdad. No te das cuenta que está en ti la posibilidad del cambio y de evolucionar. Eres realmente un inútil.
 
Si no crees que eres así es mejor que dejes de leerme y me mandes a tomar vientos frescos.
 
¡Adiós!
 
No me lo puedo casi creer, empiezas a otorgarme un espacio, o ¿quizás empiezas a otorgártelo a ti mismo? Empiezas a intuir que a este idiota lo domarás. Que le rebatirás todos y cada uno de sus argumentos. Por ejemplo, y para empezar, ¿se cree este tipo que escribe que es perfecto? Porque buscas la perfección ¿o no? a ver que buscas, que quieres, que deseas, que pides, que exiges, que necesitas. Yo busco en mí, quiero la felicidad, deseo la paz, pido la justicia, exijo la responsabilidad, necesito el amor. ¿Y los demás no? ¿qué te crees? piensa que todos estamos necesitados, piensa que quizás el otro necesita mi ayuda. ¿Estás harto de ayudar? siempre estás ayudando, tienes que hacerlo todo porque los demás son unos vagos, unos maleducados, unos torpes de los que no acabo de fiarme, unos falsos a los que no acabo de creer. Tú eres creíble, estable, afectivo e involucrado. Los demás están equivocados. No es posible seguir hablando con alguien tan intachable. Mejor que me dejes.
 
¡Adiós!
 
No puedo casi creerme que hayas vuelto. Al fin y al cabo ¿Cuál es el problema? ¿yo? ¿tú? sí, sí, ya sé, ambos. Fácil respuesta. Contamos un dos tres y empezamos a correr y a mirarnos en paralelo, pero es que a veces uno es más lento ¿sabes? y no hay razón objetiva que lo explique, uno no puede correr más, el otro si puede frenar un poco, esperar. Puedes resolver este asunto. Puedo resolver este asunto. Podemos.
 
Y si no queremos, pues entonces, y con pena, esta vez, ¡Adiós!

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