No es ausencia, te lo prometo, sino inseguridad,
una genialidad de las mías, que a nada llega,
toda una entrega de disparates fingidos,
todo un camino acosado por hienas.
No es silencio, también te lo prometo,
es que yo no me meto si no tengo una pista,
es que está a la vista que no quiero recordar
cualquier verdad que me lleve a una pena.
No es cierre de boca, te lo aseguro, de verdad,
tú si me sabes dar y yo no sé albergarte,
a mí me gustaría darte mucho más que palabras,
mucho más que una charla, más bien una entrega.
No es no querer mirar, te lo garantizo,
algún pasado me hizo no querer seguir viendo,
de un ayer incierto que me cambió el humor,
los pasos ya no son por la misma vereda.
No es no querer avanzar, yo sé que te aflige,
tu faz está triste y por ella no me manifiesto,
más bien me acuesto intempestivamente,
con un hasta mañana que te suena a niebla.
No es que no quiera oírte, te oigo muy claro,
como el rumor del árbol y sus aves inquietas,
mi genial treta es hacerme el despistado,
me he desplazado a un alma muy quieta.
Sí quiero que estés y te lo digo muy simple,
si no le das al timbre cada día que pasas,
en mi cabeza amenaza una jaula de tigres,
que arañan barrotes ansiosos de presas.
Sí quiero que hables y me digas tus cosas,
y te hagas hermosa cada noche a la lumbre,
y cuando me aturdes yo te entregaré una rosa,
un verso, una música, una voz que te llega.
Sí quiero que beses como una braza encendida,
con locura desmedida, sin analizar la cuestión,
y si se cae el telón yo te buscaré una salida,
y con las manos unidas despojaremos las prendas.
Sí quiero que me mires, y no es por vanidad,
es por la necesidad de saber que me quieres,
y saber que me vienes con toda tu verdad,
y que nada está mal si realmente nos vuela.
Sí quiero que avances, y que no pongas cota,
y que nada rompa el batir de tus vientos,
y que todo sentimiento busca y se apropia
de cualquier mala copia que no nos alegra.
Sí quiero oírte, cada vez más intensa,
más traviesa, más audaz, con todo tu encanto,
y si yo me espanto un poco no te me agobies,
que este detalle pasará sin tragedia.
Si yo quiero y tu quieres y ambos queremos,
es decir, si me esmero, si me uno a la causa,
ya no habrá pausa, una vez empecemos,
iré navegando por tu piel entera, por tu piel entera.
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