De vez en cuando salgo de mi pellejo
para indagar con mis otros,
como un alocado potro
o como un agotado viejo,
y observo ensimismado
cuantos mundos voy perdiendo,
y me voy entristeciendo
y me retorno agotado,
y cuando regreso hacia mí
con el amargor en los labios,
prefiero ir ignorando
lo que nunca seré ni fui,
y por eso de vez en cuando
por si acaso me preguntas
a qué viene esta postura
de irme silenciando,
te diré que no soy yo,
sino otra gente extraña
que me inunda y me araña
por ignorarlos como son.
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