no supe qué hacer,
hacía tanto que no la
veía, tanto tiempo que no la
veía,
que no la reconocí,
como si no fuera la misma que en una noche me quiso,
como si al verla pasaran fantasmas ridículos,
tantos años olvidando, apareció y no la veía,
como si no fuera yo el
mismo,
su mirada tan extraña en sus ojos tan distintos,
una lágrima se secaba olvidada, un breve suspiro,
tanto hace que no la veía que busqué como loco
en un lugar de mi alma,
aquellos versos en un
folio,aquellas tristes palabras,
que quedaron en el fondo describiendo
su mirada.
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