sábado, 22 de febrero de 2014

EL PAPEL

Veo las cosas tan quietas y calladas,
a veces me asustan,
mi peluchillo colgando de la lámpara
me abruma con su nariz achatada, 

yo no lo toco, y sin embargo
creo que cambia de postura,
no sé si es que cuando subo la persiana
la luz del día le busca, 

nuestras cosas insignificantes,
siempre presentes, y parecen nada,
y sin embargo, siempre tan fieles,
tan cerca y tan calladas, 

por ejemplo este papel donde te escribo,
un papel, ya ves, donde no había nada,
se cubre de letras y letras,
unas pensadas, otras no pensadas, 

y el papel sigue plano, no se inmuta,
use un teclado o una estilográfica,
quizás no le importe la herramienta
pero sí lo que en él se desangra,

¿un papel? ¿tanto dice un papel?
no sé si lo dice él
o lo dicen las letras que antes
no estaban,

o piensa que antaño fue una madera,
o llora porque quizás en cenizas
grises y volátiles
acabará su vida tan rara, 

imagina por un momento en este papel,
que esto que escribo yo esta mañana,
fuera el que una noche por ejemplo Dante,
la Divina Comedia iniciara, 

y que la pluma que su mano albergara
trazara expresiones tan bellas,
papelito blanco, que no eras nada,

estarás en la mano de todos,
repartirás por tus planos el sueño
que Dante en su mente soñaba, 

yo no sé si te sentirías más importante
por quien se asoma a tu cara,
o al final seguirías en tu tristeza
de haber dejado de ser árbol
para acabar en manchada lámina.

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