miércoles, 5 de diciembre de 2012

A MI MUJER

Hoy ha amanecido un frío día,
y me entra tanta pereza levantarme,
acurrucándome en la cama
y sentir a mi amor palparme,

-vamos cariño que ya ha tocado,
despierta que ya se te hace tarde-,

-déjame un poquito sentir más tu mano-,
cómo me mece para despertarme,

le duele en el alma ay mi chiquilla,
y siempre, y siempre lo hace,
mirar a mi cara, mostrar su sonrisa,
levantarse primero y no despertarme,

siempre me otorga diez minutitos
para que siga soñando que ella me invade,
se pone la bata y muy despacito
se va a la cocina mi ángel,

calienta un café y busca una galleta,
se sabe mis gustos como nadie,
todo con cadencia, como un infinito
beso de amor que entra en mi sangre,

oigo sus pasos a lo lejos y tan cerca,
la cafetera resuena silbante,
y reaparece por la puerta la primavera,
es mi mujer y mi amante,

es mi amiga eterna y sencilla,
y compleja como no sabe nadie,
se sienta despacio en la cama
y su mano vuelve a acariciarme,

y yo remolón mosqueado me vuelvo
y le tomo la mano suave,
y la acerco como se adora la vida
y le doy el beso más grande,

en la mañana fría amanece
y me llaman asuntos que nacen,
otros asuntos, todos diversos,
pero este que cuento es constante,

tanto como mi respiración
y tanto como el fluir de mi sangre,
que sin ellos no puedo vivir,
que sin ella yo no sería nadie.

1 comentario:

  1. Llueve Amor... ¡Qué bonito!

    Un beso enorme a ti por este regalo, a ella por crearlo.

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