viernes, 4 de enero de 2013

Poema de amor anónimo

Mi dulce amada tiene los ojos cerrados
asomados de entre sus sábanas blancas,
su brazo sereno por el codo quebrado,
y su mano en la limpia almohada,

agita los dedos en su sueño profundo
y recorre con ellos por mi cadera
caminos cubiertos por el arco del mundo,
que la vida en su sueño la lleva,

yo la imagino soñándome a veces
sentirme a su lado como un verano
de azul cielo con astros celestes
y brillar como los ojos enamorados,

¡cómo la quiero!, y no lo sabe nunca,
y no lo sabrá que esto yo no lo muevo,
que prefiero quedarme a oscuras
antes que sepa que por ella me muero,

prefiero su ignorancia y su vuelo libre,
que no quiero cadenas por alguna palabra,
que me salga del alma y aturdirle,
y que deje de ser mi amiga del alma,

las cosas que pasan, cierto es, no retornan,
y dejaré este amor congelado en mi mente,
y tan cierto es como que no daré forma
a este amor tan intenso y latente,

¡cómo la quiero! y ella no lo sabe
y no lo sabrá pues me lo llevo a mi entierro,
que prefiero millones de noches con sables
antes que un segundo romper su lucero,

de qué sirve este amor ¿verdad? si es inútil,
si en este papel se quedará este misterio
de mi amor que en mi mente se aburre
de tanta soledad y de tanto silencio,

¡como la quiero! ella nunca lo sabrá
y aunque se lo dijera lo haría con palabras
trabadas para ocultar la verdad,
palabras, palabras, palabras, palabras,

una coraza, un fósil, una escaramuza,
una aventura que jamás se inició,
una lágrima por esta bella musa,
y mis manos diciéndole adiós,

duerme mi amada, yo cuido por ti,
y regaré con mis lágrimas todas tus flores,
y que al despertar las oiga decir
que alguien te amó en esta noche.

Mi dulce amada tiene los ojos cerrados
asomados de entre sus sábanas blancas,
su brazo sereno por el codo quebrado,
y su mano en la limpia almohada,

y entre sus dedos tiene apresado
un poema que en una noche clara
le escribió un desconocido enamorado
que se murió en la madrugada.


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