martes, 1 de enero de 2013

Puntos suspensivos


Te diré adiós por un tiempo que no estaré por aquí,
tampoco te podría decir cuánto, todo dependerá
de otros asuntos de mi vida que debo arreglar por ahí,
no sé si serán baladí o en el futuro me marcarán,

me voy con la sensación de asuntos aquí no cerrados
o recién empezados o que, cuando afloraban,
quizás no estábamos aún bien sentados
y como que ciertas palabras se deformaban,

me es triste pero a veces es el propio silencio
quien acoge como un vórtice en un pozo
estos temas que había por ahí en medio
como un puzle de ideas que están por trozos.

Me voy con la sensación de una torbellina cascada,
como un agua movida y saturada en un lago,
y lo hago porque de esta forma camina, vaga
hacia el mar donde quizás de nuevo nos veamos,

pero deseo y prefiero evaporarme con calor
y ascender silencioso por los azules cielos,
y conformar una nube que a la tarde sin dolor
se precipite como agua fresca de nuevo,

como agua limpia que limpia los pulmones
de todo enrarecido polvo que dejamos,
y que el tejido ya claro de emociones
aflore y no se sienta ya contaminado.

Me voy pensando que he rechazado cosas
o que he cambiado los cajones del armario,
para confundir las ideas con la ropa
que me viste en mis paseos diario,

no sé qué idea sobre mí aquí se queda
ni de dónde la luz provocó estas sombras,
como no sé si mi inconciencia se altera
de los puñales que me clavan y se nombran.

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