- No valgo para nada
- no puedes decir eso
- lo estoy diciendo, no me agrada,
pero sé que nada de lo que haga
trascenderá, no se valorará,
y no permanecerá entre vosotros
- ¿no has pensado que seguramente
tu obsesión por permanecer
se ha transformado en una obsesión
de no permanencia?
- no, no lo he pensado,
en realidad no pienso nada,
es mi estado normal,
¿cómo se piensa en algo?
- piensa en un árbol
¿qué te sugiere?
¿belleza? ¿alma?
- me sugiere una mirada
- ¿una mirada?
- una mirada más a mi persona,
una broma más de la naturaleza,
pienso que el árbol me tapa
lo que hay detrás de él
- confórmate con el árbol
- no, no me conformo,
me deprime lo que el árbol me oculta
- prueba a cortar el árbol
- no, desaparecería inmediatamente
lo que hay detrás de él,
lo que el árbol ocultaba,
desaparecería seguro el secreto del árbol
y también su espíritu,
el secreto está por su propia existencia,
y solo el secreto permanecerá
si el árbol permanece
- no lo entiendo
- no hay secretos en algo muerto,
no hay secretos en lo que ya no existe,
detrás de la existencia está el alma de lo que existe
- el alma siempre está
- el alma en sí no existe,
el alma en sí no es nada,
no es la otra cara de la Luna,
la que no se ve
- pero si vas puedes llegar a verla
- sería rebelarme contra el secreto en sí
- háblale pues, si le hablas
moverás sus silencios,
si le sonríes mueves su tristeza
- es como si la vida fueran dos vidas,
pero no cara y cruz de la moneda,
no dos vidas inseparables
- estoy desesperándome por escuchar
una esperanza tuya
- me siento inútil
- creo que vives en tus contrarios
- más en la negación,
ni siquiera en las dudas,
vivo sin mi yo
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