Jugaste con mis sentimientos
como una chiquilla inconstante,
juguetona pero distante,
insensible y pueril,
¡eh! nada de románticos
¡eh! pero sonreías halagos
en versos rociados
de susurros de amor,
lo quieres y no lo quieres,
y me muerdes a trazos,
ora loca, luego despacio,
eres borde febril,
y sentiste el orgullo
de una guerrera moderna
que aplasta la tierra
de un tonto corazón.
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