En el amor hay un momento
que se torna cruel celada,
una trampa ocultada
que lo parte como hielo,
y sin saber preverlo
lo feliz luego estalla,
y toda una metralla
se nos oxida por dentro,
porque con él y su tiempo
no se mide el corazón,
y por ello sin razón
detenemos nuestro viento,
sucede pues lamento,
tristeza y quemazón,
y te siento, corazón,
quebrándome mi cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario