Recuérdame, hasta incluso como el que no fui,
acuérdate de mí como si hubiera aceptado tus deseos,
dame vida en tu ser, regálame la vida que no viví,
dame desde el primero hasta el último de tus sueños.
Ve abrigando cada año las hojas de otoño caídas,
ve aceptando las rías de los mares en la tierra,
vive a modo de efímera flor de la primavera,
y hazte camino entre los bosques del invierno.
Otórgame, entrégame, con un aire de testamento,
olvida ya los tiempos en los que nunca has vivido,
no temas a los prohibido, más a la verdad normalizada,
hiérete, piérdete, olvida ya tu corazón vencido.
A cambio y si acaso yo me adelantara a tus tiempos,
me sentaré a la espera de que llegues y me alcances
que yo me llevaría la vida entera esperándote,
y retomar nuestro camino, nuestra vida hacia delante.
Los ojos que miraron son capaces de asomarse
a los corazones partidos sin mediar las palabras,
así lo siento yo, así te siento, esperanza blanca,
limpia y pura, de ti, de mi, mi sueño es abrazarte.
jueves, 25 de junio de 2015
miércoles, 24 de junio de 2015
PASABAN
Pasaban las olas
y yo las mirabas
si traían los sueños
en que tú me bañabas,
pasaban las noches
y yo escuchaba,
si traían tus voces
de dulzura blanca,
pasaban los tiempos
y yo esperaba,
que aquellos momentos
otra vez retornaran,
y pasaban los días
y nada llegaba,
y el corazón se moría
sin sangre de amada.
y yo las mirabas
si traían los sueños
en que tú me bañabas,
pasaban las noches
y yo escuchaba,
si traían tus voces
de dulzura blanca,
pasaban los tiempos
y yo esperaba,
que aquellos momentos
otra vez retornaran,
y pasaban los días
y nada llegaba,
y el corazón se moría
sin sangre de amada.
martes, 23 de junio de 2015
UN DÍA
Un día, una calle, una mirada, un diálogo,
un tema sostenido con inquietud febril,
un deseo a los labios de un poema solitario,
un par de sueños, dos cafés, y vivir.
Una historia cotidiana, no por ello
no soñada, un transporte para sentir,
un rapto del tiempo casi perdido,
y el anhelo de volverte a ver aquí.
Un rincón de un bareto que nos cobija,
un papelillo de plumas que van por ahí,
un asombro en la cara, enormes ganas
de vivir todo aquello que no viví.
Un cruce de miradas de aguas claras,
una lluvia blanca de las de abril,
un arropamiento que acercan tus palabras,
un susurro deseado y sin fin.
En la tarde de ese día languidecen,
los besos que no me diste y te pedí,
y en la noche de ese día acontece
la triste soledad cuando me fui.
un tema sostenido con inquietud febril,
un deseo a los labios de un poema solitario,
un par de sueños, dos cafés, y vivir.
Una historia cotidiana, no por ello
no soñada, un transporte para sentir,
un rapto del tiempo casi perdido,
y el anhelo de volverte a ver aquí.
Un rincón de un bareto que nos cobija,
un papelillo de plumas que van por ahí,
un asombro en la cara, enormes ganas
de vivir todo aquello que no viví.
Un cruce de miradas de aguas claras,
una lluvia blanca de las de abril,
un arropamiento que acercan tus palabras,
un susurro deseado y sin fin.
En la tarde de ese día languidecen,
los besos que no me diste y te pedí,
y en la noche de ese día acontece
la triste soledad cuando me fui.
lunes, 22 de junio de 2015
EPITAFIO
Muero, sin sentencia,
sin lugar a defensa,
sin palabras.
Muero,
en esencia,
no me queda nada.
sin lugar a defensa,
sin palabras.
Muero,
en esencia,
no me queda nada.
RÚBRICA
He vivido gracias a ti,
desde el temblor de tus manos,
y tus sueños del día,
y me iluminaste,
fui aprendiz del sol,
como al que querías.
Puse en ti secretos,
que transitaban en mí,
así te fui asiendo,
tomándote entre mis dedos,
buscando en ti
otros muchos sueños.
Iluminaré por ti,
quien sabe,
si amor entre café,
si un rincón apartado,
si, de alguna escritora,
el papel.
Llegado bien seas pues,
por mi segunda devoción,
poesía y clavel.
Vitral fuiste sin base,
amorfo e ígneo,
más, orgullosa, te digo,
te hiciste digno
de mi ilusión.
Llevaré contigo
tu mirada impresa,
tu mirada intensa,
tu verbo hacer.
El sinfónico color,
blanco, rojo,
verde y oro,
y el tesoro
de tu saber.
Yo te hago,
te bautizo,
fuego de piedra,
ígnea, traslúcida,
y después te firmo
y te afirmo
en un papel.
desde el temblor de tus manos,
y tus sueños del día,
y me iluminaste,
fui aprendiz del sol,
como al que querías.
Puse en ti secretos,
que transitaban en mí,
así te fui asiendo,
tomándote entre mis dedos,
buscando en ti
otros muchos sueños.
Iluminaré por ti,
quien sabe,
si amor entre café,
si un rincón apartado,
si, de alguna escritora,
el papel.
Llegado bien seas pues,
por mi segunda devoción,
poesía y clavel.
Vitral fuiste sin base,
amorfo e ígneo,
más, orgullosa, te digo,
te hiciste digno
de mi ilusión.
Llevaré contigo
tu mirada impresa,
tu mirada intensa,
tu verbo hacer.
El sinfónico color,
blanco, rojo,
verde y oro,
y el tesoro
de tu saber.
Yo te hago,
te bautizo,
fuego de piedra,
ígnea, traslúcida,
y después te firmo
y te afirmo
en un papel.
TEMOR Y DESEO DE LA MIRADA
A veces me imagino
estar frente a ti,
con un gesto extraño
sin saber qué decir,
porque no sabría ni por donde empezar,
me pongo a estudiar si diseño un esquema,
pero todo se me quema por raras dudas,
y no obtengo ayuda, ni hay manual.
A veces me imagino
estar frente a ti,
con un gesto extraño
sin saber qué decir,
porque pienso en mil cosas para comenzar,
me pongo a analizar las flores y las flechas,
si recordar o borrar fechas de las andaduras,
o si habrán ataduras que nos puedan callar.
Siempre me imagino
estar frente a ti,
con un gesto extraño
sin saber qué decir,
que pánico me llega
si te viera huir,
con el último fotograma
de tus ojos gélidos,
los mismos que una vez,
con amor,
me miraron a mí.
estar frente a ti,
con un gesto extraño
sin saber qué decir,
porque no sabría ni por donde empezar,
me pongo a estudiar si diseño un esquema,
pero todo se me quema por raras dudas,
y no obtengo ayuda, ni hay manual.
A veces me imagino
estar frente a ti,
con un gesto extraño
sin saber qué decir,
porque pienso en mil cosas para comenzar,
me pongo a analizar las flores y las flechas,
si recordar o borrar fechas de las andaduras,
o si habrán ataduras que nos puedan callar.
Siempre me imagino
estar frente a ti,
con un gesto extraño
sin saber qué decir,
que pánico me llega
si te viera huir,
con el último fotograma
de tus ojos gélidos,
los mismos que una vez,
con amor,
me miraron a mí.
HERIDAS DEL ALMA
En el fondo del alma hay silenciosas heridas,
que no las cura el tiempo,
ni desaparecen.
Cuando existió el momento nacieron leves,
como el anuncio del viento
sobre el mar, antes que llegue.
Un puñal que se ha clavado
inicialmente sorprende,
lo sacas sin saber
que sacarlo no puedes.
De entre ellos, la palabra del sentimiento,
o ese recular aparente,
o peor aún el silencio
por temor de que hiere.
Uno ve pasar el tiempo
con la idea exageradamente vaga
de saber lo que quiere,
y si lo pide se antoja tarde,
y si no lo pide
ni vive ni muere.
He inventado en mi alma
un purgatorio silente,
que ni levita en la nube
ni se disuelve en la nieve,
que por descuido se apresa,
que por acecho a la presa
cuando cree tenerla
le vence.
El tiempo al espacio,
el espacio a la gente,
y yo voy caminando
con los olvidos en la mente.
Alma creída con alas
que ni se alza ni se mantiene,
en las cercanías de un mundo
inventado por gentes.
Y aún esperando el milagro
de curarlas, se duermen
en el fondo del alma,
de mi alma, para siempre.
que no las cura el tiempo,
ni desaparecen.
Cuando existió el momento nacieron leves,
como el anuncio del viento
sobre el mar, antes que llegue.
Un puñal que se ha clavado
inicialmente sorprende,
lo sacas sin saber
que sacarlo no puedes.
De entre ellos, la palabra del sentimiento,
o ese recular aparente,
o peor aún el silencio
por temor de que hiere.
Uno ve pasar el tiempo
con la idea exageradamente vaga
de saber lo que quiere,
y si lo pide se antoja tarde,
y si no lo pide
ni vive ni muere.
He inventado en mi alma
un purgatorio silente,
que ni levita en la nube
ni se disuelve en la nieve,
que por descuido se apresa,
que por acecho a la presa
cuando cree tenerla
le vence.
El tiempo al espacio,
el espacio a la gente,
y yo voy caminando
con los olvidos en la mente.
Alma creída con alas
que ni se alza ni se mantiene,
en las cercanías de un mundo
inventado por gentes.
Y aún esperando el milagro
de curarlas, se duermen
en el fondo del alma,
de mi alma, para siempre.
viernes, 19 de junio de 2015
BASURA
No será este el mejor momento para la tristeza,
pero me aflora ahora sin control ni deseo,
pues es que a medida que voy escribiendo versos
es como ir tirando más basura a esta locura.
Es inútil ir danzando como un mediocre poeta
entre jardines de jazmines y rosas glamurosas,
y que lo más valioso es el sombrero de paja
que me va tapando de Sol y de luz pura.
Yo no sé nunca por qué insisto en escribir
palabras o frases que en breve se desvanecen,
pero yo no sé decir de otra manera el decir,
y por eso ando triste aún bañado por la Luna.
Es seguro que es envidia y seguro que insana,
pero poeta que no llega es alguien mutilado,
que no llega ni su voz ni espera el milagro
de que alguien algún día le diga me ha gustado,
o algo más piadoso: no es tan mala tu escritura.
Es cierto que con frecuencia esto es una terapia,
o ir echando fuera lo que frente a ti no te diría,
pero también es un martirio ignorar lo que querías,
y por eso ando triste, jazmín y rosa se me escapan,
trazos y palabras que nadie quiere, como la basura.
pero me aflora ahora sin control ni deseo,
pues es que a medida que voy escribiendo versos
es como ir tirando más basura a esta locura.
Es inútil ir danzando como un mediocre poeta
entre jardines de jazmines y rosas glamurosas,
y que lo más valioso es el sombrero de paja
que me va tapando de Sol y de luz pura.
Yo no sé nunca por qué insisto en escribir
palabras o frases que en breve se desvanecen,
pero yo no sé decir de otra manera el decir,
y por eso ando triste aún bañado por la Luna.
Es seguro que es envidia y seguro que insana,
pero poeta que no llega es alguien mutilado,
que no llega ni su voz ni espera el milagro
de que alguien algún día le diga me ha gustado,
o algo más piadoso: no es tan mala tu escritura.
Es cierto que con frecuencia esto es una terapia,
o ir echando fuera lo que frente a ti no te diría,
pero también es un martirio ignorar lo que querías,
y por eso ando triste, jazmín y rosa se me escapan,
trazos y palabras que nadie quiere, como la basura.
jueves, 18 de junio de 2015
QUE PENA QUE NO TUVIERA
Que pena que no tuviera
para soñar una barca,
que pena que no tuviera
la frase que te llegara,
la brisa dulce y tenue
sobre el verde esmeralda,
y el roce con que quise
acariciarte en el alma.
Que pena que no tuviera
paseos por arena blanca,
que pena que no tuviera
la frase que te llegara,
un paso del tiempo alegre
con la luz de tu cara,
y abrazos en cada día
a mi bella amada.
Que pena que no tuviera
como un gorrión las alas,
que pena que no tuviera
la frase que te llegara,
y volar con el deseo
de acercarme a tu ventana,
y decirte lo que te quiero,
lo que te amo, lo que me abarcas.
para soñar una barca,
que pena que no tuviera
la frase que te llegara,
la brisa dulce y tenue
sobre el verde esmeralda,
y el roce con que quise
acariciarte en el alma.
Que pena que no tuviera
paseos por arena blanca,
que pena que no tuviera
la frase que te llegara,
un paso del tiempo alegre
con la luz de tu cara,
y abrazos en cada día
a mi bella amada.
Que pena que no tuviera
como un gorrión las alas,
que pena que no tuviera
la frase que te llegara,
y volar con el deseo
de acercarme a tu ventana,
y decirte lo que te quiero,
lo que te amo, lo que me abarcas.
martes, 16 de junio de 2015
MI FORMA DE AMAR
Todo es un grito de rebeldía descontrolado
porque te amo,
una fuga hacia delante sin ningún sentido
porque quiero estar contigo,
una descabellada manera de gritarte
porque no puedo dejar de amarte,
romper todos los objetos que se me acercan
por tenerte cerca,
injuriar, perjurar, y gritar como un loco
porque te requiero todo,
y una manera extraña de expresar
mi forma de amar.
Perdóname cariño, no lo puedo evitar,
sé que éste no es el mejor camino,
pero es que cada día que no estás conmigo
es clavarme en el corazón otro puñal.
porque te amo,
una fuga hacia delante sin ningún sentido
porque quiero estar contigo,
una descabellada manera de gritarte
porque no puedo dejar de amarte,
romper todos los objetos que se me acercan
por tenerte cerca,
injuriar, perjurar, y gritar como un loco
porque te requiero todo,
y una manera extraña de expresar
mi forma de amar.
Perdóname cariño, no lo puedo evitar,
sé que éste no es el mejor camino,
pero es que cada día que no estás conmigo
es clavarme en el corazón otro puñal.
lunes, 15 de junio de 2015
MI PERRITO FALDERO
Vengo poco por aquí,
he perdido algo de interés,
pero cuando lo hago
me gustaría
que me entretuvieras
me halagaras,
e hicieras piruetas
como mi perrito faldero.
De poco más sirves ya,
además, lo haces bien,
si no, no te lo diría,
soy siempre sincera.
Cántame aquello
de en el mar
contigo voy...
Te sale bien,
cada día te superas,
bueno, mejor dicho,
cada mes,
o cada tres meses.
Veo que has trabajado,
que has puesto interés,
eso está bien,
me gusta,
me gusta mucho ¿sabes?
que estés siempre
para cuando yo quiera.
Que te prestes
como voluntario
y obligatorio,
me gustas casi tanto
como mi perrito faldero.
Quisiera presentártelo
pero es algo perezoso y arisco.
Es como tú
pero con la diferencia
de que a ti,
cuando quiero, te omito.
Cuéntame aquello
de las calles no transitadas,
de las pinturas inacabadas,
de los estudios sobre el movimiento,
de la inquietud del tiempo.
Dilo de una forma más convincente,
rómpete la frente,
y echa la baba que te emana
cuando te acerco un caramelo.
Estate quieto y no te vayas,
me gustas que estés aquí
como un libro vacío,
en un cajón olvidado,
por si alguna vez,
por si acaso,
tras varias vueltas al mundo,
se me ocurre volver
al lugar
que ya he olvidado.
Recuérdame quien eres
cada vez que te vea,
pero sin demasiado empeño,
y recuerda bien
quien es la dueña
que cuando quiere te marea.
Mientras tanto
toma este dulce,
gestiónalo por un tiempo
indefinido.
Recuérdame
aquellas lindezas y linderos,
que eres casi tan precioso
como mi perrito faldero.
he perdido algo de interés,
pero cuando lo hago
me gustaría
que me entretuvieras
me halagaras,
e hicieras piruetas
como mi perrito faldero.
De poco más sirves ya,
además, lo haces bien,
si no, no te lo diría,
soy siempre sincera.
Cántame aquello
de en el mar
contigo voy...
Te sale bien,
cada día te superas,
bueno, mejor dicho,
cada mes,
o cada tres meses.
Veo que has trabajado,
que has puesto interés,
eso está bien,
me gusta,
me gusta mucho ¿sabes?
que estés siempre
para cuando yo quiera.
Que te prestes
como voluntario
y obligatorio,
me gustas casi tanto
como mi perrito faldero.
Quisiera presentártelo
pero es algo perezoso y arisco.
Es como tú
pero con la diferencia
de que a ti,
cuando quiero, te omito.
Cuéntame aquello
de las calles no transitadas,
de las pinturas inacabadas,
de los estudios sobre el movimiento,
de la inquietud del tiempo.
Dilo de una forma más convincente,
rómpete la frente,
y echa la baba que te emana
cuando te acerco un caramelo.
Estate quieto y no te vayas,
me gustas que estés aquí
como un libro vacío,
en un cajón olvidado,
por si alguna vez,
por si acaso,
tras varias vueltas al mundo,
se me ocurre volver
al lugar
que ya he olvidado.
Recuérdame quien eres
cada vez que te vea,
pero sin demasiado empeño,
y recuerda bien
quien es la dueña
que cuando quiere te marea.
Mientras tanto
toma este dulce,
gestiónalo por un tiempo
indefinido.
Recuérdame
aquellas lindezas y linderos,
que eres casi tan precioso
como mi perrito faldero.
domingo, 14 de junio de 2015
LA DULZURA
Sobre todo la dulzura,
no perdono que no la tengas,
suenan de otra forma tus mentiras,
especialmente mi favorita
"te amo".
Dulzura en las manos,
en la mirada
y en la forma que me callas,
en tu voz
como un viento acariciante.
Hasta en el silencio
donde te voy imaginando,
soñando
como podría haber sido
todo, contigo.
Piensa que así me ganaste,
es tu as ganador,
y cuanto más crea que es dolor,
más aún me atrapas,
con esa dulce forma,
a veces mentirosa
con que cada vez,
más de tarde en tarde
me dices "me amas".
no perdono que no la tengas,
suenan de otra forma tus mentiras,
especialmente mi favorita
"te amo".
Dulzura en las manos,
en la mirada
y en la forma que me callas,
en tu voz
como un viento acariciante.
Hasta en el silencio
donde te voy imaginando,
soñando
como podría haber sido
todo, contigo.
Piensa que así me ganaste,
es tu as ganador,
y cuanto más crea que es dolor,
más aún me atrapas,
con esa dulce forma,
a veces mentirosa
con que cada vez,
más de tarde en tarde
me dices "me amas".
sábado, 13 de junio de 2015
viernes, 12 de junio de 2015
EL ENCUENTRO
Salí tarde del trabajo, un día agotador,
por lo demás, igual que otro cualquiera,
ya más de las once,
la noche cerrada y fría
iba amenazando lluvia.
Por suerte aún no vino el último bus,
y esperando, llegó sin darme cuenta,
percibí algo de escalofríos en ella,
era parada del 4 y el 12,
divergentes rutas de la ciudad,
comenzó a lloviznar,
en principio tenuemente,
luego fue a aumentar.
Abrí pues el paraguas,
el bus tardaba... la volví a mirar,
sus escalofríos,
no sé por qué
me empezaban a preocupar.
No acababa de distinguir
si unas lágrimas le brotaban,
o eran gotas de lluvia en su cara
las que vi.
Sin ni siquiera pensarlo,
me acerqué,
-hola, buenas noches,
o, mejor dicho, vaya noche,
cúbrete-
Y con cierta timidez,
se cubrió en mi paraguas,
estuvimos próximos
y por unos minutos
sin nada que decir.
-¿fumas?- me dijo
-sí, ¿quieres un cigarrillo?
-sí, por favor-
-sin favor, no hay de qué-
Y al encender el suyo
noté un temblor.
Encendí el mío.
-¿Te pasa algo?-
-no, no importa, gracias-
-¿qué autobús espera?-
-el 12, ¿tú también?-
-sí, también-
-perdona que insista,
¿de verdad no te pasa nada?-
-déjalo, es largo, ya pasará-
No sé si era impresión
o se me acercó algo más,
y nos miramos varias veces
mientras hablábamos
del mal día que hacía,
de lo que tardaba el autobús,
y de una jornada larga,
tenía una melancólica mirada
como llena de inquietud.
Llegó el 4, al cabo de un rato,
y viendo nuestra quietud
se marchó.
Eran ya casi las doce
cuando llegó el 12,
a la puerta la acompañé
y subió,
yo me quedé fuera,
debajo del paraguas
caían cataratas de agua,
y se volvió con sorpresa
-¿por qué no subes?-
-el mío era el 4,
no importa, ya pasó,
me iré andando-
-está diluviando,
¿por qué lo has hecho?-
-no iba a dejarte sola
aquí en medio,
y estabas tiritando,
no te preocupes,
y que todo se arregle, adiós-
Se me quedó mirando,
se bajó.
-¿qué haces?- le dije
-ya lo ves,
vamos a pasear los dos,
¿te importa?-
-para nada-
A mi brazo se agarró.
-¿y qué hacemos?
vivimos en lugares diferentes-
-a partir de ahora
ya no-
por lo demás, igual que otro cualquiera,
ya más de las once,
la noche cerrada y fría
iba amenazando lluvia.
Por suerte aún no vino el último bus,
y esperando, llegó sin darme cuenta,
percibí algo de escalofríos en ella,
era parada del 4 y el 12,
divergentes rutas de la ciudad,
comenzó a lloviznar,
en principio tenuemente,
luego fue a aumentar.
Abrí pues el paraguas,
el bus tardaba... la volví a mirar,
sus escalofríos,
no sé por qué
me empezaban a preocupar.
No acababa de distinguir
si unas lágrimas le brotaban,
o eran gotas de lluvia en su cara
las que vi.
Sin ni siquiera pensarlo,
me acerqué,
-hola, buenas noches,
o, mejor dicho, vaya noche,
cúbrete-
Y con cierta timidez,
se cubrió en mi paraguas,
estuvimos próximos
y por unos minutos
sin nada que decir.
-¿fumas?- me dijo
-sí, ¿quieres un cigarrillo?
-sí, por favor-
-sin favor, no hay de qué-
Y al encender el suyo
noté un temblor.
Encendí el mío.
-¿Te pasa algo?-
-no, no importa, gracias-
-¿qué autobús espera?-
-el 12, ¿tú también?-
-sí, también-
-perdona que insista,
¿de verdad no te pasa nada?-
-déjalo, es largo, ya pasará-
No sé si era impresión
o se me acercó algo más,
y nos miramos varias veces
mientras hablábamos
del mal día que hacía,
de lo que tardaba el autobús,
y de una jornada larga,
tenía una melancólica mirada
como llena de inquietud.
Llegó el 4, al cabo de un rato,
y viendo nuestra quietud
se marchó.
Eran ya casi las doce
cuando llegó el 12,
a la puerta la acompañé
y subió,
yo me quedé fuera,
debajo del paraguas
caían cataratas de agua,
y se volvió con sorpresa
-¿por qué no subes?-
-el mío era el 4,
no importa, ya pasó,
me iré andando-
-está diluviando,
¿por qué lo has hecho?-
-no iba a dejarte sola
aquí en medio,
y estabas tiritando,
no te preocupes,
y que todo se arregle, adiós-
Se me quedó mirando,
se bajó.
-¿qué haces?- le dije
-ya lo ves,
vamos a pasear los dos,
¿te importa?-
-para nada-
A mi brazo se agarró.
-¿y qué hacemos?
vivimos en lugares diferentes-
-a partir de ahora
ya no-
jueves, 11 de junio de 2015
NI EMPEZAR
Iba a empezar el poema,
pero me pregunté
¿y para quien?
ahí sigue tras la puerta,
sin querer entrar
ni aparecer.
pero me pregunté
¿y para quien?
ahí sigue tras la puerta,
sin querer entrar
ni aparecer.
miércoles, 10 de junio de 2015
NO HAY SENDERO
Estoy viendo caer la lluvia
y no llueve,
estoy oyendo la tormenta
y no brama,
siento frío
sobre 45 Celsius,
no me siento alegre
cuando río,
veo la soledad
sin ningún sendero,
oigo el estallido de voces
en un desierto túnel,
me mira el conductor de nubes
desde el cielo seco,
como con ansiedad
mil veces lo que vomito,
alucino
con una papelera,
compro noticias
y me las cuento,
hago balances
de lo neutro,
desdeño la poesía
tele transportada,
estudio a diario
mi ignorancia,
me visto a la moda
de un acebuche,
y
no hay sendero.
Denuncio la estafa
y de nuevo me la envuelven,
voy al cine
para visitar el WC,
desprecio la pulpa
y me baño en la corteza,
miro lo brazos del manco,
los ojos del ciego,
el baile del cojo,
y
no hay sendero.
Soy cacho de carne
en un pellejo,
mi pluma me supera,
la lámpara me desprecia,
y un día fui hasta inocente
de cada una de mis culpas.
Y la condena
ya es sentencia:
no hay sendero.
y no llueve,
estoy oyendo la tormenta
y no brama,
siento frío
sobre 45 Celsius,
no me siento alegre
cuando río,
veo la soledad
sin ningún sendero,
oigo el estallido de voces
en un desierto túnel,
me mira el conductor de nubes
desde el cielo seco,
como con ansiedad
mil veces lo que vomito,
alucino
con una papelera,
compro noticias
y me las cuento,
hago balances
de lo neutro,
desdeño la poesía
tele transportada,
estudio a diario
mi ignorancia,
me visto a la moda
de un acebuche,
y
no hay sendero.
Denuncio la estafa
y de nuevo me la envuelven,
voy al cine
para visitar el WC,
desprecio la pulpa
y me baño en la corteza,
miro lo brazos del manco,
los ojos del ciego,
el baile del cojo,
y
no hay sendero.
Soy cacho de carne
en un pellejo,
mi pluma me supera,
la lámpara me desprecia,
y un día fui hasta inocente
de cada una de mis culpas.
Y la condena
ya es sentencia:
no hay sendero.
martes, 9 de junio de 2015
QUIERO
No quiero un perfecto amor
sino a ti,
ni el mejor de los besos
sino el tuyo,
ni candor de primavera
sino a mi fiera
que me agarra y me araña.
No quiero la mejor mañana,
descafeinada,
sino una tormenta surgiendo
desde tu boca,
sin luces tiritando,
sino irme ahogando
en tu piel loca.
no quiero el mejor poema,
ni el sublime anatema,
sino tu fango a diario
desmedido,
y tus quejidos
y tus quejas
lanzadas como las rocas
de un volcán a la niebla.
No quiero que me digan un te quiero
con sabor a caramelo,
que eso se acaba
y se larga.
Quiero un te quiero
que tú te lo inventes,
no importa irreverente
si de ti emanó.
No quiero un amor
para todos los días,
sino sin días,
ni noches ni tardes,
nada de crepusculares,
solo un amor por amor.
Como una perversidad por su reverso,
no daño por daño,
sino amor por amor.
Incontinencia como la fuente
que brota y brota
sin aparente razón.
Quiero el cuchillo de tus deseos,
las puntas de tus sueños,
y la lista de tus pecados,
no el amor perfecto,
ese ya me lo diste,
ya me lo das,
y por eso, por eso,
quiero aún más.
Tú te perdonas ¿verdad?
hasta en lo más infame,
pues justo eso dame,
¿lo puedo tomar?
¿Puedo tomar
el camino que está dentro de ti?
¿Ser tú siendo yo?
volar contigo-conmigo,
no ser junto a ti, sino en ti.
No quiero el amor perfecto
sino el tuyo,
de forma verbal indefinida,
más sostenida,
y si es necesario
hasta el infierno.
sino a ti,
ni el mejor de los besos
sino el tuyo,
ni candor de primavera
sino a mi fiera
que me agarra y me araña.
No quiero la mejor mañana,
descafeinada,
sino una tormenta surgiendo
desde tu boca,
sin luces tiritando,
sino irme ahogando
en tu piel loca.
no quiero el mejor poema,
ni el sublime anatema,
sino tu fango a diario
desmedido,
y tus quejidos
y tus quejas
lanzadas como las rocas
de un volcán a la niebla.
No quiero que me digan un te quiero
con sabor a caramelo,
que eso se acaba
y se larga.
Quiero un te quiero
que tú te lo inventes,
no importa irreverente
si de ti emanó.
No quiero un amor
para todos los días,
sino sin días,
ni noches ni tardes,
nada de crepusculares,
solo un amor por amor.
Como una perversidad por su reverso,
no daño por daño,
sino amor por amor.
Incontinencia como la fuente
que brota y brota
sin aparente razón.
Quiero el cuchillo de tus deseos,
las puntas de tus sueños,
y la lista de tus pecados,
no el amor perfecto,
ese ya me lo diste,
ya me lo das,
y por eso, por eso,
quiero aún más.
Tú te perdonas ¿verdad?
hasta en lo más infame,
pues justo eso dame,
¿lo puedo tomar?
¿Puedo tomar
el camino que está dentro de ti?
¿Ser tú siendo yo?
volar contigo-conmigo,
no ser junto a ti, sino en ti.
No quiero el amor perfecto
sino el tuyo,
de forma verbal indefinida,
más sostenida,
y si es necesario
hasta el infierno.
lunes, 8 de junio de 2015
SEPTIEMBRE
Cuando el tiempo del vino,
sobre sarmiento ya hierve
la fruta soleada de verde
o de morenas pieles.
Y en la toma del néctar
por el mes de septiembre,
la plaza del pueblo
es baile y diretes.
Romería con la Luna
sobre fondo celeste,
niñas se engalanan,
decoran sus frentes,
los amoríos renacen
como flores silvestres,
y la sonrisa en mi niña
es ingenua y alegre.
Yo aprendo a decirte,
como tú, que me quieres,
a endulzarme en tus labios,
a mirarte de frente,
siempre al alba contigo
en este verde septiembre,
enlazarme en tus brazos,
y besarte y tenerte.
Mi amor se renueva
cada mes de septiembre,
eres zumo de los latidos
de mi corazón ardiente,
sangre, vino y agua,
fluir que me enciende,
elixir de todas las olas
que con tu mar me viertes.
sobre sarmiento ya hierve
la fruta soleada de verde
o de morenas pieles.
Y en la toma del néctar
por el mes de septiembre,
la plaza del pueblo
es baile y diretes.
Romería con la Luna
sobre fondo celeste,
niñas se engalanan,
decoran sus frentes,
los amoríos renacen
como flores silvestres,
y la sonrisa en mi niña
es ingenua y alegre.
Yo aprendo a decirte,
como tú, que me quieres,
a endulzarme en tus labios,
a mirarte de frente,
siempre al alba contigo
en este verde septiembre,
enlazarme en tus brazos,
y besarte y tenerte.
Mi amor se renueva
cada mes de septiembre,
eres zumo de los latidos
de mi corazón ardiente,
sangre, vino y agua,
fluir que me enciende,
elixir de todas las olas
que con tu mar me viertes.
SENTIMIENTOS NO CONFESADOS
Cuántos años nos conocíamos,
estuvimos hablando de miles de temas,
acompañándonos en el café
o en la cerveza,
y siendo tus ojos tan bellos,
tu mirada tan tierna,
los gestos en tus manos
como bailarina candela,
nunca te dije nada,
alguna pista de que me gustabas,
de que poco y mucho de ti
hervía en mis venas.
Aquella tarde, en el parque,
descansando de nuestras faenas,
una lección de botánica
y ecosistema,
enturbiaba otro instante
para que de otra forma me vieras.
Y pasaban los días y los meses,
y un par de años más,
y la mayor inocencia.
Y llegó el día, el mal día,
en que nos despedimos,
en el que nos despedían,
sin decirlo, aún sabiéndolo,
y aún así,
aún así, nuestras miradas huían.
Tantos besos en las mejillas,
a un centímetro de los labios
sucedían y caían.
No sé qué esperábamos,
quizás, quizás no, seguro,
que cayera algo así como un rayo.
Luego, meses después,
al teléfono nos hablamos,
eran como dos gritos desesperados
por un gentío que nos alejaba,
inevitablemente,
con pena y tristeza,
y casi nos los dijimos.
Me pareció sentirlo
al pulsar la tecla,
que sintiendo que te quería
te escuché como en susurro
al menos espero
que tú también me quieras.
estuvimos hablando de miles de temas,
acompañándonos en el café
o en la cerveza,
y siendo tus ojos tan bellos,
tu mirada tan tierna,
los gestos en tus manos
como bailarina candela,
nunca te dije nada,
alguna pista de que me gustabas,
de que poco y mucho de ti
hervía en mis venas.
Aquella tarde, en el parque,
descansando de nuestras faenas,
una lección de botánica
y ecosistema,
enturbiaba otro instante
para que de otra forma me vieras.
Y pasaban los días y los meses,
y un par de años más,
y la mayor inocencia.
Y llegó el día, el mal día,
en que nos despedimos,
en el que nos despedían,
sin decirlo, aún sabiéndolo,
y aún así,
aún así, nuestras miradas huían.
Tantos besos en las mejillas,
a un centímetro de los labios
sucedían y caían.
No sé qué esperábamos,
quizás, quizás no, seguro,
que cayera algo así como un rayo.
Luego, meses después,
al teléfono nos hablamos,
eran como dos gritos desesperados
por un gentío que nos alejaba,
inevitablemente,
con pena y tristeza,
y casi nos los dijimos.
Me pareció sentirlo
al pulsar la tecla,
que sintiendo que te quería
te escuché como en susurro
al menos espero
que tú también me quieras.
viernes, 5 de junio de 2015
CARTA AL OTRO LADO
Debe entenderse como un mensaje por si llega,
el tiempo apremia, los segundos piden turno,
van pellizcando al mundo que a poco se enferma,
a mis cosas fin les llega en mi tacto moribundo.
Si yo aún esperara que tú aún me leyeras,
puede que te describiera flores en un nudo,
y no estos absurdos rollos de primavera,
o no de esta manera donde ves que me aburro.
Yo, que perdí el turno, pasé al último colega,
y por más que haga entrega se va como el humo,
aunque quiera no lo asumo ¿quizás tú lo quieras?
Algo se me envenena, no sé si asunto tuyo,
pero me siento como un capullo aunque no lo creas,
y esta forma es la forma de mi método absurdo
de pedirte de que me digas algo a tu manera.
el tiempo apremia, los segundos piden turno,
van pellizcando al mundo que a poco se enferma,
a mis cosas fin les llega en mi tacto moribundo.
Si yo aún esperara que tú aún me leyeras,
puede que te describiera flores en un nudo,
y no estos absurdos rollos de primavera,
o no de esta manera donde ves que me aburro.
Yo, que perdí el turno, pasé al último colega,
y por más que haga entrega se va como el humo,
aunque quiera no lo asumo ¿quizás tú lo quieras?
Algo se me envenena, no sé si asunto tuyo,
pero me siento como un capullo aunque no lo creas,
y esta forma es la forma de mi método absurdo
de pedirte de que me digas algo a tu manera.
martes, 2 de junio de 2015
LA HUELLA
Sé la huella de mi camino
que yo no tracé,
bebe el agua
que no bebí,
asciende al monte
que no escalé,
niégame
cuando te diga -sí-
y olvida esto
y búscame.
que yo no tracé,
bebe el agua
que no bebí,
asciende al monte
que no escalé,
niégame
cuando te diga -sí-
y olvida esto
y búscame.
lunes, 1 de junio de 2015
EL SUEÑO AL QUE NO FUI
Tan difícil es volver olvidándolo todo
y reiniciar,
como ir arreglando los destrozos,
¿a qué me acojo?
si la sangre que emanó, coaguló,
si la lluvia caída
se evaporó,
si algunas primaveras
ya marchitaron,
si inclusos tantos besos
parecen escasos,
si aquel -hasta mañana-
fue realmente -adiós-
Mirado en este presente
de futuro incierto,
con un celo vagamente
desvanecido como el vacío,
un camino cubierto
de hojarasca seca,
y un horizonte curvado
por la inquietud del sentimiento,
he llegado a este momento
en que todo lo vivido
pareció
que nunca se vivió.
Las manos vaciadas
de laboreo diario,
la curiosidad agotada
por irte siempre a descubrir,
el no saber vivir
las noches de tus tiempos,
irme en ti muriendo
si ya voy sin ti.
¿Cierto pues
ni arreglo ni inicio?
inevitable precipicio
donde cayó
el sueño al que no fui.
y reiniciar,
como ir arreglando los destrozos,
¿a qué me acojo?
si la sangre que emanó, coaguló,
si la lluvia caída
se evaporó,
si algunas primaveras
ya marchitaron,
si inclusos tantos besos
parecen escasos,
si aquel -hasta mañana-
fue realmente -adiós-
Mirado en este presente
de futuro incierto,
con un celo vagamente
desvanecido como el vacío,
un camino cubierto
de hojarasca seca,
y un horizonte curvado
por la inquietud del sentimiento,
he llegado a este momento
en que todo lo vivido
pareció
que nunca se vivió.
Las manos vaciadas
de laboreo diario,
la curiosidad agotada
por irte siempre a descubrir,
el no saber vivir
las noches de tus tiempos,
irme en ti muriendo
si ya voy sin ti.
¿Cierto pues
ni arreglo ni inicio?
inevitable precipicio
donde cayó
el sueño al que no fui.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)