viernes, 15 de marzo de 2013

CUANDO VOLVÍ A VERTE

Yo confieso no haber vivido,
no haber estado aquel momento,
estuve lejano, indiferente,
malgastando sentimientos,

no vi en tus ojos una mirada,
no oí la música de tus labios,
no me aconteció tu demanda,
no fuí a aquel café en mayo,

no supe vivir aquel curso
donde parecía que me andabas,
no corrí el riesgo, me acuso
por todo y por nada,

esto es un lamento casi inútil,
vago, estúpido, pretencioso,
y aquello se olvidó tan sútil
como en la mar el viento sordo,

confieso ahora en esta escena
de mi cuerpo decaer, la destapo,
mis horas de ahora no son por penas
ni pienso que son desengaños,

solo confieso no haber vivido contigo,
entonces y ahora perduro extraño,
y te estuve tan cerca de decirlo
como me callé y seguí alejado.

Tenía un motivo, tenía un motivo,
era incluso una excusa objetiva,
y las idas y vueltas pensé ¿te lo digo?
¿qué mirada que entonces no vi me pondrías?

me entró de nuevo tanto pánico
como el terror en mi juventud mal tratada,
que pena que nunca tuve el ánimo
que ahora tengo y que no me vale de nada.

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