miércoles, 30 de enero de 2013

LA CONFESIÓN

He decidido definitivamente escribirte estos versos,
llevo ya tiempo deseándolo pero no me atrevía,

sí, es a ti, no a otra,

sé que esto es una locura, delante de todo el mundo
hablarte de esta manera,
pero ya no puedo más guardar este secreto
que me obsesiona cada noche
y en cada una palidezco,

ya no sé dónde esconderme ni de qué disfrazarme,
ni cómo apartarme, ni disimular necio,
qué le voy a hacer si me he enamorado,

¿qué hago? ¿te olvido? ¿imagino que no estás?.

Tu crees que me refiero a otra, pero te equivocas
porque me refiero a ti,

sí, a ti, no a otra,

no mires para otro lado, no te quedes con la duda,
no la hay, está muy claro,
o acaso ¿crees que en ti no me había fijado?
¿creías que pasarías por delante de mi ignorancia?
¿que no percibiría tu extraordinario encanto?,

sé que esto es una locura, hablarte así delante de la gente,
pero me tienes enamorado, un amor atolondrado,

no me importa ya que incluso prefieras ignorarlo,
que creas que no es para ti, que mires a otro lado,
me siento ya en paz, necesitaba soltarlo,
aunque sigas tenazmente ignorándolo,

¡qué vueltas da la vida!
yo a estas alturas nada de esto esperaba,
pero es que esto no se busca,
es que esto no se procura,
que se presenta sin decir ni ¡hola!
y que ya no se va  nunca.

Es verdad, lo dice Serrat: es caprichoso el azar,
todo ha sido sin querer, y sin querer
me he enamorado,

sabes bien que es de ti, no mires a otro lado
que es de ti,

sí, de ti, no de otra,

no me importa que no me respondas,
no te voy a exigir nada,
ni siquiera que lo sepas,

me conformo con que sepas
que existen estos versos
porque de ti me he enamorado.

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