Quisiera contar las
estrellas de universo
y las aceitunas del
olivar,
el grano de la tierra
y las gotas del mar,
y meterme en la ciénaga
de barro fresco
donde brota el pajar,
mientras la alondra
despierta
y comienza a cantar,
un sueño, un delirio,
inocente e incapaz
de contar una sola,
una sola esperanza
de verte
una vez más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario