domingo, 30 de noviembre de 2014

CERRADO POR INVIERNO

Debería llegar la primavera, que parece olvidada,
y el recuerdo de la amada aunque ya no me quiera,
pero que no me olvida, no, no me olvida
aún con su sonrisa poco sincera,

profundidad de nostalgia, ignorancia de verdad,
opción del silencio para la eternidad,
fruto de la vida como paralizado,
esperando el juicio de los fracasados, 

que vuelva la primavera y afloren olores
que quedaron en su piel, pétalos de flores,
mirando sus frutos y no a su amante,
soñando quien le pasó por un instante,

corto pero inolvidable,
entre patético y agradable,
bucólico como Dante,
o amor con sable,

amor inolvidable,
amor de primavera
donde la hojas ya vienen
con la humedad regando, 

mientras, piensa en otro que le diga
palabras aunque no sean de su boca,
con el tacto no de sus manos,
con la mirada no de sus ojos,

en este tiempo que ella evoca
ese instante inmortal,
ese tiempo indeciso
en que queriendo la libertad
dio la espalda a la ilusión
casi por capricho, 

esa mujer nostálgica y buena,
tan presumida, tan sincera,
tan alegre, tan conformista,
sin saberlo tal vez me quiera,

lo hará cada año por la primavera,
y me llamará y me saludará,
y dirá ¿cómo te encuentras?,
que entre bromas y sorpresa
cualquiera excusa le diera,

¿qué como voy con mi mujer?,
pues como cualquiera,
olvidándola cada segundo
por mucho que diga que la quiera, 

es el orgullo quien nos vence,
es la codicia quien convence,
seguir caminos por otros trazados,
quejarnos como idiotas
siempre del pasado,

no decir basta ya,
esto se ha acabado,
 
ay este engaño
que nos tiene atrapado,
sin nunca entender
por qué es tan complicado
hacer solo lo que sientes
sin decorado,

decir solo lo que piensas
en cada paso,
vivir el presente
y no llorar el pasado,
lanzarte sin más
a estar enamorado,

evitar de una vez
sentirte derrotado,

es lo que hay en el alma
y no valen excusas,
si las buscas eres tonta
y te estás engañando,

dí simplemente me quieres
no te cuesta tanto trabajo,
no pienses en mí
cuando lo hayas lanzado, 

puede que te sorprenda
que me sienta enfadado,
puede que cuando lo digas
ya me haya largado,
 
cansado de esperar
una palabra de halago,
puede que aunque de ti
yo me he enamorado,

no quiera sufrir más
y me vaya a otro lado.

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