Quisiera aprender a saber cuando alguien me ama pero no sabe cómo,
quisiera aprender de unos ojos que me miran cuando yo los miro,
no perderme un destello, ni uno, ni el más brusco ni el más bello,
y meterme entre ellos,
quisiera aprender cuando tus manos se mueven,
cuando asida a la lumbre de la casa te asomas,
cuando te nombras y extiendes las redes,
aprender a saber cuando la noche te ahoga,
quisiera hablar con tus silencios porque me son intrigantes,
garganta profunda desde tus pechos ardientes,
en un millón por uno vendería mi alma
con tal de saberte,
quisiera tantas cosas y tan lentas me vienen,
que desespero y desespero amor,
mi niño inocente de nuevo aparece,
siempre me trae esta capa de inocencia,
esta infinita paciencia de esperar que me lluevas,
que caigas sobre mí como noche de estrellas,
y te lo digo, no sé si me entiendes,
quisiera saber si esperas un cambio de giro,
si has puesto el reloj para saber cuánto dura el plan de este blandito valiente,
pero no puedo saberlo, que te conste que te miro en cada cosa que haces,
en cada silencio evidente,
quisiera saber de qué va esto, yo no sé si tú me lo entiendes,
yo quisiera saber si quieres saber de qué va esto,
y quisiera saber si quieres saber que éste lo entiende,
quisiera saber si estamos jugando o todo es algo más simple,
si lo que estamos compartiendo no es más que por pasar un ratillo,
si no son más que ladrillos in adherentes,
quisiera aprender desde mi mente tan desconocida por mí
si puedo ahondar en otra mente y aprender con ella,
y si además es bella, aprender a ir,
quisiera aprender a saber distinguir los cariños mostrados,
los versos lanzados sin pausa ni causa de los que de amor se lanzan,
quisiera saber si me entiendes cuando digo palabras,
que no son más que arrieras con las que quiero yo verte.
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