Me preguntas mujer qué es para mí una amiga,
me preguntas amiga qué es para mí una mujer,
muchas veces yo no sabría cómo responder,
a una amiga mía y mujer a la vez,
¿empezar por la parte aparente más externa?
¿quizás mejor por dos milímetros debajo de su piel?,
o por sus ojos, o sus manos, o sus pies,
con que mira, acaricia y camina en la senda,
si los ojos que miran, verdad, salen del alma,
si atisban silencios y sonidos, cautiva,
si en sus manos, lo siento, las ondas se erizan,
si sus pies deambulan hacia el lucero del alba,
si cada vez que me mira y cada vez que me atiende,
si cada vez que me extiende la mano de amiga,
si cada vez que la siento, lo siento, me obliga
a sentirla a la vez mujer que me enciende,
si cada vez que me dice siempre aquí me tienes,
pero no te imagino ordenando mis hojas,
te imagino, lo siento, no es esta la hora
de sentir a la amiga, sino mujer que me vierte,
y cuando mujer te presentas como la primavera
de aroma y sabor de las flores en celo,
yo no puedo evitar, lo siento, te quiero
como mi amor eterna y mi compañera,
yo no sé si me confundo en alguna dualidad
de la naturaleza de la mujer y la amiga,
pero si sé, lo siento, que mis manos abrigan
de sentirte ambas en una sola verdad,
amiga sola quizás es quien te ayuda y comparte
momentos brillantes y alguna soledad,
mujer es la otra cara, lo siento, de la libertad
de mi sangre de hombre mezclada en su sangre,
yo no sé si estas cosas deben decirse o hacerse
o separar, necesario, las unas de otras,
o si las cosas, lo siento, ellas se frotan
por la necesidad del amor y del quererse,
siempre citamos este misterio de la vida,
donde el azar inexacto e imprevisible
llega, lo siento, a un lugar donde se elige
a la hembra, mujer, y no como amiga,
o si será esa amiga que decimos no hay roce,
y que como mujer mejor olvidar este esquema,
o si el azar, lo siento, parece una moneda
donde están las dos y las dos se esconden.
O si verte mejor más centímetros dentro,
o muchos más, como lugares, etérea,
es decir, desde y hacia el alma, esa manera
de estar entre amiga y mujer inmerso,
me es tan evidente que al igual que el hombre
sea una u otra o ambas, requiere
ser libre, lo siento, que libre se tiene
que ser para situar a los otros en su orden,
por encima de todo, yo creo, no quiere fatigas
inventadas o inútiles ni términos sordos,
la mujer y amiga, lo siento, es sobre todo
amante de la verdad y de la mentira enemiga,
para mí una mujer siempre es una compañera,
una amiga que me sigue en todos mis surcos,
y una amiga es la mujer donde siempre busco
la parte de mi ser donde quiero ser ella,
y también aquella que nunca me pide nada
y a la vez me pide todo porque todo me quiere,
aquella amiga, lo siento, que siempre me lleve
a su lugar de mujer amiga, ... y enamorada.
No se puede hacer mayor entrega ante el sexo femenino. Despliegas belleza, respeto, admiración y Alma. Me pido un hueco.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso.