jueves, 13 de marzo de 2014

IRREVERSIBLE ALEJAMIENTO

Paso por delante dos o tres veces en semana,
y miro como sin querer algo más que una luz,
no sé, quizás alguien asomada a una baranda,
viendo pasar el tiempo y la multitud,

recordé por aquellos tiempos algún bocata,
o la presentación de un calamar en la quietud,
o el misterio en la tele de algún drama,
o las noticias de Roma o Singapur,

e incluso alguna vez hasta me bañaba,
y posaba la espalda sobre azulejo azul,
ella tenía de todo decorando su cama,
y un montón de piedras desde rosa a azul,

tampoco yo quería entender más nada,
al fin y al cabo todo era asunto de su tú,
qué más me daba todo ello, qué más me daba,
pero había trampa, como en la mina el grisú,

esencialmente la cuestión planteada
era que quería algo, algo más que tú,
no sé, que fueras otra, en otra velada,
que alguna vez aceptaras mi inquietud,

o quizás fuera que me llevaste a segunda plaza,
que me segundaras, o terciaras como tiramisú,
ese postre esperando en la encimera blanca,
y que nadie recordara, era como un agur,

y eso que por una vez me entusiasmabas,
cuando confesaste no dejarme si pasa un alud,
yo tenía esa tarde un plan que me animaba,
y me encontré una sorpresa, me sobrabas tú,

y reaccioné en mis dos segundos que me afaman,
cambio de marcha, y vi el cielo azul,
¿por qué estropear esta tarde tan agitada?
¿por qué no vivirla contigo? dímelo tú,

no lo sé, pero las cosas se precipitaban,
poco tiempo después todo fue prontitud,
y nació de tu mirar con el que sospechabas
que se esfumaron estrellas de aquel cielo azul.

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