La luz se hace de oro y de sombras
que acaricia nuestro mundo y vida,
y el silencio adquiere sus formas
de aquellas palabras nunca dichas,
la vida es un contraste de historias,
algunas de ellas casi suicidas,
y el amor o es quimera sin honra
o logro que nunca se olvida,
esta lucha que a veces nos desborda
marcan metas a veces vencidas,
luchamos por los que nos adoran
y por aquellas otras enemigas,
dicen que fuimos estrellas, otrora,
y polvo de ellas, y neblina,
lluvia que limpia o que borra,
y también agua que ahoga, asesina,
más no es asunto que nos cobra,
ni alcanza con moda escondida,
viene de cara con su viento de cola,
como atroz rayo o suave brisa,
somos pantanos de flores y frondas,
agua que corre o agua dormida,
según salte el corazón como onda
o se pare por algún homicida,
somos de otros, otros nos rozan,
y somos para otros hasta la voz amiga,
y el odio, y el celo, y la deshonra,
y a veces nada, como la nada infinita,
contrastar mi vida y mis cosas
con las de quien me atañe y me mira,
coexistir en todas las horas,
y acabar con el miedo a la vida.
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