miércoles, 22 de mayo de 2013

LA ÚLTIMA VEZ QUE ME LEES

Puede que después de esto
sea la última vez que me lees,
quizás mucho más adelante
me dirías
que horrible aquello que escribiste.

Es que aquí
hay un mal entendido conmigo,
a veces solo la muerte
hace un agónico esfuerzo de vida,
podías hacer ese esfuerzo
sin que la curiosidad te guiara
por un placer morboso.

No te voy a explicar
en estos minutos nada,
en toda mi vida
ninguna explicación
fué válida para ti,
¿cómo es que la quieres ahora?.

Tanta gente que tanto quieres,
quizás sean más humanos que yo,
menos teatrales o dramáticos,
aunque dime ¿qué tiene de dramático
un suicidio?.

Pero quiero aún pensar,
repetir una vez más
todo lo que siento,
perdóname,
será la última vez.

yo no sé cómo llegué a odiar
cada segundo de mi existencia,
¿cómo alcancé tanto asunto nulo?
¿cómo viví con tanta pasividad?
¿cómo pensé
que ya nada había detrás?
¿cómo tanto fracaso
nada más empezar a andar?.

Ya no tengo nada que hacer
salvo calmar de alguna manera mi odio,
esta maldad e incomprensión que me rodea
acabará dándome la solución,
al menos una idea sobre ella.

Mi espíritu ¿mi espíritu?
mi espíritu ha muerto,
¿qué sentido tiene una simple masa?
un simple cuerpo,
una callada muerte
que me dé de pleno.

Que no os importe demasiado,
os haré un favor,
me llevaré también vuestros fracasos,
y no me importa que si yo muero
solo dejo el recuerdo
de un neurótico desgraciado,
en vuestra conciencia
durante millones de años.







No hay comentarios:

Publicar un comentario