sábado, 12 de enero de 2013

EL ENGAÑO

Yo no sé qué caminos vas devorando o si pasas de largo o tu ausencia te delata,
o si el tiempo pasado ya no te vale nada, o si aquello que hicimos lo fuiste tirando.
Yo no quiero pensar lo que ando pensando, y si esos "te extraño" eran tan ciertos,
o eran tan falsos y yo me reviento por la frialdad con que me ibas drogando.

Yo no sé si los ecos que ahora se asoman son los sonidos de una verdad comprobada,
pero sí sé en cambio que con estas palabras fundiré los espacios que quedaron en sombra.
Yo no sé si contigo me he precipitado, si no me contuve, si me comen las ganas
de volcarme loco y con ansias por reconocer tu obra, tu gran trabajo.

Felicidades te digo, felicidades te otorgo, bravo por ese trabajo de aparentes palabras,
si quieres yo te voy poniendo ya la medalla que a mi me sobra desde el otoño.
No hace falta que vayas diciendo que todos estos poemas no valen nada,
pues no son poemas, es mi propia alma, eso no se valora, no se valora lo eterno.

Yo no sé qué guardas debajo de tu blusa, ni qué tocas con tus manos en estos momentos,
puede que solo sea un presentimiento, pero siento que tu alma se torna oscura.
Quizás piensas que se puede jugar con la gente, pero no olvides que la gente se te rebela,
que vamos por el mar con una sutil vela y que si se quema no se ahogarán inocentes.

¿Puedes contar cuánta gente te quiere? y que te quieren porque te necesitan,
¿eso no te vale? ¿eso no te excita? ¿te alegras acaso de gente que hieres?.
Yo no he recibido muchas confesiones de dolor estallado y de quien no conozco,
pero en esta ocasión incluso convoco hasta locos desatados en locas misiones.

A mí no me importa ¿sabes? pero sí me importan a quienes haces sufrir,
que lo mío es un ir y venir por callejuelas y trastiendas desubicadas.
Yo no quiero por mí saber nada, pero no voy a callarme ahora, te voy a decir
que cualquier asunto que lleves adelante, en adelante no me valdrá nada.

Es una lástima romper equilibrios de sutiles hilos que unen las almas,
es ir tirando por las vallas a los escombros aquellos sinceros versos,
pero más me vale un pequeño beso, honesto, sencillo, en mi sudada cara
que los miles de aquellos que fueron lanzados a diestro y siniestro.

Más me valen palomas blancas que ensucien paredes y lo hagan con ganas,
que águila imperiosa dibujada por medio de segmentos tan sucios,
yo ya no estoy en el uso, mis manos se amansan, el odio no estará mañana,
sino más bien una alta muralla de cañones al sol que serán mi refugio.

No avances con tus tropas que yo no soy la meta de ninguna locura,
puedo ser y lo sé la basura de otros, nada de esto ya me importa,
y no me andaré por las ramas cortas o blandas sino por las más duras
que llegue a una seria jura de propósito de ignorancia de tus horas.

Si decides venir, ven como quieras, y aún con la cara lavada con el agua,
quizás no ahora, quizás mañana, o más adelante, podrás enterarte
que esto que digo no son los pedantes momentos de bellas palabras,
sino mi forma más alargada de que seas quien seas voy a enterrarte.

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