jueves, 27 de noviembre de 2014

ME DUELE HASTA LA UÑA DEL DEDO GORDO DEL PIE IZQUIERDO

No creas que escribo lo que me da la gana,
eres tú quien me obliga a hacerlo,
sí, tú, que estás por ahí y siempre te callas,
y yo voy largando a ver si te encuentro,

a ver si te encuentro en una letra enredada,
en unas de las de "amor",
pero si no, en las de "infierno",
que no me importa donde sea con tal de que sea
verte de nuevo, señorita, verte de nuevo.

Hay en mí también otras cosas que emanan,
lo sé por el tiriteo de mis descontrolados nervios,
lo sé porque digo chorradas a destiempo,
lo sé porque lo sé, ya está, ¿tú no me entiendes?
no me lo creo,

y aunque este poema suene a payasada,
y me ría por nada, es asunto muy serio,
porque ya me duelen los dedos,
que tú no sabes hasta dónde me harta
gastar mis dedos en un teclado,
y no gastarlos en tu cuerpo.

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