miércoles, 27 de noviembre de 2013

CONVIENE

Conviene que el verso sea mamado,
entrometido oxidando los huesos,
cantado o no cantado,
no es esto un problema, sigamos,

conviene que el verso sea llorado
si es alegre como un gorrión,
o alegrado con devoción
si es triste como un angustiado, 

conviene sedar lo gritado
para conservar gritos futuros,
y muros
que se vayan largando, 

conviene el verso del silencio
que nunca se calla,
¡que aburrimiento tremendo!
¡que alegoría mal tratada! 

conviene que todo escrito
barra lo hecho en la mente,
Babel imprudente
de desoladas palabras, 

conviene escribir lo que se siente
cuando nada se siente,
y no escribir nada
si no viene la muerte, 

conviene sufrir muy despacio
para valorar lo vivido,
castigo:
desorganiza tu mente, 

conviene a veces no querer
en su sentido literal,
no ser más
que una personita inconsciente, 

conviene que todo siguiera
no como la primavera,
sino de otra manera
que no sea tu manera, 

si me preguntas si conviene una guerra,
yo te diré por si quieres saberlo,
que siempre creeré que una mierda
solo es una mierda, 

conviene delimitar el desprecio
por si acaso el aprecio te ataca,
si le quitas la de y la a tiene un precio,
y siempre te faltará la pasta, 

conviene jugar con los versos
como si fueran luces nocturnas,
pero no estrellas y lunas
sino ojos confesos, 

conviene que si me lees me dijeras
por dónde corto con la tijera,
para que todo esto te lo amoldes
y no te deformes, 

conviene estar sin sentido
con autorizado sentido,
para abrir todos los espacios
y que discutan. y tú ... ni caso, 

conviene que no estés alejado
por si la llama te llama,
por si el agua te apaga,
y por los malditos plazos, 

conviene citarse a una hora,
y coincidir y besarse,
y abrazarse y revolcarse,
y amarse sin cotas, 

yo te diría lo que te conviene
pero conviene que no te lo diga,
me conviene a mí, me conviene,
y te conviene a ti... que me olvidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario