En cualquier momento y de algún modo
a veces una relación se vuelve insondable,
entonces,
me quedo pensando que no sé qué pasa.
Me quedo pensando si te injurié,
o te ofendí, o te ignoré,
y, si es así, deberías saber
algún detalle más.
O sea, o yo no sé por qué cambiamos
o es que ayer éramos diferentes.
En cualquier caso resulta evidente
que nos bloqueamos.
¿No te suena como si nunca nos hubiéramos conocido?
O, peor aún, como si ya
tampoco nos fuéramos a conocer nunca jamás.
¡Vaya maldad! - ¡nunca jamás!
algo que muchos dicen que no existe
y sin embargo nos embiste
como la furia del mar.
¿Y ella recogerá todos nuestros días?
¿nuestras voces y otrora empatías?
y ¿se disolverán?
Todo esto lo pregunto
porque sé que es asunto
sin respuesta.
¿Ha terminado la orquesta,
y el ritmo del corazón?,
pues, aunque me dijeras que sí,
yo te devolvería un no
que merezca esta pena.
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