paseando por la vida sin meta,
arrinconados bajo la sombra
que se cruza en la vereda,
les dije adiós como a la nada
o a todo como si no supieran
separar tierra de agua
o fondo azul de estrellas,
mis sueños me abandonaron,
me queda una mente que piensa,
y un corazón con mal latido,
y unas piernas que flaquean,
lo que queda ya será corto,
como corta la vida bella,
todo recuerdo se quedará
pensando qué es lo que era,
qué de los cantos al mar,
qué de los besos de ella,
qué de las manos rozadas,
qué de etéreos poemas,
ellos por mis manos,
sarta de cadena,
delirios de solitario,
fondo de poeta,
no supe enamorar a la vida
la vida por ello se venga,
- no corras - no te apures -
ya se va, ya no llega,
siéntate ahora y llora
y piensa y reza y piensa,
el día se te acaba,
la fría noche llega,
nada que acoger,
salvo fría recta
lanzada al punto donde
vida y muerte se encuentran,
pero te equivocas calma dura
si crees que me molesta,
nada pacté contigo
aunque hagas lo que quieras,
tu aspecto es absurdo,
todo viene, todo llega,
todo se apura en el tiempo,
no inventes más ideas,
no lances al camino
mareas que no llegan,
guarda tu frío aspecto,
no me vengas con condenas,
¿los sueños se guardan?
que iluso, bajo tierra,
y no crecerán en nada,
viejo que se va, niño que llega,
El pulso de esta historia es que, a pesar de las memorias, tu cara es un poema.
El batir de las olas de ahora no saben de las que antes llegaron con sus temas.
Porque el tiempo reinventa en cada momento
nuevos sucesos que nos salvarán de otras quemas,
porque en el camino que andamos aún contra el viento
no hay momento de pensar en las pasadas huellas,
nada que ver con relatividades metafísicas
ni otros puntos científicos de la naturaleza,
es que no hay tiempo, que no hay tiempo sobrante,
que lo que viene requiere sudarse la faena,
¡que he visto dormir a mis sueños acurrucados
en los jardines diseñados por antiguas letras!
pues que se queden ahí y se mejoren si enferman
que yo me voy largando para otro lado con otros temas.
Porque el tiempo reinventa en cada momento
nuevos sucesos que nos salvarán de otras quemas,
porque en el camino que andamos aún contra el viento
no hay momento de pensar en las pasadas huellas,
nada que ver con relatividades metafísicas
ni otros puntos científicos de la naturaleza,
es que no hay tiempo, que no hay tiempo sobrante,
que lo que viene requiere sudarse la faena,
¡que he visto dormir a mis sueños acurrucados
en los jardines diseñados por antiguas letras!
pues que se queden ahí y se mejoren si enferman
que yo me voy largando para otro lado con otros temas.
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