lunes, 3 de diciembre de 2012

UN FIN DE AÑO REAL

Estoy solo y triste, en una noche de fin de año,
caminan familias, muchachas y parejas de enamorados,
e imagino infinitas mesas llenas de platos
sobre manteles azules que se asoman cada año,
 
Estoy solo en la calle fría como este invierno amargo,
estoy sin amores, con flores que no tomarán unas manos,
cierto, es verdad, mi libertad pagó un precio caro,
el precio de la soledad en la noche de fin de año,
 
mis amigos y amigas me llaman y no respondo, me callo,
no quiero sonrisas fingidas, mi amor me ha dejado,
no quiero brazos encima de mis hombros agotados,
no quiero las risas necesarias de un fin de año,
 
me iré a la cama, solo, y leeré mi diario
mientras por la tele braman la parafernalia de cada año,
una botella de tequila recuerdo tener en el armario,
¿para qué una copa? no quiero un chin chin estrafalario,
 
y ya me iba y, en ello, una mujer solitaria esperando,
¿estará sola como yo?, enciendo un cigarro,
medito, la miro, me mira, se vuelve para otro lado,
persiste en su espera, también fuma, ¿también la han dejado?,
 
mi timidez sublime me para, un poco me voy acercando,
sigue sola, es bella, como un cielo estrellado,
de nuevo me mira, y de nuevo se gira para otro lado,
aparece su novio, le frota sus manos,
 
la agarra por la cintura, mil besos se han dado,
y se van sonrientes, y se van hablando,
yo me quedo mirando la noche y su laberinto callado,
retomo la cuestión del tequila, me emborraché amargado.


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