lunes, 21 de abril de 2014

PARÁFRASIS DE UNA CARTA DE PACO Y JULIA

Esto es una canción para los niños
que nacen y que viven entre acero y betún,
entre el betún y el asfalto,
y que no supieron nunca
que la Tierra era un jardín.

Había un jardín que se llamaba la Tierra.
En él brillaba el Sol como una fruta prohibida.
No, no era el paraíso para entrar,
ni nada que se haya visto o entendido.
Tenía un jardín, una casa, algunos árboles,
con una cama de plumas para hacer el amor,
y un pequeño arroyo serpenteante,
en el que iba a refrescarse
y perseguir su corriente.
Él tenía un jardín grande como un valle
donde podía contar todas las estaciones,
sobre la tierra ardiente
y sobre la hierba helada,
y decorar de flores que no tenían nombres.
Tenía un jardín que se llamaba la Tierra,
era suficientemente grande para todos los niños.

Estuvo habitado una vez por nuestros abuelos,
que lo habían obtenido a su vez de sus abuelos.
¿Dónde está este jardín donde podemos nacer?
donde podemos vivir los inconscientes y nosotros,
¿donde está la casa con todas las puertas abiertas?
que yo busco aún y que no la encuentro.

(De Paco y Julia, noviembre de 1977)

"Para el pequeño niño que creía que la Tierra es un jardín,
con camas de plumas para hacer el amor.
Tú lo buscas aún.
Nosotros esperamos encontrarlo como tú todos los días.
El jardín está solamente en las pequeñas cosas,
en los pequeños niños como tú,
como nosotros"

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