Todas las mañanas sobre las ocho
te veo tomando café y leyendo el periódico,
y cuando llego siempre tu mirada levantas,
tu mirada sostienes,
como somos tan pocos a esa horas
sin remedio te digo buenos días,
buenos días me dices, buenos días,
y entro en el bar y pido café,
inevitable, mientras, miro por la ventana
que sigues fuera mirando la prensa,
frunces la cara, alguna cosa te altera,
y de nuevo me levantas tu mirada,
me hago el ajeno, distraigo la taza,
el dueño cuenta algún chiste,
¿Cuál podría ser la noticia triste
que ensombreció tu cara?
al día siguiente y de nuevo a las ocho
el mismo rito se va repitiendo,
somos como extraños acostumbrándonos
a coincidir en un momento tan breve,
y cuando acabo el café, salgo y enciendo
un cigarrillo al lado de ti,
no te miro, miro más bien al sin fin,
y me subo al coche y me alejo,
no sin aprovechar, claro está,
que al abrir la puerta vuelva a mirarte,
para comprobar por si acaso
que me miras de lejos,
pero ya estabas andando, creo a tu oficina,
tomabas la calle hacia abajo,
y yo, sin mucho pensarlo,
decidí girar en la esquina,
pero perdí tu pista,
quizás lo pruebe mañana,
ah no, mañana es festivo,
y tu vas si trabajas,
pero, ¿y si ibas mañana?
no concilié el sueño,
¿te lo puedes creer?
mirando el reloj hasta el alba,
y con el mismo gesto que un laboral
marqué el rito diario,
tomé el coche y para allá que me fui,
misma hora mismo local,
pero tú no estabas, normal,
la fiesta sería demasiado evidente,
y cogí un cabreo indecente
y me fui al coche a despotricar,
y en ese momento, casi para arrancar,
se levanto una especie de viento,
y al mirar vi un firmamento
matutino, ¿tú crees que es normal?
cruzabas la calle delante de mí
sosteniéndome una mirada constante,
yo no sabía si tirar adelante
o quedarme fijándome en ti,
y te sentaste en la misma mesa
y, de nuevo, me fuiste a mirar,
o esto es una cita formal,
o son rayos y centellas,
en fin, que me fui a acercar,
y me dijiste ¿quieres un café?
y yo no sabía si usted
me lo decía a mí o al de atrás,
el caso es que sin pensarlo más
dije sí, me apetece ,gracias,
encantada, me llamo Ana,
yo Alba, que bonita mañana.
lunes, 31 de marzo de 2014
ERES PRINCIPIO
Mirada que atraviesa mi voz,
arrullo de noche dulcísima,
esencia vertida, bello verbo,
flor de almendro, blanquísima,
aroma eres de los esteros,
suave susurro de atardecer,
soy en ti cuerpo y alma,
te hiciste lluvia, yo te querré,
eres siempre una flor, una flor,
rumor del fluir del agua,
manantial eres, mi dulce amor,
vivo en ti toda sustancia,
tu pecado es la virtud de hacerme,
arrojar lamento, brotar feliz,
gracias mi amor por escogerme,
eres principio, y sin fin.
arrullo de noche dulcísima,
esencia vertida, bello verbo,
flor de almendro, blanquísima,
aroma eres de los esteros,
suave susurro de atardecer,
soy en ti cuerpo y alma,
te hiciste lluvia, yo te querré,
eres siempre una flor, una flor,
rumor del fluir del agua,
manantial eres, mi dulce amor,
vivo en ti toda sustancia,
tu pecado es la virtud de hacerme,
arrojar lamento, brotar feliz,
gracias mi amor por escogerme,
eres principio, y sin fin.
viernes, 28 de marzo de 2014
Na sobíes parqui na sobíes iscychor
Na sobíes parqui na sobíes
iscychor,
ton irguedas in vuistra
pidistol
di igaésma i hepacriséo,
di argulla u vonedod,
qyi sala lligá o
disimbacor
in il alveda u lo nicidod,
hau, na sobíes hosto qyi
pynta
disia vyistro disoporeceán
can vyistro folso
hymonedod,
isas syiñas qui yno viz mi
desties
si qyidoran in salidod,
par isa as adea o myirti
u na rispita vyistros
vedos,
yno argéo di motonzo
meintros gaza in tol
mosocri,
par vyistros mintis
padredos,
qyi sio sala il teimpa
linta, disispironti,
qyein as moti
par las
seglas.
POEMA 20-PABLO NERUDA
PUEDO escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Pablo Neruda, de nacimiento Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto
(Parral, 12 de julio de 1904 – Santiago, 23 de septiembre de 1973)
POR UNA SONRISA UN BESO
Entonces me paré, y te vi,
me detuve en tus detalles,
hasta ahí fueron palabras,
sobre temas y nada,
pues miré tus ocultadas
aparentes marejadas,
de entre nudos y valles
donde a poco me metí,
y entonces yo intuí
paseándote por la calle,
que tú nunca cruzabas
si no te descalzabas,
era como que anunciabas
con pulcritud desmesurada,
un posible paisaje
a quien fuera a ti,
y entonces vi venir,
que si mi mente sabe
que tu cita es clara,
para qué pues mañana,
así que sin palabras
y sin que nada que mediara,
el beso fui yo a darte,
y te hice sonreír.
me detuve en tus detalles,
hasta ahí fueron palabras,
sobre temas y nada,
pues miré tus ocultadas
aparentes marejadas,
de entre nudos y valles
donde a poco me metí,
y entonces yo intuí
paseándote por la calle,
que tú nunca cruzabas
si no te descalzabas,
era como que anunciabas
con pulcritud desmesurada,
un posible paisaje
a quien fuera a ti,
y entonces vi venir,
que si mi mente sabe
que tu cita es clara,
para qué pues mañana,
así que sin palabras
y sin que nada que mediara,
el beso fui yo a darte,
y te hice sonreír.
miércoles, 26 de marzo de 2014
ADOLFO
Hombre al que van laureles a destiempo,
hombre que mudó laureles,
escaño apolar, mirada no furtiva,
sonrisa al bravo mar,
eras el augurio mismo, y no creíble,
fue tu condena,
tenías que hacer infinitos más
y ninguna calle te nombraba,
conde de Suárez, condescendiente,
conde descendente
por la inquina social,
hombre de palabra y tesón,
entre oidores dormidos,
malos oyentes,
entre malos olientes
brisaste mi tierra,
yo que no fui de guerra
te me hacías sorprendente.
No te homenajeo ahora,
no es la hora,
no es tu hora,
ya anteriormente me la diste,
alguna vez supe entenderte.
Ahora, no conde, no,
ahora Adolfo valiente.
hombre que mudó laureles,
escaño apolar, mirada no furtiva,
sonrisa al bravo mar,
eras el augurio mismo, y no creíble,
fue tu condena,
tenías que hacer infinitos más
y ninguna calle te nombraba,
conde de Suárez, condescendiente,
conde descendente
por la inquina social,
hombre de palabra y tesón,
entre oidores dormidos,
malos oyentes,
entre malos olientes
brisaste mi tierra,
yo que no fui de guerra
te me hacías sorprendente.
No te homenajeo ahora,
no es la hora,
no es tu hora,
ya anteriormente me la diste,
alguna vez supe entenderte.
Ahora, no conde, no,
ahora Adolfo valiente.
martes, 25 de marzo de 2014
DÉJAME UN HUECO
Déjame un hueco
que quiero de nuevo verte,
defenderé a muerte
tu anhelado cobijo,
yo me hago hijo
de los versos de tu boca,
toda mi vida es poca
si tu hueco no me tiene,
cada día me detienen
las horas en que no estás,
sin saber si vendrás,
que tu ausencia me entristece,
mal calma y pena crece
con tu ausencia y su vacío,
y en el fuerte desvarío
trazo marcas con tus huellas,
dime entonces mujer bella,
dímelo, llámame,
si en tu hueco puedo entrar,
y si me lo vas a negar
no lo digas, y mátame.
que quiero de nuevo verte,
defenderé a muerte
tu anhelado cobijo,
yo me hago hijo
de los versos de tu boca,
toda mi vida es poca
si tu hueco no me tiene,
cada día me detienen
las horas en que no estás,
sin saber si vendrás,
que tu ausencia me entristece,
mal calma y pena crece
con tu ausencia y su vacío,
y en el fuerte desvarío
trazo marcas con tus huellas,
dime entonces mujer bella,
dímelo, llámame,
si en tu hueco puedo entrar,
y si me lo vas a negar
no lo digas, y mátame.
lunes, 24 de marzo de 2014
PROYECTO DE NAUFRAGIO
Os describo sus ojos, su gesto, su alegría
cada vez que yo venía
¿cómo podían unos ojos hablar de esa manera?
era verdad que hay palabras que no hay que decir,
es suficiente un brillo en los ojos,
un doble arco iris,
lograbas enmudecerme, contemplarte, humedecerme,
extasiarme onírica y tenazmente
como el último sueño antes de despertar,
del que no quieres jamás despertar,
era morir cada día, grato y fácil, simple, feliz,
¿Cómo logras, solo mirándome, besar?
obsesivo pensamiento permanente,
obsesivo sentimiento e inevitable
sumergir, transcribir en tu ojos
el momento esperado y sospechable,
abre, abres, te abres y me extraes,
indescriptible clímax en el que te transfiero,
en el que me transfieres y abrazas,
descalza de todo, mueca de mi amor
somos dos calmas contemplándose,
atravesándose mirándose a sí mismo,
a nosotros mismos,
en una sorpresa esperable, esperada,
inexistente en la lista de la posibilidad,
infinidad de reniegos, y ahora nos venimos,
te vine, me traje, fuimos atolondrados certeros,
hierro de negro y blanco, presos de noches,
de tardes y días cobijados en ellas,
yo te vi en estrellas, en una e infinitas,
tu salinidad descarada, tu impronta prisa,
la verdad nunca hecha mentira,
la casa en la isla que tan lejos y cerca tuvimos,
¿por qué no quisimos las velas que cosimos?
por tus ojos, mirada de naufraga,
temí que mi mástil no la soportara.
cada vez que yo venía
¿cómo podían unos ojos hablar de esa manera?
era verdad que hay palabras que no hay que decir,
es suficiente un brillo en los ojos,
un doble arco iris,
lograbas enmudecerme, contemplarte, humedecerme,
extasiarme onírica y tenazmente
como el último sueño antes de despertar,
del que no quieres jamás despertar,
era morir cada día, grato y fácil, simple, feliz,
¿Cómo logras, solo mirándome, besar?
obsesivo pensamiento permanente,
obsesivo sentimiento e inevitable
sumergir, transcribir en tu ojos
el momento esperado y sospechable,
abre, abres, te abres y me extraes,
indescriptible clímax en el que te transfiero,
en el que me transfieres y abrazas,
descalza de todo, mueca de mi amor
somos dos calmas contemplándose,
atravesándose mirándose a sí mismo,
a nosotros mismos,
en una sorpresa esperable, esperada,
inexistente en la lista de la posibilidad,
infinidad de reniegos, y ahora nos venimos,
te vine, me traje, fuimos atolondrados certeros,
hierro de negro y blanco, presos de noches,
de tardes y días cobijados en ellas,
yo te vi en estrellas, en una e infinitas,
tu salinidad descarada, tu impronta prisa,
la verdad nunca hecha mentira,
la casa en la isla que tan lejos y cerca tuvimos,
¿por qué no quisimos las velas que cosimos?
por tus ojos, mirada de naufraga,
temí que mi mástil no la soportara.
domingo, 23 de marzo de 2014
viernes, 21 de marzo de 2014
SI YO SUPIERA
Si yo supiera que al decirte lo que siento
te anillaras en tus dedos mi cariño,
si yo supiera que en boca bella y clara
lanzaras todo un verbo de querer,
si a mí llegara tu viento dulce y tibio
cuando vierto sobre el cielo de las aguas,
si yo supiera que tus ojos me miraran
te diría mi forma de querer,
si yo supiera que vivirías en un cuento
que yo escribí en una noche de cariño,
si yo supiera que tus lágrimas eran calma
de un amor que me quieres a mí verter,
si yo supiera estas cosas en que deliro,
ansiaría contigo en las mañanas,
madrugadores besos dados a tu cara,
para ver en tus ojos el amanecer.
te anillaras en tus dedos mi cariño,
si yo supiera que en boca bella y clara
lanzaras todo un verbo de querer,
si a mí llegara tu viento dulce y tibio
cuando vierto sobre el cielo de las aguas,
si yo supiera que tus ojos me miraran
te diría mi forma de querer,
si yo supiera que vivirías en un cuento
que yo escribí en una noche de cariño,
si yo supiera que tus lágrimas eran calma
de un amor que me quieres a mí verter,
si yo supiera estas cosas en que deliro,
ansiaría contigo en las mañanas,
madrugadores besos dados a tu cara,
para ver en tus ojos el amanecer.
jueves, 20 de marzo de 2014
BURLA
Para qué me enseñaste a quererte
si después me dices que te olvide,
por qué tu obsesión de retenerme,
y tu burla con mis quejidos,
a ti querer solo te divierte
y me tratas como a un niño,
sopita fría, sopita caliente,
y nunca por mí te apenas,
pero yo voy a concederte,
este juego que te alegra,
y todo porque me gusta verte,
qué le voy a hacer amor mío.
Para qué me enseñaste a quererte
si después me dices que te olvide,
por qué tu obsesión de retenerme,
y tu burla con mis quejidos,
yo sé que de tus besos calientes
algunos me los da con cariño,
pero el resto me enfurecen,
me aterrorizan y me apenan,
porque creo que ellos vienen
de otros labios que te apresan,
y ya no sé si tú les mientes
a los del otro o a los míos.
Para qué me enseñaste a quererte
si después me dices que te olvide,
por qué tu obsesión de retenerme,
y tu burla con mis quejidos.
si después me dices que te olvide,
por qué tu obsesión de retenerme,
y tu burla con mis quejidos,
a ti querer solo te divierte
y me tratas como a un niño,
sopita fría, sopita caliente,
y nunca por mí te apenas,
pero yo voy a concederte,
este juego que te alegra,
y todo porque me gusta verte,
qué le voy a hacer amor mío.
Para qué me enseñaste a quererte
si después me dices que te olvide,
por qué tu obsesión de retenerme,
y tu burla con mis quejidos,
yo sé que de tus besos calientes
algunos me los da con cariño,
pero el resto me enfurecen,
me aterrorizan y me apenan,
porque creo que ellos vienen
de otros labios que te apresan,
y ya no sé si tú les mientes
a los del otro o a los míos.
Para qué me enseñaste a quererte
si después me dices que te olvide,
por qué tu obsesión de retenerme,
y tu burla con mis quejidos.
miércoles, 19 de marzo de 2014
MAÑANA TRISTE
En esta mañana de niebla cerrada
próxima a la llegada de la primavera,
me asaltó una duda del tiempo
que no creo tenga respuesta,
pero planteada por si acaso,
no sea que alguien lo sepa,
si vivir es un calendario,
o el vivir no tiene fecha,
la estación floral deseada,
la fuga del silencio de estepa,
el cambiar la historia cercana,
deformarla como sea,
el grisáceo motivo del alma,
las preguntas de una noche en vela,
la mirada inocente del ignorante,
el presagio de un olvido que quema,
yo sabía que se levantarían
las nubes de esta mañana de seda,
pero temía que detrás escondiera
tu silencio en el que tanto te empeñas,
y por eso en esta mañana,
que me levanté de mala manera,
pensé si por un instante acaso
me igualas con tu tristeza.
próxima a la llegada de la primavera,
me asaltó una duda del tiempo
que no creo tenga respuesta,
pero planteada por si acaso,
no sea que alguien lo sepa,
si vivir es un calendario,
o el vivir no tiene fecha,
la estación floral deseada,
la fuga del silencio de estepa,
el cambiar la historia cercana,
deformarla como sea,
el grisáceo motivo del alma,
las preguntas de una noche en vela,
la mirada inocente del ignorante,
el presagio de un olvido que quema,
yo sabía que se levantarían
las nubes de esta mañana de seda,
pero temía que detrás escondiera
tu silencio en el que tanto te empeñas,
y por eso en esta mañana,
que me levanté de mala manera,
pensé si por un instante acaso
me igualas con tu tristeza.
EXTRAÑÍSIMO MALDITO POEMA DE AMOR
No sé, también me gustaría escribir versos de amor,
con la felicidad y alegría del saber quererse,
pero sucede que casi siempre todo se aleja,
todo se va volcando como si fueran sueños en vano,
yo ya no sé si es cuestión del tiempo o el espacio,
si algún asunto no previsto va y los separa,
yo no sé si los que dijeron alguna vez amarse,
no fueron más que palabras que ausentes brotaban,
me paso muchas horas pensando en esta cuestión,
intento encontrar una verdad en una mirada,
me quedo esperando con cara atontada
mientras espero que pases de nuevo como pasó,
o es que no sé si es que vienes por lo que sea a joderme,
o has trazado algún plan para jugarme al despiste,
yo ya no sé qué me hiciste que no puedo moverme,
que no puedo moverme de este lugar que me amarga,
esto no es un poema ni bello, ni hermoso, ni nada,
si lo declamas te irás infestando de lodo,
no voy a trazar un modo de escribir por algún capricho
de oír bonitas palabras arrulladas en un bonito fondo,
posiblemente es que ni siquiera es ningún poema,
ni de amor, ni de desamor, o de celo, o de venganza,
pero es mi extrañísima manera de decirte te quiero
aunque este te quiero no te lo creas para nada,
por tanto, si es así, qué importa ya que te quiera o no,
lo primero no lo creerás, lo segundo me dirás que es dolor,
¿dolor? ¿sabes lo que es el dolor? es teclear en una ventana
un mensaje valiente que lo llevarás al contenedor,
y yo que me pregunto para que ando exponiendo
mis sentimientos si van careciendo de sentido,
y yo que me pregunto en qué lío me ando metiendo,
cuando ni hay lío, ni asunto, ni nada, que tiempo perdido,
quizás porque lo único que me salva es mi cabezonería,
y que si algunos se van, otros ya llegan,
y quien sabe sin con el tiempo y con esta faena,
al menos uno solo o una sola me acompañaría,
es que muchos me dicen reciente que llevo razón,
pero que, vaya por dios, de todas formas voy a la cárcel,
que soy un tipo de esos que más bien no encaja,
que no juega a siendo gato convertirse en un ángel,
tengo para colmo que aguantar la mala educación,
y llevarme yo la fama por alguna denunciada rareza,
estoy de verdad tan extenuado de comprobar tanta vileza,
que ya me dirás como escribo un maldito poema de amor.
con la felicidad y alegría del saber quererse,
pero sucede que casi siempre todo se aleja,
todo se va volcando como si fueran sueños en vano,
yo ya no sé si es cuestión del tiempo o el espacio,
si algún asunto no previsto va y los separa,
yo no sé si los que dijeron alguna vez amarse,
no fueron más que palabras que ausentes brotaban,
me paso muchas horas pensando en esta cuestión,
intento encontrar una verdad en una mirada,
me quedo esperando con cara atontada
mientras espero que pases de nuevo como pasó,
o es que no sé si es que vienes por lo que sea a joderme,
o has trazado algún plan para jugarme al despiste,
yo ya no sé qué me hiciste que no puedo moverme,
que no puedo moverme de este lugar que me amarga,
esto no es un poema ni bello, ni hermoso, ni nada,
si lo declamas te irás infestando de lodo,
no voy a trazar un modo de escribir por algún capricho
de oír bonitas palabras arrulladas en un bonito fondo,
posiblemente es que ni siquiera es ningún poema,
ni de amor, ni de desamor, o de celo, o de venganza,
pero es mi extrañísima manera de decirte te quiero
aunque este te quiero no te lo creas para nada,
por tanto, si es así, qué importa ya que te quiera o no,
lo primero no lo creerás, lo segundo me dirás que es dolor,
¿dolor? ¿sabes lo que es el dolor? es teclear en una ventana
un mensaje valiente que lo llevarás al contenedor,
y yo que me pregunto para que ando exponiendo
mis sentimientos si van careciendo de sentido,
y yo que me pregunto en qué lío me ando metiendo,
cuando ni hay lío, ni asunto, ni nada, que tiempo perdido,
quizás porque lo único que me salva es mi cabezonería,
y que si algunos se van, otros ya llegan,
y quien sabe sin con el tiempo y con esta faena,
al menos uno solo o una sola me acompañaría,
es que muchos me dicen reciente que llevo razón,
pero que, vaya por dios, de todas formas voy a la cárcel,
que soy un tipo de esos que más bien no encaja,
que no juega a siendo gato convertirse en un ángel,
tengo para colmo que aguantar la mala educación,
y llevarme yo la fama por alguna denunciada rareza,
estoy de verdad tan extenuado de comprobar tanta vileza,
que ya me dirás como escribo un maldito poema de amor.
domingo, 16 de marzo de 2014
TE ESCRIBO DESDE CADA SEGUNDO QUE ME ESTÁ MATANDO
Te escribo desde cada segundo que me está matando,
desde el límite incontenible de un mar bravío,
te escribo desde el silencio con rabia incontenida,
desde el mundo en que iba naciendo,
desde el desapego de lo que vivo,
a alguna dirección que nunca me dabas,
a un número de teléfono ausente en el registro,
a un bosque que ningún mapa contenía,
a un pasado que una vez pasara,
con un pueril sentido del instinto,
intentar que me recordaras algunos momentos,
devenir del vacío algún colmado de estrellas,
saberme de verdad que una vez me querías,
que todo lo hermoso y lo lento
fue cierto y no banales quimeras,
que lo anodino era más temor que verdad,
que desde mi te nacieron frutas de estío,
que acogiste hacia ti un secreto de vida,
que el roce de besos nos llevó a soñar,
que te hiciste savia en el cuerpo mío,
te escribo desde cada segundo que me está matando,
desde el saberme cobarde por ya no moverme,
desde la mala hora que paraba mi vida,
desde el olvido que me estaba expulsando
a un mañana de luz en el que me hiciste ausente.
desde el límite incontenible de un mar bravío,
te escribo desde el silencio con rabia incontenida,
desde el mundo en que iba naciendo,
desde el desapego de lo que vivo,
a alguna dirección que nunca me dabas,
a un número de teléfono ausente en el registro,
a un bosque que ningún mapa contenía,
a un pasado que una vez pasara,
con un pueril sentido del instinto,
intentar que me recordaras algunos momentos,
devenir del vacío algún colmado de estrellas,
saberme de verdad que una vez me querías,
que todo lo hermoso y lo lento
fue cierto y no banales quimeras,
que lo anodino era más temor que verdad,
que desde mi te nacieron frutas de estío,
que acogiste hacia ti un secreto de vida,
que el roce de besos nos llevó a soñar,
que te hiciste savia en el cuerpo mío,
te escribo desde cada segundo que me está matando,
desde el saberme cobarde por ya no moverme,
desde la mala hora que paraba mi vida,
desde el olvido que me estaba expulsando
a un mañana de luz en el que me hiciste ausente.
sábado, 15 de marzo de 2014
TARDE DE MENTIRAS
Demasiado tarde para dar una respuesta,
la noche me venció con su largo silencio,
he visto el desprecio del mundo y de nadie,
la ausencia de sangre del navío en el remo,
he sentido morir lentamente las tardes,
vertiendo cobarde palabras sin miedo,
te he visto el "te niego", he visto el desarme,
el afloje de amarre, el caer sin remedio,
he vuelto a vivir aquellos viejos desastres,
el frío desmarque de un corazón de hierro,
el duro hielo con que congelas mi hambre,
un mar insospechable donde lastras mi cuerpo,
he visto tu empeño, tu agudo ataque,
la demolición de un parque en invierno,
el rudo mentidero de tus falsas frases,
tu forma intachable de mandarme al infierno,
he sentido que aquellos cuerpos no arden,
que quien dice amargarse amarga primero,
yo me vi sincero, estupidez por mi parte,
tu dijiste un tonto "vale", un tonto "de acuerdo",
cómo no ocurrir si me vas echando más lastre
que me digan después que escribo siniestro,
si es que no entiendo y mis manos son sables,
si lanzo intratables gritos a los vientos,
demasiado en secreto guardaste la llave,
mil siglos me saben descubrir tu secreto,
pareces espectro más que materia que sabe,
no se me abre ya otra idea de tu aspecto,
vete en tu silencio y que Dios te acompañe,
mi alma me apañe y me sacuda ya muerto,
yo me entremeto en ese rincón de la tarde,
aquella tarde maldita en la que mintieron.
la noche me venció con su largo silencio,
he visto el desprecio del mundo y de nadie,
la ausencia de sangre del navío en el remo,
he sentido morir lentamente las tardes,
vertiendo cobarde palabras sin miedo,
te he visto el "te niego", he visto el desarme,
el afloje de amarre, el caer sin remedio,
he vuelto a vivir aquellos viejos desastres,
el frío desmarque de un corazón de hierro,
el duro hielo con que congelas mi hambre,
un mar insospechable donde lastras mi cuerpo,
he visto tu empeño, tu agudo ataque,
la demolición de un parque en invierno,
el rudo mentidero de tus falsas frases,
tu forma intachable de mandarme al infierno,
he sentido que aquellos cuerpos no arden,
que quien dice amargarse amarga primero,
yo me vi sincero, estupidez por mi parte,
tu dijiste un tonto "vale", un tonto "de acuerdo",
cómo no ocurrir si me vas echando más lastre
que me digan después que escribo siniestro,
si es que no entiendo y mis manos son sables,
si lanzo intratables gritos a los vientos,
demasiado en secreto guardaste la llave,
mil siglos me saben descubrir tu secreto,
pareces espectro más que materia que sabe,
no se me abre ya otra idea de tu aspecto,
vete en tu silencio y que Dios te acompañe,
mi alma me apañe y me sacuda ya muerto,
yo me entremeto en ese rincón de la tarde,
aquella tarde maldita en la que mintieron.
viernes, 14 de marzo de 2014
TÚ YA NO ENTRAS
Ya para qué buscarte, si ya pasaste,
ya para qué seguir con vano intento,
ningún sonido de tus alas permanecía,
yo no busco, solo quiero instante,
no indago en probables fantasías,
mis manos a segundos devanan,
el amor no son sueños realizables,
solo amor es aquello que se inhala,
no es ni cuestión que pueda olvidarte,
mi olvido ya se consuma cuando te vas,
no es cuestión de ir bien ni mal,
es solo de ir, como sea ya es bastante,
quisieras que te quisiera aunque no estuviera,
y yo que estuvieras aunque no me quisieras,
ya ves que diferente forma de ver ambos,
lo que se dice amor a dos maneras,
el amor se gana, grano a grano,
granito atómico invisible con energía,
no es milagro de tiempos ausentes,
es vivir el momento, paso a paso,
paso pequeño pero cuan grande,
que solo él lleva a los otros interminables,
si ninguno falla, si cada uno alcanza,
a saltar cada milímetro de cada beso,
cada arruga de los dedos, cada sudor,
cada pequeña gota de lluvia cálida,
cada hormiga de la inmensa estepa,
tan nada y, ya ves, tan plena,
no, no puedo olvidarte
pues ya ni te recuerdo,
yo no te hice imborrable,
eso lo haría el tiempo,
porque la pausa, por lo que sea,
rompe como muro el oleaje,
va siendo así nuestro viaje,
yo sigo aquí, en mí, y tú ya no entras.
ya para qué seguir con vano intento,
ningún sonido de tus alas permanecía,
yo no busco, solo quiero instante,
no indago en probables fantasías,
mis manos a segundos devanan,
el amor no son sueños realizables,
solo amor es aquello que se inhala,
no es ni cuestión que pueda olvidarte,
mi olvido ya se consuma cuando te vas,
no es cuestión de ir bien ni mal,
es solo de ir, como sea ya es bastante,
quisieras que te quisiera aunque no estuviera,
y yo que estuvieras aunque no me quisieras,
ya ves que diferente forma de ver ambos,
lo que se dice amor a dos maneras,
el amor se gana, grano a grano,
granito atómico invisible con energía,
no es milagro de tiempos ausentes,
es vivir el momento, paso a paso,
paso pequeño pero cuan grande,
que solo él lleva a los otros interminables,
si ninguno falla, si cada uno alcanza,
a saltar cada milímetro de cada beso,
cada arruga de los dedos, cada sudor,
cada pequeña gota de lluvia cálida,
cada hormiga de la inmensa estepa,
tan nada y, ya ves, tan plena,
no, no puedo olvidarte
pues ya ni te recuerdo,
yo no te hice imborrable,
eso lo haría el tiempo,
porque la pausa, por lo que sea,
rompe como muro el oleaje,
va siendo así nuestro viaje,
yo sigo aquí, en mí, y tú ya no entras.
jueves, 13 de marzo de 2014
IRREVERSIBLE ALEJAMIENTO
Paso por delante dos o tres veces en semana,
y miro como sin querer algo más que una luz,
no sé, quizás alguien asomada a una baranda,
viendo pasar el tiempo y la multitud,
recordé por aquellos tiempos algún bocata,
o la presentación de un calamar en la quietud,
o el misterio en la tele de algún drama,
o las noticias de Roma o Singapur,
e incluso alguna vez hasta me bañaba,
y posaba la espalda sobre azulejo azul,
ella tenía de todo decorando su cama,
y un montón de piedras desde rosa a azul,
tampoco yo quería entender más nada,
al fin y al cabo todo era asunto de su tú,
qué más me daba todo ello, qué más me daba,
pero había trampa, como en la mina el grisú,
esencialmente la cuestión planteada
era que quería algo, algo más que tú,
no sé, que fueras otra, en otra velada,
que alguna vez aceptaras mi inquietud,
o quizás fuera que me llevaste a segunda plaza,
que me segundaras, o terciaras como tiramisú,
ese postre esperando en la encimera blanca,
y que nadie recordara, era como un agur,
y eso que por una vez me entusiasmabas,
cuando confesaste no dejarme si pasa un alud,
yo tenía esa tarde un plan que me animaba,
y me encontré una sorpresa, me sobrabas tú,
y reaccioné en mis dos segundos que me afaman,
cambio de marcha, y vi el cielo azul,
¿por qué estropear esta tarde tan agitada?
¿por qué no vivirla contigo? dímelo tú,
no lo sé, pero las cosas se precipitaban,
poco tiempo después todo fue prontitud,
y nació de tu mirar con el que sospechabas
que se esfumaron estrellas de aquel cielo azul.
y miro como sin querer algo más que una luz,
no sé, quizás alguien asomada a una baranda,
viendo pasar el tiempo y la multitud,
recordé por aquellos tiempos algún bocata,
o la presentación de un calamar en la quietud,
o el misterio en la tele de algún drama,
o las noticias de Roma o Singapur,
e incluso alguna vez hasta me bañaba,
y posaba la espalda sobre azulejo azul,
ella tenía de todo decorando su cama,
y un montón de piedras desde rosa a azul,
tampoco yo quería entender más nada,
al fin y al cabo todo era asunto de su tú,
qué más me daba todo ello, qué más me daba,
pero había trampa, como en la mina el grisú,
esencialmente la cuestión planteada
era que quería algo, algo más que tú,
no sé, que fueras otra, en otra velada,
que alguna vez aceptaras mi inquietud,
o quizás fuera que me llevaste a segunda plaza,
que me segundaras, o terciaras como tiramisú,
ese postre esperando en la encimera blanca,
y que nadie recordara, era como un agur,
y eso que por una vez me entusiasmabas,
cuando confesaste no dejarme si pasa un alud,
yo tenía esa tarde un plan que me animaba,
y me encontré una sorpresa, me sobrabas tú,
y reaccioné en mis dos segundos que me afaman,
cambio de marcha, y vi el cielo azul,
¿por qué estropear esta tarde tan agitada?
¿por qué no vivirla contigo? dímelo tú,
no lo sé, pero las cosas se precipitaban,
poco tiempo después todo fue prontitud,
y nació de tu mirar con el que sospechabas
que se esfumaron estrellas de aquel cielo azul.
miércoles, 12 de marzo de 2014
SOÑADAS CURVAS
Me pongo tan nervioso cuando te veo llegar,
que me cuesta media hora decir algo instantáneo,
un algo así como: hola, que tal, como estás,
y es que me veo en ti como foráneo,
como extraño que en la noche se entremete,
que asunto más extraño y diario,
y eso que eres super educada,
correcta socialmente hablando,
entonces ¿a qué esta intranquilidad rara?
será que quisiera atraerte,
sin que aún me mirarás directa a la cara,
como una brisilla convaleciente,
ignoro si es tu voz, tu tono o tus palabras,
si es la forma con que expresas lo que expresas,
o el intrigante desconocimiento de tu alma,
si es tu estado social, o tu empresa,
o alguna lejanía que no se alcanza,
o un pudor tímido que me subyuga,
e hiciste de mi palabra la palabra tuya,
como las caricias del agua en la arena,
o el rumor dulce que cruza brumas,
y yo que parecía tan calmado,
tan sosegado en mis ideas reafirmadas,
me duele la duda, me siento apresado,
me altera tanto ver mi voz en la tuya,
que no sé si callarlo o soltarlo como sea,
y no avanzo, no avanzo con esta duda,
dime, te llega aún con palabras mudas,
un fluir de mis ansias hacia tus pasos,
benditos pasos de tus soñadas curvas.
que me cuesta media hora decir algo instantáneo,
un algo así como: hola, que tal, como estás,
y es que me veo en ti como foráneo,
como extraño que en la noche se entremete,
que asunto más extraño y diario,
y eso que eres super educada,
correcta socialmente hablando,
entonces ¿a qué esta intranquilidad rara?
será que quisiera atraerte,
sin que aún me mirarás directa a la cara,
como una brisilla convaleciente,
ignoro si es tu voz, tu tono o tus palabras,
si es la forma con que expresas lo que expresas,
o el intrigante desconocimiento de tu alma,
si es tu estado social, o tu empresa,
o alguna lejanía que no se alcanza,
o un pudor tímido que me subyuga,
e hiciste de mi palabra la palabra tuya,
como las caricias del agua en la arena,
o el rumor dulce que cruza brumas,
y yo que parecía tan calmado,
tan sosegado en mis ideas reafirmadas,
me duele la duda, me siento apresado,
me altera tanto ver mi voz en la tuya,
que no sé si callarlo o soltarlo como sea,
y no avanzo, no avanzo con esta duda,
dime, te llega aún con palabras mudas,
un fluir de mis ansias hacia tus pasos,
benditos pasos de tus soñadas curvas.
QUIERO SER COMO TÚ
Quiero ser como tú, nos diferenciamos en pocas cosas,
unas manos más callosas y agrietadas,
una mirada que dicen maliciosa pero que es falso,
algunos equivocados pasos,
un tono más grave de voz,
o la imposibilidad de soltar el llanto,
somos tan parecidos que incluso yo
confundo mis brazos con tus abrazos,
mi mirada con tu contemplación,
mi concepto del mundo con tu poesía,
y algunos de mis días que se van a tus noches,
y sobre todo, la cercana forma de vernos con amor,
me confundo entre tu voz que me la clavas
y en la ansiada forma de tu baile,
en el aire que surcado como halcón
marca la estela de tu valiente osadía,
por quererme cada día, ansiándome y cuidándome
como cuida la primavera a cada flor,
soy igual que tú, porque quiero ser igual a ti,
por que sí, y no me pregunte nadie la razón,
que ni la hay, ni debe haberla, salvo un dolor
de pensar que quien sabe si alguna vez,
yo contigo no pudiera saber
mezclarme con tu corazón,
o que en tu sangre yo ya no abonaré
fruta futura, semilla milagrosa, paz y pasión.
Me meto tanto en ti que no podré salir
del jardín cuidado donde pones tu afán,
donde laboreas el pan y el agua que quiero beber,
el alimento de tu ser y, con él, tu forma de amar.
unas manos más callosas y agrietadas,
una mirada que dicen maliciosa pero que es falso,
algunos equivocados pasos,
un tono más grave de voz,
o la imposibilidad de soltar el llanto,
somos tan parecidos que incluso yo
confundo mis brazos con tus abrazos,
mi mirada con tu contemplación,
mi concepto del mundo con tu poesía,
y algunos de mis días que se van a tus noches,
y sobre todo, la cercana forma de vernos con amor,
me confundo entre tu voz que me la clavas
y en la ansiada forma de tu baile,
en el aire que surcado como halcón
marca la estela de tu valiente osadía,
por quererme cada día, ansiándome y cuidándome
como cuida la primavera a cada flor,
soy igual que tú, porque quiero ser igual a ti,
por que sí, y no me pregunte nadie la razón,
que ni la hay, ni debe haberla, salvo un dolor
de pensar que quien sabe si alguna vez,
yo contigo no pudiera saber
mezclarme con tu corazón,
o que en tu sangre yo ya no abonaré
fruta futura, semilla milagrosa, paz y pasión.
Me meto tanto en ti que no podré salir
del jardín cuidado donde pones tu afán,
donde laboreas el pan y el agua que quiero beber,
el alimento de tu ser y, con él, tu forma de amar.
domingo, 9 de marzo de 2014
PEQUEÑO LOGRO
El eterno propósito de buscar nuestro error en el pasado,
en qué parte, en qué palabra, alteramos lo pretendido,
¿qué se dijeron dos antes que parecía un definitivo contrato?,
¿qué letra pequeña no se apercibió que lo ha destruido?,
¿en qué momento de nuestra vida nos desviamos?
que hasta allí la plena libertad había florecido,
¿en qué esquina de qué calle nos hemos disfrazado,
de otra cosa absolutamente ajena a quienes fuimos?
la vida, dicen, nos enseña a irnos superando,
¿pero cómo ir superando tanto escombro encendido?
será más bien que vamos más o menos dando
saltos de locos por indeseados caminos,
la vida es la resulta de tantos errores no deseados,
que un pequeño logro se antoja milagro casi divino,
¿sería suficiente conformarnos con tan poco logrado
si ese pequeño éxito olvida todo lo perdido?
jueves, 6 de marzo de 2014
MIRARTE
Estaba mirándote mientras la luna nos bañaba,
eran noches azules con mares de estrellas,
veía tus ojos brillar, me parecías tan bella,
que la luna no podía desviar mi mirada,
agarrados paseábamos por aquella playa,
y nos decíamos mientras sentíamos la arena,
tal calidez de tu cuerpo sentía en mis venas
que la playa no podía desviar mi mirada,
nos besamos en el frescor de dunas de plata,
tus labios me envolvieron mi alma entera,
tu ternura me fue pareciendo tan inmensa,
que las dunas no podían desviar mi mirada,
nos acompañamos y sentimos la llama,
y algo tímida me dijiste a tu casa fuera,
y la copa que me ofreciste con algo de ginebra
no se apuraba por no desviar la mirada,
tras unas escenas de bromas y charlas,
llegamos al silencio al que siempre se llega,
me tomaste las manos y te hiciste entrega,
con un beso tan dulce como tu mirada,
y...
hoy miro aquella luna que nos bañaba,
con sus noches azules de mares de estrellas,
y hoy vuelvo a pasear por aquella playa
doliéndome en mis pies la fría arena,
y deambulé por aquellas dunas de plata
cambiadas por los vientos y las mareas,
y sentí la inmensa soledad con que una llama
iba quemando mi alma con pena,
y hoy recordándote en el silencio de mi casa
miraba tristemente la copa con ginebra,
e intentaba recordar aquellas dulces palabras,
y en mi desgracia me iba dando cuenta,
que mientras todas estas cosas yo miraba,
tú ya no estabas y mis ojos enferman.
eran noches azules con mares de estrellas,
veía tus ojos brillar, me parecías tan bella,
que la luna no podía desviar mi mirada,
agarrados paseábamos por aquella playa,
y nos decíamos mientras sentíamos la arena,
tal calidez de tu cuerpo sentía en mis venas
que la playa no podía desviar mi mirada,
nos besamos en el frescor de dunas de plata,
tus labios me envolvieron mi alma entera,
tu ternura me fue pareciendo tan inmensa,
que las dunas no podían desviar mi mirada,
nos acompañamos y sentimos la llama,
y algo tímida me dijiste a tu casa fuera,
y la copa que me ofreciste con algo de ginebra
no se apuraba por no desviar la mirada,
tras unas escenas de bromas y charlas,
llegamos al silencio al que siempre se llega,
me tomaste las manos y te hiciste entrega,
con un beso tan dulce como tu mirada,
y...
hoy miro aquella luna que nos bañaba,
con sus noches azules de mares de estrellas,
y hoy vuelvo a pasear por aquella playa
doliéndome en mis pies la fría arena,
y deambulé por aquellas dunas de plata
cambiadas por los vientos y las mareas,
y sentí la inmensa soledad con que una llama
iba quemando mi alma con pena,
y hoy recordándote en el silencio de mi casa
miraba tristemente la copa con ginebra,
e intentaba recordar aquellas dulces palabras,
y en mi desgracia me iba dando cuenta,
que mientras todas estas cosas yo miraba,
tú ya no estabas y mis ojos enferman.
VIVENCIAS REPETIDAS
Tengo contigo una doble impresión,
una me lleva a una sonrisa relajada,
al brillo en los ojos de la ilusión,
la otra quisiera hasta ignorarla,
un inicio de tomarme varios metros,
feliz y fresca como húmedo barro,
y un mirarme para ir descubriendo
que mis ojos brillan con tu alma,
pero ay del camino que tramposo estafa,
del insospechado ladrón de la apariencia,
de las múltiples celadas que se atraviesan,
de los falsos juicios que nos engañan,
y cuando me dices, y casi lo creo, me amas,
me rompes la sangre como caídas de estrellas,
me rajas la cara, ¿por qué siendo tan bella
te alejas de mí como si ya nunca me amaras?
y me rompo en el espacio que tu tiempo graba,
y recuerdo palabras que me ibas diciendo,
apariencia tan clara que me iba creyendo,
con la resulta de que ahora me suenan a nada,
y tengo contigo la extraña emoción
triste y dolorosa de saber que llegó el fin,
que ya nunca más lograremos reír,
mientras nos cantábamos en la madrugada,
sí, sabor agridulce, me dejas tan cruel,
que yo no sabré cómo seguir en la causa,
si ya poner la pausa, pues ya nada consigo,
que no miro tu olvido, que tu olvido me mata,
y ya yo no sé si de verdad tengo algo contigo,
en ocasiones imagino que ni siquiera lo tuve,
que eran solo nubes que se fueron marchando,
que el calor de un verano fue calima soñada,
y ya yo no sé si sabiéndote testigo
de lo que una vez yo te contara,
decidiste arrogarte el severo permiso
de sacarme de tu vida y ausentar tu mirada,
me dices que has visto cuando no has visto nada,
me dijiste que me querrías, que todo se arregla,
pero esas palabras lanzadas solo veo que encierran
una triste manera de mandarme a la nada,
y tengo contigo la extraña sensación
de lo que ya me pasó, y otra vez pasará,
mujer de mi vida que me archivará,
y se irá algunos años a buscar otras playas,
y cuando vuelvas y retornes y me veas de nuevo,
con educación y esmero me saludarás,
me dirás algo así como que tal estás,
y te diré que bien, qué voy a hacer, si ya no me amas.
una me lleva a una sonrisa relajada,
al brillo en los ojos de la ilusión,
la otra quisiera hasta ignorarla,
un inicio de tomarme varios metros,
feliz y fresca como húmedo barro,
y un mirarme para ir descubriendo
que mis ojos brillan con tu alma,
pero ay del camino que tramposo estafa,
del insospechado ladrón de la apariencia,
de las múltiples celadas que se atraviesan,
de los falsos juicios que nos engañan,
y cuando me dices, y casi lo creo, me amas,
me rompes la sangre como caídas de estrellas,
me rajas la cara, ¿por qué siendo tan bella
te alejas de mí como si ya nunca me amaras?
y me rompo en el espacio que tu tiempo graba,
y recuerdo palabras que me ibas diciendo,
apariencia tan clara que me iba creyendo,
con la resulta de que ahora me suenan a nada,
y tengo contigo la extraña emoción
triste y dolorosa de saber que llegó el fin,
que ya nunca más lograremos reír,
mientras nos cantábamos en la madrugada,
sí, sabor agridulce, me dejas tan cruel,
que yo no sabré cómo seguir en la causa,
si ya poner la pausa, pues ya nada consigo,
que no miro tu olvido, que tu olvido me mata,
y ya yo no sé si de verdad tengo algo contigo,
en ocasiones imagino que ni siquiera lo tuve,
que eran solo nubes que se fueron marchando,
que el calor de un verano fue calima soñada,
y ya yo no sé si sabiéndote testigo
de lo que una vez yo te contara,
decidiste arrogarte el severo permiso
de sacarme de tu vida y ausentar tu mirada,
me dices que has visto cuando no has visto nada,
me dijiste que me querrías, que todo se arregla,
pero esas palabras lanzadas solo veo que encierran
una triste manera de mandarme a la nada,
y tengo contigo la extraña sensación
de lo que ya me pasó, y otra vez pasará,
mujer de mi vida que me archivará,
y se irá algunos años a buscar otras playas,
y cuando vuelvas y retornes y me veas de nuevo,
con educación y esmero me saludarás,
me dirás algo así como que tal estás,
y te diré que bien, qué voy a hacer, si ya no me amas.
miércoles, 5 de marzo de 2014
ALMA DESNUDA (ALFONSINA STORNI)
Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos.
Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.
Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.
Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.
Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.
Alma que cuando está en la primavera
Dice al invierno que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.
Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.
Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice: libad sobre las cosas.
Alma que ha de morir de una fragancia
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia.
Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega.
Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.
Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.
(Alfonsina Storni, 1892-1938)
martes, 4 de marzo de 2014
YO NO SÉ SI USTEDES SABEN
Yo no sé si ustedes lo saben,
pero el bosque lo estamos perdiendo,
y su aroma de húmedo frescor,
y el susurro que la brisa le bate,
yo no sé si ustedes lo saben,
pero el río lo estamos manchando,
y su fondo de limpio color,
y su canto de agua que esparce,
yo no sé si ustedes lo saben,
pero el campo lo estamos quemando,
y su sábana alma de flor,
y su tierra donde anidan las aves,
yo no sé si ustedes lo saben,
pero el mar se siente ofendido,
y lo está por un intenso dolor,
por ese dolor que le aflige lo hace,
yo no sé si ustedes lo saben,
pero la tierra la estamos vallando,
y creamos fronteras sin razón,
y extraños seremos en todas partes,
yo no sé si ustedes lo saben,
pero vamos olvidando el pasado,
creyendo que el ahora es mejor,
aunque este ahora tanto nos dañe,
yo no sé si ustedes lo saben,
pero la conciencia la estamos perdiendo,
y se le da sentido y valor,
al egoísmo, a la codicia, al todo vale.
Yo no sé si ustedes lo saben,
y si últimamente miran al cielo,
desde su propio corazón,
o desde algún otro que les mande
Y yo no sé si ustedes saben,
que los desastres matan el silencio,
el silencio con su amor,
aniquilado con nuestras malas artes.
pero el bosque lo estamos perdiendo,
y su aroma de húmedo frescor,
y el susurro que la brisa le bate,
yo no sé si ustedes lo saben,
pero el río lo estamos manchando,
y su fondo de limpio color,
y su canto de agua que esparce,
yo no sé si ustedes lo saben,
pero el campo lo estamos quemando,
y su sábana alma de flor,
y su tierra donde anidan las aves,
yo no sé si ustedes lo saben,
pero el mar se siente ofendido,
y lo está por un intenso dolor,
por ese dolor que le aflige lo hace,
yo no sé si ustedes lo saben,
pero la tierra la estamos vallando,
y creamos fronteras sin razón,
y extraños seremos en todas partes,
yo no sé si ustedes lo saben,
pero vamos olvidando el pasado,
creyendo que el ahora es mejor,
aunque este ahora tanto nos dañe,
yo no sé si ustedes lo saben,
pero la conciencia la estamos perdiendo,
y se le da sentido y valor,
al egoísmo, a la codicia, al todo vale.
Yo no sé si ustedes lo saben,
y si últimamente miran al cielo,
desde su propio corazón,
o desde algún otro que les mande
Y yo no sé si ustedes saben,
que los desastres matan el silencio,
el silencio con su amor,
aniquilado con nuestras malas artes.
domingo, 2 de marzo de 2014
LO QUE NO SOY (L.H.)
Me he ocultado tantas veces que, a veces verme no
consigo. No me conozco, el espejo de la
vida se niega a reflejarme y para no diluirme me formo la imagen protectora
que me brinde la coraza requerida.
He vislumbrado
entre tinieblas un sonido, una palabra
anudada con la calidez tanto tiempo buscada. Mas surgen los fantasmas que en
antaño sembraron dudas en tierra fértil,
y mis ojos, mis oídos vuelven a disiparse.
Hambre tengo de volar, llegar al sitio
donde mi imagen yace. Verme,
identificar me, palpar esa piel que debe ser dura por tanto caminar y no tocar a
nadie. Que me duela lo que duele, acariciar lo se brinde a mis ansias locas de
ser humano, de ser mi imagen.
Es una
sensación de libertad la que roza
esta alma extraviada, quiero asirme más mis
brazos cortos y tímidos no quieren esforzarse y sienten lejano aun el
espejo. No será mi tiempo, no será mi
tarde.
No sé lo que es
felicidad sin embargo desconozco la infelicidad por añadidura. Cicatrices
quizás este no-cuerpo porta, sin embargo ya
no duelen. Y si fue dolor lo que he sentido, ese mismo se ha perdido en el camino.
Variantes de
vida cruzan ante nuestros ojos que se engañan por deseo propio, esto me ha
protegido y en algún momento lo he
creído. Más hay instantes, como éste, en el que la debilidad me recuerda que
algo humano queda conmigo.
No soy lo que soy, y trato de aclarar la visión que
provoco. No me ven, entonces no me fijo en el alma de nadie. Sigo oculta y repito,
el espejo se niega a reflejarme.
BATIR AL TIEMPO
¿Has llorado alguna vez hacia dentro?
quiero decir, ¿sin que nadie te oiga?
con la desesperación del silencio,
con todo tema perdido,
ni abrazo que acoja,
pues llorar y encontrar el consuelo
es alcanzar lo feliz tras las sombras,
más sufrir en el más puro silencio
sin ningún abrigo
es alentar alma sin honra,
este verse culpable sin remedio,
este sentimiento intenso que ahoga,
que en el mostrar de tus ojos el empeño
de verte perdido,
de esconderte a solas,
ya nadie viene a tu tiempo,
y sientes que la sangre transporta
un extraño sentido del miedo,
un miedo sin sentido
que en la cara te aflora,
llorar es humano, y el lamento,
sacian la sed del alma y rememoran,
pero ya está, bate ya al tiempo
y grítale que siempre hemos sido
héroes que volarán por sus horas.
quiero decir, ¿sin que nadie te oiga?
con la desesperación del silencio,
con todo tema perdido,
ni abrazo que acoja,
pues llorar y encontrar el consuelo
es alcanzar lo feliz tras las sombras,
más sufrir en el más puro silencio
sin ningún abrigo
es alentar alma sin honra,
este verse culpable sin remedio,
este sentimiento intenso que ahoga,
que en el mostrar de tus ojos el empeño
de verte perdido,
de esconderte a solas,
ya nadie viene a tu tiempo,
y sientes que la sangre transporta
un extraño sentido del miedo,
un miedo sin sentido
que en la cara te aflora,
llorar es humano, y el lamento,
sacian la sed del alma y rememoran,
pero ya está, bate ya al tiempo
y grítale que siempre hemos sido
héroes que volarán por sus horas.
sábado, 1 de marzo de 2014
AMARGOR
Está lloviendo, no como harapos violentos,
sino un agua fina que me mata el alma,
la ancha calle se asustaba del viento,
las puertas de sanjuanes se cerraban,
eran últimos días de un raro invierno,
la primavera parecía una vieja cara,
que no venía a quitar tanto lamento,
todo parecía una triste desesperanza,
y una pareja juvenil, a todo ajeno,
jugaban a ser feliz y se apretaban,
se cruzaban miradas y sonriendo,
y cuando los miraba yo pensaba,
que este día solo era un pasajero,
y que lo amargo solo habita en el alma.
sino un agua fina que me mata el alma,
la ancha calle se asustaba del viento,
las puertas de sanjuanes se cerraban,
eran últimos días de un raro invierno,
la primavera parecía una vieja cara,
que no venía a quitar tanto lamento,
todo parecía una triste desesperanza,
y una pareja juvenil, a todo ajeno,
jugaban a ser feliz y se apretaban,
se cruzaban miradas y sonriendo,
y cuando los miraba yo pensaba,
que este día solo era un pasajero,
y que lo amargo solo habita en el alma.
EL PAPEL Y LA TINTA (fábula de Leonardo de Vinci)
Una hoja de papel, que estaba sobre una escribanía junto a otras hojas iguales a ella, se encontró, un buen día, completamente manchada por unos signos. Una pluma, bañada en una negrísima tinta, había escrito en ella multitud de palabras.
-¿No podías ahorrarme esta humillación? -dijo enojada la hoja de papel a la tinta-. me has ensuciado con tu negro infernal, me has arruinado para siempre.
-Espera -le respondió la tinta-. Yo no te he ensuciado, te he revestido de palabras. Desde ahora ya no eres una hoja de papel, sino un mensaje. Custodias el pensamiento del hombre. Te has vuelto un instrumento precioso.
En efecto, poco después, ordenando la escribanía, alguien vio aquellas hojas esparcidas y las juntó para arrojarlas al fuego. Pero de pronto advirtió la hoja "sucia" de tinta: y entonces tiró las demás y devolvió a su lugar la que llevaba, bien visible, el mensaje de la palabra.
LAS FÁBULAS Y LEYENDAS DE LEONARDO DE VINCI
LA FÁBULA DE LEONARDO
Por prados y colinas
Por prados y colinas
camina un bello anciano,
se sienta junto al río,
sigue hacia el mar, midiendo
sus pasos en la arena.
Sus ojos son dos lentes
fijas que agrandan todo.
Sus manos bisturíes,
pincel, martillo, pluma.
Aunque camina puede
ir caminando inmóvil.
Sus oídos despiertan
las hojas y los pájaros.
Cuando duerme, su sueño
ilumina la tierra.
-Buenos días, señor-
Le canta la calandria.
-Soy la higuera-mis frutos
son la envidia del olmo.
-Ten piedad de la parra,
vencida por ingenua.
-Duélete de la ostra,
víctima del cangrejo,
por mirar a la Luna.
-Soy el ratón, buen postre
para la comadreja,
aunque ignore que al punto
va a comérsela el gato.
-Mira el grano de trigo
trasportado en la boca
de la crédula hormiga.
-Buenas noches-Yo soy
la llama en que se quema
la loca mariposa.
-Compasión para el oso
que huye picoteado
de un enjambre de abejas.
-Soy la piedra rodada
por vanidad al valle,
que suspira llorando
por volver a la cumbre.
El unicornio era,
bello señor, mi amado,
los malos cazadores
le dieron muerte un día.
-Soy el toro salvaje.
-El cocodrilo hipócrita.
-El iluso torrente.
-La navaja barbera.
-La urraca devorada
por la astucia del zorro.
-La red atrapadora.
-La lengua parlanchina
mordida por los dientes.
-El vino vengativo.
-El ojo de la llave...
-¿Y tú, dinos, y tú?
-Yo soy, yo soy...miradme.
¿Acaso no me veis?
Mi vuelo se remonta
más alto que el del águila.
Yo soy el hombre-pájaro.
El primero que anhela
ir al sol y a la luna.
El pájaro mecánico,
hoy asombro del mundo.
¿Queréis saber mi nombre?
Me llamo Leonardo.
Digo así...pero todos,
dudando, sonrieron.
Y la cola de un burro
le dio un golpe en la frente,
creyendo era su mosquito.
(Roma, 1973 Rafael Alberti)
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