jueves, 6 de febrero de 2014

FLIPE DE ORDENATA

Llevo cien días rompiendo todos los versos,
pretendía algo ingenuo pero convincente,
este pobre ordenador está pero que muy caliente,
cabreado y mosqueado de tantos tirados besos,

creo que ninguno de los dos nos entendemos,
él quiere subrayar y poner todo en negrita,
y yo le doy a borrar mientras él se me excita,
se me enfada, se me apaga, me manda al cuerno,

tiene guasa la cosa que él acepta hasta hacker,
que me meta en la tripa un virus y me aclare,
que en vez de borrar se me llene todo el monitor
de deslenguadas palabras que me pongan en jaque,

no, no nos llevamos nada bien, más bien muy mal,
él lo pasa fatal y yo, muy pesado, dale que dale,
que no me gusta, que no es esto, que protesto,
y él me banea, me encripta, pero no persuade,

maldita seas escritor, ¿te has vuelto tonto?,
¿nada de lo que escribes? ¿nada te vale?
de verdad que me está respondiendo en una ventana,
y yo le corro el visillo para que se calle,

él no tiene más remedio que callarse,
que soy yo el que lo apago o lo enciendo, ¿vale?
así que habla cuando yo te digo que lo hagas,
y solo dedícate a corregirme las faltas que me salen,

de lo demás me encargo yo y si no te gusta te callas,
y deja ya de crear tontos archivos temporales,
que te meto un cleaner que te vas a caer de espalda,
a ver si te enteras que aquí vale lo que yo digo que vale,

total, cállate ya y déjame que se me está viniendo
la inspiración necesaria para escribir en esta tarde,
dedicada a cosas vaya usted a saber si necesarias,
y ahora sí me las guardas por si acaso me valen,

y entonces el imbécil se me pone de lo más tonto,
y me dice que no guarda porque se han cruzado los cables,
y lo que estaba escribiendo que me parecía genial
se ha ido a tomar por saco, m.. c.. e.. t... madre.

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